III

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“Se diagnostica al psicópata por su conducta irracional y carente de propósito, falta de conciencia y vacío emocional. Son gente en busca de emociones fuertes, que no experimentan miedo. El castigo casi nunca da resultado, porque su impulsividad no tiene límite, no temen a las consecuencias de sus actos. Para un psicópata una relación humana no tiene significado, por lo tanto son hábiles manipuladores y explotadores.”


DongHae tembló de pies a cabeza a medida se iba internando en la lectura, horrorizado ante aquella realidad tan alejada de la suya que mostraba el documento. 

Aunque… no era tan así, si meditaba más profundamente, no era tan lejano a él. Había un sicópata suelto por las calles, en la vida real, en el año 2012, cerca de ellos, confundiéndose posiblemente con sus vecinos, compañeros de universidad o lo que fuera.

Estaba tan cerca que hasta había intentado llevarse a SungMin de su lado.

Un nuevo escalofrió lo recorrió al percatarse del significado de aquello. Estaba tan cerca de ellos que SungMin casi cae en sus redes, casi desaparece. La muerte rondándolo de forma extrema, aterradora. 

Su estomago dio un vuelco antes de que un pequeño cosquilleo naciera donde antes solo había pavor. 

Terror y excitación.

La sensación de cuando sabes que la maldad pura, la locura y la muerte mezclado en un solo ser ronda peligrosamente cerca de ti. Pero a la vez sientes ansiedad de saber que podría pasar. Si atacó a SungMin ¿Quién decía que no podría volver nuevamente por su hyung o… por él?

DongHae cerró los ojos, sintiéndose impaciente repentinamente. Le excitaba más la idea de que ese ser fuera tras del mayor que por él. No por querer salvarse, sino por el morbo de ansiar tener algo que contar.

Enfermo. No podía tener otra descripción. 

Hasta él mismo sentía ese hormigueo helado recorrerlo con el solo retoque de sus pensamientos, con la sola ansiedad de que el trabajo se terminara en su hyung. El miedo lo exaltaba, hacía correr la adrenalina por sus venas. 

Pero debía calmarse. 

Trató de despejar su mente, comenzando a guardar sus cosas pues debía ir a clases. 

Cerró la página web que estaba visitando, desconectando su notebook pues ya estaba en la hora, intentando parecer lo más relajado y normal del mundo.

Mientras realizaba esa labor, pensó en SungMin, en su ex novio

Que irónica era la vida, pues el día en que el mayor fue a terminar la relación que mantenía con él, fue el mismo día en que casi lo ve por última vez.

Pero al menos lo peor ya había pasado. Aún no sabía como SungMin se había salvado, si supuestamente todo estaba calculado. No era el primer asesinato… ¿Por qué justo el más viejo tenía que escaparse?

No es que deseara su muerte, para nada, o no totalmente. Pero eso ponía en peligro al entorno de su hyung. Y él era el candidato perfecto para estar en riesgo.

Tomó su bolso, alejando esos análisis de su mente, cuando tuvo la percepción de que alguien lo miraba fijamente. Como si un cubo de hielo hubiese sido deslizado desde su cuello a través de su columna, así mismo percibió esa mirada fija y la carga emocional que venia adjunta.

Tratando de disimular, recorrió lo más rápido que pudo con la mirada la biblioteca, hasta que localizó lo que buscaba.

Afirmado en la pared, al lado de la entrada, se encontraba un muchacho moreno, alto y de facciones marcadas. DongHae no supo quien era, ni menos porque lo miraba con tanto odio y resentimiento marcado firmemente en su oscura mirada.

Intimidado, hizo amago de desviar la vista, pero antes que pudiera hacerlo, vio como la figura conocida de SungMin hacía aparición, posando su mano derecha en el hombro del joven, captando su atención.

DongHae se mordió el labio cuando la ira floreció de la nada dentro de si.

Así que ese era el mocoso por el cual el mayor lo había cambiado ¿No? Por él, SungMin dos días antes había ido a su casa a terminar la relación que mantenían por casi ocho meses. 

Ahora entendía todo.

Volvió a fijar su atención en la pareja, notando esta vez como la vista de su ex novio se clavaba en él. La conexión duró un par de segundos, hasta que ambos desviaron la mirada a la vez.

DongHae se semi giró, queriendo desaparecer de aquel lugar, comenzando a andar cabeza gacha, sin fijarse que por escapar, chocaba de lleno contra otra persona.

“¡Perdon!” Exclamó el castaño, mirando de forma rápida hacia la entrada de la biblioteca, notando como los dos chicos ya no estaban, volviendo a posarla al frente, donde se encontraba el individuo con quien se había estrellado “¡Siento lo sucedido, no me fije por donde caminaba!” Insistió, haciendo una venia exagerada.

“Hey, esta bien. Yo tampoco me había fijado” La voz conocida trajo de vuelta al castaño, esta vez fijándose mejor en quien tenia al frente.

“¿HyukJae-sshi? De verdad lo siento” Volvió a disculparse el castaño, luego que identificó al muchacho.

“Ya lo sé, ya me lo dijiste” Respondió el chico, arreglándose un poco las ropas.

“Oh, bueno. Disculpa todo, pero ya debo…”

“Oye ¿Estas bien? Te noto pálido” Resaltó el más alto, mirándolo con preocupación. DongHae sintió su cara arder, pues no estaba acostumbrado a que un colega de Universidad, con quien solo había cruzado un par de palabras, lo mirará de forma tan intensa y menos, llegara a preocuparse por él.

“Eh…sí, estoy…bien”

“¿Seguro? Te invito a un café, a ver si así recuperas el color de tu rostro” Ofreció amablemente el muchacho.

“De verdad lo agradezco, HyukJae-sshi…pero debo ir a clases” Declinó la oferta el castaño, haciendo una serie de pequeñas venias a modo de disculpas “Quizás una próxima vez…”

“Bueno, pero te cobraré la palabra, DongHae-sshi” Se rindió el muchacho, sin quitar esa brillante y aniñada sonrisa de su rostro “Solo…cuídate ¿Esta bien?” Adjuntó, antes de dar media vuelta y andar hacía el mesón de recepción de la biblioteca.

DongHae sintió que su corazón quería salir corriendo en aquel preciso lugar. Aquel compañero había sido muy atento y le había brindado un poco de amabilidad a su atormentado corazón.

Giró en dirección contraria al pelirrojo, inhalando hondamente, pues sabía, esto recién estaba comenzando.

Fear Garden (EunHae) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora