♡ Capitulo 9 ♡

307 56 18
                                    

♢ Law ♢

Los días pasaron y ya no nos dirigíamos palabra alguna, ni siquiera una mirada me dabas, era como si no nos conociéramos. Creo que de esta manera estabas mejor.

Tú y Nami se veían felices, pasaban el tiempo juntos como sanguijuelas, siendo tan melosos.

Nuestros amigos, los que teníamos en común, nos preguntaban que había pasado, ni tú ni yo comentamos algo y sólo decíamos un gentil "nada".

Llegaron las vacaciones y seguíamos igual, tú por un lado y yo por el otro y créeme que estaba muerto, muerto por ti; lloré muchas noches por ti, me enfermaste... Y era algo incurable.

Revisaba tu perfil, cada cuenta que tenían y en todas publicas fotos o estados para ella. Nunca para mí.

Decidí que ya no había vuelta atrás, de qué servía vivir si ya no tenía motivos... el único que tenía eras tú, mi egoísta sol. Entonces pensé en cómo acabar con mi sufrimiento, las pastillas las taché de mi lista, odiaba ingerir cosas pequeñas. Las navajas causan demasiado dolor y lo que yo quería era ya no sufrir. El cloro me crearía una muerte lenta y dolorosa y ahogarme, no quería sentir como mis pulmones se llenaban de agua.

Que me impacte un coche, que me golpee como tu actitud lo hizo conmigo. Si llego a arrepentirme seguiré vivo pero con un recuerdo de saber que no eras para mí, que ya no lo intentara.

Escribí una nota, tal vez quería acerté el culpable, que te quedaras con esa espina de culpa... quiero hacerte sufrir.

Es verdad, sin el sol no se puede vivir, por lo menos yo no puedo.
Eres tan egoísta Sanji, jamás entendiste que en verdad te amaba... en verdad te odio por eso.
Att: Law.

Dejé la carta en mi mesa para después recorrer los cuartos de mi apartamento, tenía muchos recuerdos en cada habitación y eso no me dejaba seguir vivo. Me lastimaste, pero sé que tengo la culpa por eso, ojala te hubiera dicho ese día que te fueras lejos, muy lejos de mí.

Llegué al escritorio, ese bendito lugar donde tuve que poner la carta sin guardar, de aquel día...

¿Qué hubiera pasado, Sanji, si no la hubieras leído?

Mi celular sonó y mi corazón se aceleró, tu nombre estaba en mi pantalla, me mandaste un mensaje y quiero creerme que esto sólo fue una coincidencia, no obras de un destino o un Karma.

Sanji.

Ya no puedo seguir fingiendo con esto. Iré a tu casa, no tardaré más de 15 minutos.

8:21 pm
17/06/2013.

Quince minutos son suficientes para mí, en quince minutos ya no voy a existir y no podrás encontrarme, ahora dudo que me conozcas bien.

Dejé el celular junto a la carta, a donde iba no necesitaría esa cosa. Estaba armado de valor para hacerlo, no estaba pensando bien, estaba confundido pero era más mi dolor.

Mientras caminaba veía por última vez el cielo nocturno con ese hermoso color azul marino y esas estrellas tan vivaces, me daba pena mi propia existencia porque jamás llegaría a brillar con esa claridad. No tengo el suficiente brillo para llamar tu atención, Sanji.

La calle por donde había un gran parque era un buen lugar para poder morir, los conductores salvajes siempre se hacen presentes, sin respetar la velocidad, atropellan a la semana de 5 a 2 personas y sólo una de cinco muere a propósito, todo esto es porque esa parte no esta poblada aún, las personas no se acercan en las noches por el temor que les da encontrarse con asaltantes en medio de ese parque.

Esperaba que hoy fuera mi día de suerte pero los coches se tardaban mucho o es que pasaban pero a una velocidad moderada. Me estaba aburriendo.  Justo cuando estaba a punto de irme, se escuchó las llantas de un coche que venían a una velocidad que consideraría inapropiada. Mi tiempo ya estaba definido.

Agradecía que este conductor manejara por el carril izquierdo, sólo era cuestión de un pequeño salto y mi vida se iría.

Mi corazón se aceleró cuando me puse en frente de ese coche color magenta, no se detenía, me estaba haciendo un favor. La luz de los faroles me daba a la cara, cerré los ojos esperando el impacto y lo único que pude sentir en como me empujaba y veía oscuridad. Una terrible impotencia y depresión me inundó.

Me encontraba en el suelo frío y escuché algo que no creía que volvería a escuchar.

— ¡¿Acaso eres un idiota?!

Tu voz, volví a escucharla.

— ¡Maldito, y luego dices que el egoísta soy yo! — Tus lágrimas caían en mi rostro y estabas temblando.

— ¿Por qué? ¿Por qué no me dejaste morir?

— Porque ¿entonces qué haría con mi vida si no te tengo conmigo?

— Nami, cuida...

— ¡No!.. me equivoqué, sé lo expliqué todo y reaccionó de una manera buena... Ella también estaba pasando por algo similar.

No dejabas de llorar y tus temblores sólo aumentaban. Estabas arriba de mí, tu frente con la mía, estábamos en medio de los carriles, pero no te percataste de ello y me abrazaste, tal vez podíamos morir justo aquí por ser un par de idiotas, pero al menos moriríamos juntos.

— Odio dañar a una dama, pero la simple idea de dejarte, de hacerte sufrir, me lastimaba más...

Las estrellas brillaban con gran inmensidad, ¿cuánto tiempo tiene que pasar para que una estrella fugaz cumpla tu deseo?

— Te amo... — Y volví a intentarlo, quiero creerte, hacerte completamente mío, quería ser tu luna, el único que ames...

— Te amo mucho más que todas esas estrellas juntas. — Sonaba bien, sonaba para nada a ti, pero no negaré que me sentía tan superior a una mujer.

Te abracé.

— Idiota.

Te amo tanto Sanji que juré morir por ti, pero no tenía en cuenta que me salvarías en el acto.

¿Tanto me amas, mi querido sol?

Las Comisuras Del Sol.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora