Veintidós.

125 23 1
                                    

Me gustas.
Pronunciaste, y eso bastó para sentir como tus palabras en mi alma se incrustan.

No salgo de mi estupor.
¿Soy correspondido?
¿Esto no es un error?
En mis mejillas crece el rubor.

¿Qué digo? ¿Qué hago?
Mis sueños no solían llegar tan lejos.
Me levanto del banco y te tomo de la mano. El brillo en tu mirada cuando nuestras manos se tocaron, tus dedos perfectamente a los míos se amoldaron.

Como yo palabras no tenía, y por besarte me moría, me acerqué a tu boca que se abría.
Me recibías con dulzura, en mis brazos estabas tan segura.
Tus besos, tal y como me lo imaginé, me hacían perder la cordura.

No puedo encontrar palabras o versos para describir el sentimiento, para definir este beso tan lento.

El mundo desapareció, solo éramos tú y yo, y la lluvia que de un momento a otro cayó.

Lo que ella jamás leerá...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora