Día 4: alteanos/galras

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Lance

Ya habían pasado más de cien años desde que la guerra había comenzado.
Años desde que, los Galras y los Alteanos, se odiaban a muerte.
Ninguno de ellos recordaba ya el motivo de su odio.
Y eran tantas las batallas que habían ocurrido, que ya se había perdido la cuenta desde que todo había comenzado.

Pero, para Lance era la primera.

Recién acababa de graduarse en la escuela militar de Altea y lo habían mandado, junto a su equipo, a uno de los puntos clave de el campo de batalla.

Su misión era diezmar las tropas Galras, desde el flanco izquierdo.

La nave ya los había dejado en tierra, ya era la hora de empezar.

Siguiendo las órdenes de su comandante de unidad, Lance y Hunk, se separaron del resto para verificar el número de enemigos.

Una vez que toda la unidad estuvo en un lugar estratégico para un golpe sorpresa, el comandante dió la señal de ataque.

Lance salió disparado desde donde estaba y con su pistola de rayos, acabo con muchos.

Ya casi habían acabado con ese pelotón Galra, cuando Lance se encontró peleando contra uno que no podía vencer.
Por más que lo intentará, el galra parecía adivinar sus movimientos.

Estuvieron lo que a Lance le parecieron horas y horas luchando sin que ninguno tuviera clara su ventaja.

En un descuido, Lance falló un disparo, que dió en un lugar del cerro detrás del galra, provocando una pequeña avalancha de rocas.

Pero que fue suficiente como para dejar atrapados a Lance y a el galra en una pequeña "cueva".

Lance miro al Galra por unos instantes, temiendo que este se aprovechará de lo sucedido y lo atravesara con su espada. Pero eso no sucedió.

Los ojos del Alteano, se juntaron con los del galra y con una silenciosa conversación, llegaron al acuerdo mutuo, de no atacarse mientras intentaban salir de ese lugar con vida.

Ya que de nada servía matar a tu enemigo si este podía ayudarte a salir, además, ambos estaban sumamente cansados, después de esa larga lucha sin vencedor.

Tras varias horas intentando abrir un camino entre las rocas de la entrada, Lance se dió por vencido, tirándose en una esquina a descansar, apenas se podía en pie y las manos le temblaban del cansancio.

Tras unos momentos, el Galra también desistió y se sentó al otro extremo. Considerando lo pequeño del lugar, estaban bastante cerca.

- esto no tiene sentido.
Habían pasado tanto tiempo en silencio, que el morado dió un pequeño salto al escuchar al moreno hablar.

- ¿que cosa?
Lance se sorprendió de lo suave de la voz del galra, el pensaba que tendría esos típicos vozarrones de los bárbaros.

- esta guerra. El odio que sentimos los unos a los otros, por razones que ni siquiera los más ancianos recuerdan.
- supongo que tienes razón.

Tras esa pequeña conversación, se quedaron unos momentos en silencio.

- por cierto, soy Lance. Si voy a estar atrapado contigo aquí, por lo menos debes de saber mi nombre.
El galra se rió suavemente por las palabras de Lance, pero respondió de inmediato.
- me llamo Keith, si es lo que querías saber.

Tras eso, Lance y Keith estuvieron mucho tiempo hablando de cosas sin importancia y comparando sus distintas culturas. Ente ellos poco a poco se iba formando un lazo que sobrepasaba ese odio milenario y esa ridícula guerra.

El tiempo perdió su efecto y podrían haber pasado días tanto como unos pocos minutos. Pero al Galra y al Alteano no les importaba, se sentían en paz y tranquilidad con la presencia del otro.

Llego uno momento en que ambos estaban relativamente cerca. Tal vez demasiado.

Por un momento, dejaron de hablar y se quedaron mirándose a los ojos, cada uno perdido entre las miradas del otro. Sus caras se iban acercando más de la cuenta.

Sus labios casi se tocaban.

Un fuerte ruido los despertó a ambos de su trance.

Hunk y un galra lograron quitar las piedras de la entrada y así liberar a Keith y a Lance de aquella cueva.

La desesperación por encontrar a sus amigos desaparecidos en la avalancha de rocas que había caído de la montaña, había bastado para unir a Hunk y Shiro (el galra que había ayudado a quitar las piedras).

Era tal el alivio de verlos vivos que por un momento, olvidaron sus diferencias y se abrazaron como viejos amigos.

Pero el momento paso.
Para evitar tener que matar al contrario, llegaron a un acuerdo.

Ambas razas se iban a ir cada una por un lado y tan solo se ignorarían.

Lo que Hunk y Shiro no sabían, era que Lance y Keith habían acordado juntarse.

Nada, ni siquiera esa querrá podría evitar que Lance viera nuevamente a Keith y viceversa.

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Listo, día 4, diganme si les gusto o no.

Inicialmente iba a ser lemon 7.7
Pero no me gustó cómo quedó y me dió lata, así que lo cambie.

Es corto, pero bueno. :/

~JesuTheFujoshi

Klance💕 Drabbles y One-ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora