♡ Capítulo 10 ♡

292 54 12
                                    

♢ Law ♢

— Sanji... mmnh.

Tus embestidas me volvían loco, estaba tan deseoso como la primera vez que lo hicimos.

— Law... — Tus jadeos roncos y fuertes los escuchaba claramente y llenabas mi interior, haciéndome sentir caliente y desesperado, quería ser tan tuyo ¿Sería acaso un pecado?

Te acostaste a mi lado y prendiste un cigarrillo, desde que nos casamos habías dejado de fumar como antes ¿Para qué? ¿Había dejado de gustarte?

¿Ya no te sentías tan vacío como para inhalar el humo de la soledad?

— Law...

— ¿Si, Sanji?

— Tengamos hijos... Por lo menos uno o una hermosa princesa.

Ya veo, hijos. No podía dártelos pero no sonaba nada mal.

¿Cómo serían nuestros niños si yo los engendrara?

— No lo sé... ¿No crees que es muy apresurado?

— No lo creo. — Dijiste seguro, tanto que me pegaste tu emoción.

— Sanji, llevamos tres malditos años casados nada más... Es apresurado.

— Pero yo quiero un hijo contigo... Quiero no dejarte tan solo si algún día llegó a morir antes de lo planeado.

Esas palabras me dolieron, era como si ya lo estuvieras planeando desde hace tiempo, pensando en la sombra de la muerte.

— No digas tonterías. — Dije algo irritado, tal vez tenía miedo al pensar sobre eso.

— No lo son. Es verdad ¿no?, después de todo tu eres médico y sabes mejor sobre ella. — Me quedé cayado, quité el cigarro de tus labios para poder darle una calada.

Hijos, seguía en mi mente, rezumbando aquella palabra para olvidar la palabra "muerte". Siempre que pensaba en ella me dejaba un mal sabor de boca.

— Sería lindo pero...

— Podríamos alquilar un vientre, hay muchas damas que lo alquilan a parejas homosexuales e infértiles... ¿Podemos?

— Los niños no son caramelos como para que lo andes pidiendo de esa manera, pero admito que suena tentador.

Tus ojos brillaban, estabas feliz porque tendríamos un bebé.

¿Tanto te gustaría tener una familia?

Pasamos días haciendo cuentas sobre cuánto costaba un alquiler, sus visitas al médico, los medicamentos, las dietas, el hospital, entre muchas otras cosas. No iba a ser fácil, pero ver tu cara de alegría y tu esfuerzo me hacen pensar que todo esto vale la pena. Le haces tanto bien a mi vida.

Teníamos todo, buscamos a una mujer que tuviera rasgos casi idénticos a los míos. Tú pusiste los gametos... me hace feliz pensar que tendría a un pequeño Sanji, un pequeño sol.

Visitábamos a la mujer, era gentil y dulce, nos agradaba y nos hicimos buenos amigos. Los tres estábamos bien.

Los meses pasaron y nuestra bebé crecía saludablemente, estaba sano.

Al séptimo mes fuimos a ver si era un lindo caballero o una hermosa princesa, como te gustaba denominarlos.

¡Sorpresa!, una linda niña llevaría nuestros apellidos.
Y entonces compramos ropa y accesorios para una princesa, nuestro rayo de amor.

Elegimos nombres, raros, exóticos, elegantes y sencillos. De todo un poco.

Llegó un día, 24 de Abril, en donde nuestra niña quería salir a conocernos, ser parte ya de nosotros.

Estábamos nerviosos, sostenías mi mano y la besabas.

Tus ojos se cristalizaron, estabas llorando de emoción al entrar a la habitación y ver a una pequeña niña con cejas en un perfecto remolino.

Nos acercamos y ella nos entregó a la bebé.

— Law... es tan hermosa.

No podías contener tu alegría, te echaste a llorar por una segunda vez y me abrazaste.

Nuestra bebé estaba bien, sus hermosos ojos nos miraban con alegría, eso era lo que decías a pesar de que los niños recién nacidos sólo ven sombras.

Mira bebé, soy yo, papá.

La pequeña agarró mi dedo y sentí cómo el corazón se me oprimía, rompí a llorar también, porque me era el mejor regalo de todos.

La niña más perfecta que mis ojos veían era mi hija.

Niara Vinsmoke D. Water.

●□●□●□●□●□●□●□●□●

Aguanten los pañuelo que todavía falta el epílogo 7v7r nenas.

Las Comisuras Del Sol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora