Susurros de la Luna 「One-Shot's」

Yo, seré tu luz... [Yesung y Chica]

-----Tabla de Datos-----

•Fic: One-Shot

•Fandom: ELF

•Pareja Principal: Yesung y Chica

•Pov: Chica

•Categoría: Romance (+18)

Esto es algo super Random que escribí ayer a las 2am ya que no podía dormir y el Tortugo no dejaba mi cabeza (culpa de SS4). Espero les guste ^^

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Yo, seré tu luz...

Nunca antes había experimentado aquello a lo que todo el mundo llama AMOR...

Nunca antes me había visto deseando estar siempre con alguien y mucho menos imaginé que, alguna vez, estaría tan dispuesta a dar mi vida por alguien más. Sin embargo, aquí estoy, atesorando este momento a su lado para darle mi vida, pues... ese es mi mayor deseo. Le pongo mi ser en charola de plata para que sea el mismo quien me robe el último aliento y quien haga que finalmente mi corazón deje de latir.

Él no es un hombre como con los que yo solía salir, es diferente, misterioso y excitantemente diferente. Alto, con una leve aura de maldad, muy atractivo, cabellos negros como la noche y de piel tan jodidamente perfecta como la mismísima luna.

-¿Por qué me miras así? -poso su dedo sobre mis labios.

Su simple tacto me produjo una descarga eléctrica.

-No puedo dejar de contemplar tu rostro, tan hermoso... -dije tímidamente.

Él me sonrió y, como es de esperarse, su sonrisa perfecta y malvada me derritió.

-No soy humano, por eso y solo por eso me admiras de esa manera. No lo olvides...

-No -dije en automático-. No es por eso.

-¿Entonces qué es?

Mi cuerpo entero se sintió desfallecer cuando dirigió aquella apasionante mirada a mi otra vez pero, mordiendo mi lengua fuertemente, me doy el valor suficiente para decir lo que siento sin tartamudear:

-Te amo.

El no responde, al menos no de inmediato.

-¿De verdad me amas? -Estoy a punto de responderle, pero no me lo permite-. ¿No te da miedo el simple hecho de que... -toma mi barbilla fuertemente mostrándome como sus ojos brillan con intensidad y algo de miedo, como si temiese a mi respuesta-. No soy humano?

Levanto mi mano y acaricio su rostro dibujando su contorno un par de veces.

-Sé que te amo porque, precisamente, tengo mucho miedo -pasa saliva con dificultad mientras yo continúo-. Tengo miedo por el hecho que yo soy mortal... no sé qué haría su tú te fueras de mi vida, temo despertar un día sin tu aroma junto al mío y sin la sensación de tus besos sobre mi piel. Por eso prefiero vivir por toda la eternidad en la sombra a vivir sin ti.

Pone mala cara.

-¿No debería ser yo quien diga eso? Siendo tú la mortal, eres tú quien corre el riesgo de morir y condenarme a estar solo otra vez.

-Eso no va a pasar -acuno su rostro en mis manos-. Quiero estar contigo para siempre... quiero que congeles mi corazón.

-¿Qué pasa con el sol y... tu alama? -me preguntó sin dejar de mirarme.

-¿De qué vale el sol, si tú eres mi luz? ¿De qué vale mi alma si ya te pertenece?

-No puedo hacerte esto... -susurra tan bajo que inexplicablemente temo que desaparezca.

-¿Por qué?

-Porque la muerte solo es...

Pasan segundos, quizá minutos, sin que ninguno diga nada pero eso solo me pone más y más nerviosa.

-Porque la muerte solo es... -le ínsito a continuar.

-El inicio de todo -finaliza.

No hay más palabras, solo el sonido insistente de mi corazón alocado y nuestro respirar.

No necesito más explicación que esa, no es necesario, solo una vez me conto su historia y eso había sido suficiente para entender que su congelado corazón sangraba cada que lo recordaba y que aquello había resultado ser la peor experiencia de su existencia.

Entonces lo pienso por un segundo... ¿Me pasara igual que a él? ¡No! Él jamás lo permitiría, ¿cierto?

Voy a creerlo.

-Yesung... yo así lo quiero.

Él tomo mi rostro con sus manos alejando las mías con ello y me dio un beso. Al separarse me miro con deseo y amor, un amor que prometía ser para siempre y eso, precisamente, es lo que más deseo en el mundo.

-Sabes cómo debo hacerlo...

Lo sé, por supuesto que lo sé.

Cuando su mano se escabulle a mi nuca le sonrió ampliamente y dejo caer la cabeza hacía atrás sosteniéndome de sus hombros.

-Tu alma -siento su aliento contra mi piel-. Tu cuerpo y tu vida ya me pertenecen -¿Cómo puede ser tan malditamente perfecto incluso en un momento como este?-. Dejaras el sol para vivir en la completa oscuridad conmigo.

-No necesitaremos el sol -deja un beso casto en mi clavícula y me recorre un escalofrió-. Porque... Yo, seré tu luz...

Y ya no puedo pensar en nada pues lo que siento no es nada a como me lo imaginé.

Duele, demasiado.

El dolor en mi cuello es en verdad insoportable. La succión es desgastante, siento que se roba mi vida. El ardor que comenzó en el cuello ahora quema el resto de mi cuerpo paralizándolo a su voluntad y, entonces, de pronto, el dolor se va; siento mi cuerpo helarse en un segundo y dejo de respirar, sin embargo, sigo aquí.

-Te amo -susurra en mi oído.

-Te amé -contesto con una voz que no reconozco-. Te amo y te amaré.

Estoy muerta en vida, literalmente hablando. Éste, es el inicio de todo.