D I E C I S I E T E

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Farkle ya había pasado por Riley a Topanga's, e iban de camino a su cita.

—¿A donde iremos? Chico misterio.

—Planeaba no decirte, pero verás el camino y te darás cuenta, así que no tiene sentido.

—Me tapabas los ojos y listo.

—Muy usado.

—Tienes razón, bien, ¿a donde iremos?  

—A un parque de diversiones.—La castaña le dio una sonrisa enorme para preguntarle. 

—¿En serio? Amo los parques y sus atracciones.—Hablo emocionada.—Es el mejor lugar que pudiste haber elegido.—Siguió hablando con una sonrisa de oreja a oreja, mientras que el otro la miraba con dulzura. 

Tenían mucho rato para llegar pero no se aburrieron, hablaron sobre sus gustos de música, y descubrieron que tienen algunos en común, sobre su familia, sus batidos favoritos, y así hasta llegar al parque. 

La castaña observóo todas las atracciones por unos segundos, estaban los autos chocadores, el barco, el zamba, las hamacas voladoras, la montaña rusa, la rueda gigante y muchas atracciones mas que ansiaba subir.

—Hey Farkle, ¿te gustan los autos chocadores? 

—¿Me gustan? Los amo, siempre venía con mi padre aquí cuando era pequeño, sin duda es lo mejor del parque.—La castaña asintió. 

—¿Y eres bueno en eso?—El castaño asintió dándole una mirada desafiante.—Veamos que tanto lo eres.—Respondió la chica repitiendo el anterior gesto del chico. 

Compraron el boleto para ambos y se subieron, veían a su al rededor y muchos eran de su edad o tal vez mas grandes.

Sabían que este día sería inolvidable. 

—Farkle, acércate, dale no seas cobarde.—Dijo la castaña manejando su auto hasta el castaño, quien huía.—¡Hey!—Le dijo a un chico que la chocó de atrás.

Riley empezó a manejar hasta Farkle, y logró chocarlo, pero el karma volvió hacía ella y segundos después el castaño se la devolvió. 

—Celebraste muy rápido querida.—Dijo el chico haciendo que la otra se riera.

Había sonado un "timbre" se podría decir que indicaba que ya había terminado el tiempo de estar ahí, y pasarían los demás.

—Te salvaste de muchas Farkle, para tu suerte me chocaron tantas veces que no me permitía avanzar hasta donde estabas.—Dijo la castaña riéndose.

—El destino lo quiso así castaña, soy muy bueno en eso. 

—Eres un creído.—Dijo la chica y le dio un leve empujón. 

Fueron hasta debajo de un árbol y se acostaron mirando hacía arriba y conversaron.  

—Y cuéntame sobre ti castaña, ¿Que te gusta hacer? 

—Oh bien, me gusta trabajar con mi madre en su cafetería, y pertenezco al movimiento feminista, activamente, si sabes a lo que me refiero. 

—Eso es genial, si entiendo. 

—¿Y tú?  

—Para serte sincero no me gusta trabajar lavando autos, es muy cansador, muchas veces estas al rayo del sol y luego no puedes dormir con tanto dolor de cabeza.—Suspiró y siguió.—Me gusta la fotografía y escribir, pero mucho mas la fotografía.  

—¿En serio? Eso es super, deberías mostrarme tus fotografías alguna vez.—Dijo la castaña y el otro asintió.

Después de otras largas conversaciones donde se empezaron a conocer mas, decidieron ir por unos helados y dulces, para luego ir de nuevo por las atracciones. 

—Tienes la lengua roja Farkle.—Habló la castaña riéndose y sacando su lengua.

—Y tú azul.—Dijo el castaño riéndose junto a ella. 

—¿Quieres subirte a la rueda gigante?

—¿Estas loca? Es demasiado alto, además las sillas son super flojas, no no no.—Dijo el chico con miedo haciendo que la otra se riera.

—Vaya, vaya, parece que alguien le tiene miedo a las alturas, 18 años y miedo a las alturas.

—El miedo nunca se va con la edad mi ciela.

—Bien tienes razón, pero subiremos a algo alto para que se te vaya ese miedo.

—Me quieres matar de un infarto mujer.—La castaña seguía riendo por la cara del chico.

—Quiero ayudarte tontito.—Dijo tocándole la nariz con la punta de su dedo. 

—Subiremos al barco, no es tan alto pero es algo, así dejas de reírte de mi.—La castaña asintió tomándolo de la mano para correr a buscar sus boletos. 

Se subieron en la punta del barco, obviamente ese lugar lo había elegido Riley, quien decía que no daba miedo ahí.

Minutos después Farkle estaba abrazado a la baranda, mientras que Riley se soltaba de las manos y levantaba sus brazos en el aire. 

—¡Farkle! Como le vas a gritar al hombre que apague la maquina, eso se apaga solo. Aparte eras el único que estaba gritando y habían niños de 10 años.—La castaña reía mientras hablaba. 

—¡La baranda se movía! Y cuando te quería abrazar a ti, levantabas los brazos.—La castaña río.—¿De que te ríes? ¡casi muero! Y todo lo hice por ti. 

—Tranquilo ya paso, al menos podrás decir que intentaste superar tu miedo, pero no digas que casi te pones a llorar ahí.—Dijo la chica acariciándole la espalda.

—Ja ja. 

Después de que Riley siguiera peleando a Farkle, estuvieron en esos kioskos que tienes que hacer tal reto para ganar un peluche u otra cosa y para su mala suerte ninguno ganó, se rieron varios minutos por su fracaso en esos juegos.

—No puede ser que ninguno haya ganado.—Dijo la castaña recogiendo su cabello en una coleta.

—Están muy arregladas esas cosas, o son anti nosotros.—La castaña asintió y habló.

—Quiero creer que es la primera opción.—Ambos rieron y empezaron a caminar hacía la salida, ya era demasiado tarde.

Farkle la acompaño a la casa y de paso conoció a Cory, el padre de la castaña. Quien es muy protector con su hija, pero igual se lograron llevar bien, claro después de unos cuantos interrogatorios del padre.


N/A

Perdón si no era lo que esperaban, pero no estaba muy inspirada, pero créanme que intente hacerlo bien, así que espero su opinión. 

Y otra cosa, tal vez pudieron notar que metí cosas de Rowan y Corey en los personajes.

La reacción de Farkle en el barco fue lo que me paso a mi cuando yo tenia 9 o 10 años ahre fue como un trauma en mi infancia eso basta fue horrible pero con Farkle es gracioso ahre 




Hey, castaña.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora