No toques su rostro, es solo mío [Touya X Yukito]

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–––––– Tabla de Datos ––––––

•Fic: Sakura Card Captors

•Pareja Principal: Touya y Yukito

•Pov: Touya

•Categoría: Romance

•Advertencias: Demasiado corto y sin lógica aparente

•Sinopsis: Touya pierde el control por celos hacia su Yukito; "Ver las mejillas sonrojadas de mi ángel por el atrevimiento de aquel chico me hacía hervir la sangre. Nadie, absolutamente nadie se atrevía a acercarse de ese modo a él. Sinceramente mi paciencia se acaba..."

•Comentario de la autora: ¡ Este es mi primer Fic en toda la historia mundial de la escritura! 😲 ¿Pueden creerlo? Y yo sin subirlo aquí 🤔
Este fic, así de pequeño y raro, fue el inicio de que ahora yo esté más del tiempo que debería detrás de una computadora sin dejar de digitar palabras para encontrarles un sentido y compartirlo con los demás. Y es que parece tan raro e irreal que este sea mi primer fic en el mundo mundial que no pude evitar compartirlo con ustedes. ¡Saludos y nos vemos en la próxima!

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¿Por qué simplemente no captan la idea? ¿Si él no sale con alumnos que ya han estado en la escuela porque creen que aceptaría una cita o sería guía de novatos como ellos que llegan a inicio de año? Pequeños insectos que tratan de llamar la atención de mi preciado ángel.

Veía de lejos como unas chicas de primer año coqueteaban con Yuki y mi corazón se detenía cada que se animaban a acercarse e intentaban tocarlo. Esas chicas le suplicaban que fuera su guía de la universidad, pero él se limitaba a sonreírles tiernamente pues nunca daba una respuesta; jamás he escuchado un sí o un no de su parte, solo muestra su celestial y cautivadora sonrisa a los demás.

Afortunadamente este es nuestro último año en preparatoria... No aguantaría un año más con los mismo "¿Podrías ser mi guía" "Yukito-sepa me está yendo mal en matemáticas ¿Podrías ser mi tutor?" Bueno, no era como si a mí no me lo pidieran también a diario, pero a eso nunca le tomé mucha importancia ya que, por una extraña, razón lo preferían más a él que a mí.

De pronto un novato con cara de idiota se acercó demasiado a Yukito con cierta actitud babosa que me descontroló al instante. Fruncí el ceño al ver la actitud de coquetería que ejercía el chico hacia Yuki y, no sé si esperaba que su técnica funcionará, pero lo único que sabía es que estaba demasiado cerca de él.

Ver las mejillas sonrojadas de mi ángel por el atrevimiento de aquel chico me hacía hervir la sangre. Nadie, absolutamente nadie se atrevía a acercarse de ese modo a él. Sinceramente mi paciencia se acaba...

–Vamos Sempai... Sé que te gustara –siseó él maldito mientras tocaba la mejilla de mi ángel.

Sin poder evitarlo exploto en furia. ¡¿Cómo se atrevía ese bastardo a tocar la mejilla de mi Yuki?!

En menos de cinco segundos, con un simple y ágil movimiento, ya tenía sujetado ese idiota del cuello elevando un poco para dejarlo de puntillas; a parte de todo enano... Aunque lo tengo levantado casi sin tocar el piso, el chico no me llega ni a la frente y tengo que mirar un poco hacia abajo para hablarle. Reí malvadamente. Nadie se acercaba ni tocaba a mi Yuki. Absolutamente nadie.

–¿Sabes algo, amigo? No soy de los que tienen mucha compasión con los demás –el tipo tembló al instante con solo oír mi voz–. Yukito no tiene mucho tiempo libre como para perderlo contigo –solté demasiado tranquilo para ser yo.

–Bá-bájame o si-sino...

–O si no... ¿Qué? –La gota que derramó el vaso–. ¿Me estas amenazando mocoso? –Vi de reojo que las chicas alrededor de Yuki se apartaron un par de pasos de él para después irse de manera calmada, como si en realidad no estuviera pasando nada–. Para ser un alumno nuevo y amenazarme es que tienes que tener mucho valor... O simplemente quieres desaparecer.

–Pe-perdón... –contestó al instante, temblando por completo. Divertido y ya casi satisfecho lo solté dándole un pequeño empujón hacia la pared.

–¿Seguirás pasándote de listo? –Pregunté esbozando una sonrisa más que amenazante.

–Por supuesto que no... Perdóneme por mi atrevimiento –exclamó mientras salía corriendo de ahí.

Coloqué mis dos brazos atrás en mi nuca en modo de indiferencia, aunque la sonrisa que me provocó ver al mocoso correr no quiso desaparecer de mi cara. Hacer lloriquear a mocosos-idiotas que no valen nada es divertido después de todo.

–Y recién estamos a mitad del día, Touya –murmuró mi peli plata atrás de mi espalda. Parecía despreocupado, y como no, esa escena era algo que se repetía muchas veces a principio de año ya que el que dejara de ser amable con los demás era totalmente imposible–. Debes tranquilizarte o te meterás en problemas.

Se coló frente a mi dándome esa mirada cautivadora y única en él. Mi bellísimo ángel. Si supieras que mataría a cualquiera que quiera pasarse de listo contigo.

–Esta vez creo que te pasaste...

–¿De verdad?

–Sí... Le hiciste mojar sus pantalones –se mofó en un tono demasiado sutil mientras acomodaba sus gafas. Me dedicó una mirada de burla que no pasó desapercibida para después volver a su expresión de siempre.

–Te tocó –Yuki me mira con expresión de no entender, así que continúo–. Incluso las chicas se limitan un poco y los otros solo se acercaban con intenciones babosas, pero hasta ahí, no más lejos que eso –hablé intentando cubrir mi rostro.

–¿Celoso? –Me pregunta burlándose mientras comenzaba a caminar por el pasillo, a lo que, con rapidez, llegué a su lado para caminar hacia donde, supongo, tenemos nuestra tercera clase del día.

–No tengo por qué estarlo, al fin y al cabo... Eres mío –expliqué ampliando mi sonrisa.

–Sí claro, sólo tuyo.

–Y de nadie más... –confirmé en un susurro contra su oreja y Yukito se ruborizó más que una manzana–. Tranquilo, no intentaré nada raro mientras estemos en la escuela.

Aunque, claro, ganas jamás me faltaban.

–Toya... No digas esas cosas.

–Bien, pero... ¿Puedo quedarme a dormir en tu casa esta noche?

–Bu-bueno... Sí, claro... Po-porque no... –viendo su expresión y habla me doy cuenta de que mi tono provocador había funcionado mejor de lo que me esperaba.

Un grupo nuevo de chicas nos rodeó para preguntarnos lo mismo una y otra vez. De verdad que eso parece no tener fin.

–Lo siento chicas, pero... –una pausa dramática, eso es lo mejor para conseguir que todas te presten atención. Incluso veo a Yuki mirarme extrañado–. Esta noche tenemos que hacer. Así que, si nos permiten...

Sin una palabra más tomé su mano para salir corriendo de ahí. En ese momento no me importo lo que toda la escuela, en especial esas chicas, pensaran de mí; esta noche dormiría junto a Yukito y lo haría mostrarme ese rostro que solo yo conozco de él, ese rostro que no permitiré a nadie tocar. Jamás.

Yukito, mi ángel, será siempre mío.

Susurros de la Luna 「One-Shot's」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora