Capítulo 3

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[ENDEMONIADO AZUL]

Tiffany cerró los ojos lentamente sintiendo como la música parecía acariciar cada parte de su cuerpo, quería flotar y dejarse llevar por aquella sensación tan suave que la envolvía.

Se sentía en éxtasis.

—¡Tiffany! —el grito de su amiga la interrumpió—, ¡debes contarnos!

—Bomi tiene razón —una castaña la señaló con una chispa de curiosidad—, ¡debes decirnos cuando fue tu primera vez!

—Concuerdo con Chorong y Bomi —una rubia le dio una gran calada a su cigarro sin dejar de verla de forma predadora—, la única aquí que no nos ha dicho su primera vez eres tú. ¡Así que cuenta que tan grandiosa es Jessica!

—No seas tan escandalosa Hyomin, deja que ella respire —una chica de cabello negro declaró mirando con disculpas, sabía que estaba nerviosa—. Tranquila Tiff, estas chicas ya están más drogadas de lo usual.

—Gracias Hyuna.

—¡Oh vamos! —una castaña con mechones morados golpeó la mesa con brusquedad provocando el susto de todas—. Tú al igual que todas aquí queremos saber la primera vez de Tiff.

—Jiyoon no seas tan salvaje.

—Lo siento Jihyun, pero es verdad.

Todas se quedaron en silencio mirando a su amiga y líder. Todas en aquel lugar eran parte del equipo de porristas de una de las más grandes escuelas, cada una era bella pero no al grado en el que ella lo era. Así que desde el primer instante en que fueron parte del equipo de forma oficial, se habían convertido en un grupo demasiado unido y leal.

Quien se metiera con una, se metía con todas.

—Fue hace unos meses...

Todas abrieron los ojos en sorpresa al ver la sonrisa traviesa en el rostro de aquel bello ángel con los ojos cerrados, recordando aquel día meses atrás. Tiffany a causa de las drogas recordó las sensaciones de aquel entonces. Recordó con sumo detalle cada caricia, cada toque, susurro y exclamaciones que su obsesión de ojos azules gritó una y otra vez mientras la hacía suya.

Había sido glorioso.

—Ella fue tan linda sus manos recorriendo mi cuerpo mientras susurraba palabras de amor —mordió su labio con fuerza para no dejar escapar un gemido—, pero luego fue tan salvaje y dominante que cada toque de ella, cada caricia y roce me volvía loca de placer...

—Wow...

—Realmente Jung es buena.

Todas estallaron de risa ante lo que dijo la rubia con total asombro, sin embargo, ella se limitó a bajar la vista a su teléfono celular y morder su labio al ver el mensaje.

"¿Puedes esta noche?"

Aquellas simples palabras le provocaron una sensación electrizante naciendo en su vientre, su corazón latió con ansiedad y su cuerpo se encendió, pero su cerebro al parecer no estaba de acuerdo.

No lo escuchó.

—Debo de irme.

Sin esperar más se puso de pie y se marchó ante las quejas de sus amigas, pero no podía perder el tiempo, la necesitaba tanto como ella la necesitaba en aquel momento. Su piel quemaba, sus dedos ardían y sus labios temblaban de excitación, estaba al borde del abismo, lo sabía, pero no le importaba.

Caería las veces necesarias por ella.

Cuando abrió los ojos supo que había pasado nuevamente, giró la cabeza a un lado y fue cuando se percató del lugar donde se encontraba: era la habitación de Jessica. Trató de levantarse y fue cuando sintió los efectos de la pequeña fiesta de la noche anterior, y de las drogas, sin embargo, se mantuvo en la cama tratando del que el mareo pasara, siempre pasaba si se quedaba quieta por un momento.

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