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—No seas así, solo lee los malditos mensajes —Dani tenía las piernas cruzadas sobre la mesilla de la habitación de Carlos.
—Ya los leí veinte veces, deja de joderme la vida.
—Pues hazlo otra vez —protestaba el ojiazul—. Nada te cuesta.
" Hola Carlos, no me gusta entrometerme en tus cosas pero he podido escuchar como tu novio y Sofia Reyes concretaban una cita para verse en el parque Rosa en treinta minutos, espero sinceramente que no sea nada grave, o que solo sean imaginaciones mías. Cuidate.
Atte : B "
—Joder tío; aún no me creo que un anónimo haya sido el responsable de que rompieras con Cameron, pero le agradezco, fue la mejor elección de tu vida. Ese chico era una verdadera molestia.
Carlos se quedó mirando al vacío, sabía perfectamente la razón por la que Dani lo decía. Antes él era un chico medianamente común, muchos lo conocían y respetaban, a pesar de no ser tan sociable. Además, a pesar de ser el bromista —El payaso sin gracia, como sus maestros solían decirle—Tenía muy buenas calificaciones y su promedio conductual nunca bajaba de lo aceptable.
Pero cuando aquel capitán del equipo de fútbol de cabello pelirrojo apareció en su vida, muchas cosas cambiaron.
Antes de empezar a salir con él, la gente lo solía ubicar fácilmente por su tan neutra forma de vestir: Casi siempre de negro y con capuchas. Hacerse novio de alguien como Cameron tuvo aspectos positivos, por decir: Buenos asientos para partidos de fútbol, buena comida, buenas personas para pasar el rato— Aunque solo para pasar el rato— y esas cosas.
Daniel tuvo que aguantar la nueva personalidad de su amigo de la infancia. Ahora solo se daba cuenta de su existencia cuando estaban solos; su nuevo grupo de sudorosos y descerebrados amigos había conseguido que la mente del joven Marco se embruteciera, literalmente.
Pero, después de dos años, las cosas con Torres se fueron enfriando, ambos lo notaron. Lo que Carlos nunca le pudo perdonar fue la llegada de un misterioso mensaje de texto desde un número indescifrable que le advertía del engaño; nunca le perdonó llegar al Parque Rosa —Nombre que le habían puesto ya que estaba lleno de dichas flores— y encontrárselo besando descaradamente a la capitana de porristas, Sofia Reyes.
Si, ya sé; muy cliché todo pero a veces la vida está llena de ellos, algunos prefieren lo fácil a lo real . Ninguna disculpa lograría que el rubio, dolido, supere eso. Nada lo haría.
Lo peor fue que cuando la escuela se enteró de la traición el reino de popularidad de Carlos se hundió, pues todo el mundo defendió con picos, piedras y palas,— algunos lo hicieron literalmente— al cavernícola greñas de fuego que, al parecer, controlaba todo y a todos a su antojo . Menudo grupo de idiotas.
Ahora Carlos Marco era conocido como "El ex chico popular al que Cameron le terminó". Lo peor de todo era que el rumor era falso, fue Carlos quien corto de raiz cualquier contacto con su, ahora antiguo, novio. Todavía más cuando este decidió irse a vivir un tiempo a Centroamérica. Por desgracia esto no hizo que los murmullos, bromas y desprecios pararan. Odiaba la escuela y a los compañeros por dejarlo solo después de eso, odiba a Cameron, pero sobre todo se odiaba a sí mismo por ser tan crédulo e idiota y meterse en un mundo que no le correspondía.
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Atentamente B [Blarlos/Blarlie]
Hayran KurguEl ex chico popular Carlos Marco se debate entre el amor de un anónimo que se identifica como «B», quien le envía cartas de amor cada vez que puede y el reservado pero amigable Blas Cantó, quien poco a poco va robándose sus pensamientos y su corazón...