Don't you dare (Yuri Plisetsky)

Te escojo una y mil veces (Especial St Valentine)

Este capítulo es totalmente anexo a la historia y su línea de tiempo, mantenemos el plot original y sus personajes, como todo lo que ha pasado con Lilly y Yuri.

Te escojo una y mil veces

Lilly se bajó del taxi que la llevó hasta al aeropuerto y corrió tanto como sus pies daban, iba a llegar tarde. No le importó ir utilizando la falda de su uniforme escolar que se subía constantemente, ni tampoco que su cabello se desordenaba aún más con cada vez que doblaba en una esquina para llegar al área de vuelos internacionales. Estaba ansiosa y quería detenerse frente a la puerta de aquel vuelo cuanto antes, quería estar presente al momento en que todas las personas comenzaran a desembarcar.

Mientras intentaba recuperar el aliento y que sus mejillas dejasen de estar de color ámbar, captó una capucha negra que intentaba ocultar una cabellera rubia inconfundible. Su corazón se aceleró aún más de lo que estaba, y sin importarle que sus piernas estuviesen temblando por el cansancio, volvió a moverse para llegar hasta él. Sin despegar su mirada de aquella figura, esquivó a tantas personas como pudo y se disculpó con todas aquellas que había pasado a golpear por accidente.

Sin importarle que el chiquillo no la hubiese visto, porque intentaba encontrar un rostro familiar entre la multitud, saltó sobre su espalda pillándolo por sorpresa. Envolvió sus brazos alrededor de su cuerpo y estampó un sonoro beso en aquella suave mejilla. Pudo fácilmente identificar que estaba levemente más musculoso y que probablemente había crecido un par de centímetros.

"¡Llegaste!" exclamó alegremente sin querer despegarse de su cuerpo, inhaló aquel aroma varonil, para sus quince años, y se sintió encantada de que fuese el mismo que su memoria recordaba.

En un rápido movimiento éste se dio vuelta tomándola por la cintura y la abrazó de frente, a Lilly le produjo un escalofríos en todo el cuerpo, pero le encantó aquella sensación. Volvió a encontrarse con aquellos ojos esmeralda que tanto le encantaban y fue imposible dejar de sonreír, finalmente lo tenía ahí, con ella. El muchachito recorrió su vestimenta y notó que aquellas blancas mejillas tomaban un tono rosáceo, que no pudo ocultar, y luego intentó ordenarle el cabello que estaba hecho un total desastre. Después de ello, dejó caer sus labios sobre su frente.

"¿Es esto un sueño o acaso eso fue demasiado cariñoso para ser tu, Plisetsky?" preguntó burlándose y soltando una pequeña carcajada, triunfante.

"No seas idiota" le pidió con aquel tono arrogante que tanto recordaba, pero aún así no pudo hacer desaparecer la sonrisa que no se despegaba de su rostro. Lilly pasó sus brazos por el torso del chiquillo nuevamente y juntó sus manos por detrás de la espalda y subió un poquito la cabeza para observar sus ojos, la cautivaban completamente.

"¿me merezco un beso por venir a buscarte?" preguntó con falsa inocencia y Yuri rodó los ojos negando con la cabeza.

Irguió su cuerpo para que a la castaña le costara verlo directamente a la cara y sonrió orgulloso negándose, era muy público allí. Lilly insistió berrinchuda, alegando que le había tomado más de una hora llegar hasta allí y no había tenido ni tiempo de cambiarse de vestuario. No obstante, cuando la parlanchina chiquilla intentaba encontrar otra excusa para obtener su premio, él le colocó la capucha de la sudadera que llevaba puesta y la atrajo hacia él para juntar sus labios en un beso de reencuentro.

Sus labios, que no se encontraban hace meses, se reconocieron de inmediato y moldearon el uno al otro como si nunca se hubiesen dejado de encontrar. Lilly deseaba ansiosamente probar esos labios una vez más, y por la necesidad que sentía en el ritmo que Yuri imponía, se atrevía a decir que él también la necesitaba. Se separaron unos cortos centímetros, los suficientes para que sus ojos se encontraran, Lilly sonreía contenta, Yuri completamente orgulloso. Así eran ellos.