◀La Pijamada▶

178 20 22
                                    

Hola Carlos:

Siempre quise saber como se sentía ser hijo único; cuando mi hermana y yo eramos pequeños, ella siempre decía que yo era la alegría de su vida, que aquel que no tuviera hermanos viviría trisre. Pero luego llegaste , con tu preciosa sonrisa, sin hermanos, y aún así con el mundo anclado en tus ojos.

«Atte: B»


—¿Otra carta? —Daniel estaba acomodando su sala, para la reunión que tendría con sus amigos esa noche.

—Si —mencionó Carlos, al otro lado de la línea—, es la segunda esta semana.

—Al menos ya tenemos más información; tiene una hermana.

—Pues si, pero varios chicos en el instituto tienen hermanas.

—No seas tan pesimista, Carlos —Daniel cambio de mano el teléfono.

—No soy pesimista, soy realista. Apostaría que es solo un idiota que quiere jugar conmigo.

—¿Entonces por qué sigues abriendo las cartas que te deja?

Carlos ya no sabia que responder. Si, creía que esto terminaría siendo una broma, que le romperían el corazón de nuevo; pero algo en su corazón le decía que necesitaba conocer más sobre esta persona, en el fondo quería que fuese real, le encantaría que fuese real.

Y luego estaba Blas. Desde la merienda que compartieron en aquel restaurante, el muchacho de ojos azules no ha podido desaparecer de la mente del rubio. Tenía algo, tal vez su forma de sonreír, o lo suave que era su voz cuando decía algún chiste o comentario sarcástico; pero sus ojos eran, sin duda, como un bombardeo a su corazón.

Y todo eso le daba miedo.

—¿Sigues ahí, Carlos? —Daniel estaba preocupado porque desde hace algunos segundos, su amigo se había quedado callado.

—Si, solo estaba pensando.

—¿En tu Julieta de ambiente o en Cantó? —Daniel pudo escuchar como su amigo suspiraba, y se enternecio.

Dani lo conocia tan bien, sabia perfectamente que ese suspiro significaba mucho más de lo que Marco trataba de dar a demostrar; podía engañar a quien sea, hasta a Isabelle o a él mismo, pero con Dani no podría.

—Yo solo no quiero que sufras —mencionó, al ver que el de ojos verdes no agregaba nada más—, Hemos pasado bastantes cosas con Cameron para tener que volver a lo mismo.

Marco se prometió, mentalmente, que uno de estos días tendría, una conversación larga y tendida con Daniel, pero ahora no era ni el lugar, ni el momento, y mucho menos el contexto para hablar sobre eso.

Atentamente B [Blarlos/Blarlie]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora