Lo que ella jamás leerá...

Diecinueve.

Te vi cuando de tu casillero sacaste mi confesión, el ver tu expresión creo que me hizo perder la razón.

Sonreías.
Lo que significa que te gustó lo que puse, lo que yo para ti compuse.

Desde mi esquina pude observar como levantabas la vista, tratando de encontrar al chico que en tu casillero hizo una visita, pero no encontraste ni pista, yo ya había desaparecido para no enfrentar a tu sonrisa.

¡Soy un cobarde!
No tengo lo que se necesita para amarte.