Narra Megan.
Hoy un día importante para todas aquí pero para mí no, y mucho menos para mis dos mejores amigas, Isabella y Lissa. Hoy será la graduación, la fiesta y la venta de todas las de ésta academia. Todas estamos por motivos equivocados aquí pero al fin y al cabo aquí.
Isabella está aquí porque su madre la abandonó al no poder criarla y dándole órdenes a Sam para criarla y venderla a un mafioso como esposa y pues a eso es que se dedica esta "academia", a criar y vender mujeres a mafiosos para que se conviertan en sus esposas y por eso esta academia es tan especial, enseñan defensa personal, como ser una mujer de casa, como criar a hijos, pero también como un instituto normal donde enseñan ciencias, idiomas y todo lo demás. Lissa fue casi la misma historia, su padre la vendió y Sam la crió y pues yo, mis padres murieron y Sam me ayudó, él era un amigo de mis padres, nunca supe si mis padres se dedican a este negocio o a cosas peores ya que Sam no me habla al respecto, él prometió no venderme si yo no quería y apenas lo estoy pensando ya que mis únicas amigas sí lo harán, no porque quieran, solo porque no tienen una mejor opción, o eso creen ellas.
Me encuentro en la sala de Danza ya que ésta academia tiene grupos como cualquier otra, Isa esta en Equitación y Lis en Jardinería.
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El grupo de danza estaba conformado por 10 mujeres que estaban vestidas para la ocasión con shores muy cortos, y top mientras Megan con sus pantalones holgados y camiseta cuatro tallas más grande con el numero 35 resaltando entre todas. La canción sonó: 7/11 de Beyoncé y las mujeres empezaron a moverse olvidándose de todo y eso hizo ella, olvidarse de lo que pasaría en las próximas horas y moverse como nunca.
Minutos antes, Mason, el mafioso más peligroso de Rusia entraba con sus hermanos y socios de sus negocios, Ignazio y Lucca. Sam los esperaba, ya que ellos al ser unos de los principales invitados de la fiesta, graduación y venta necesitaban ver el lugar con anterioridad, Sam muy cordialmente les ofreció un recorrido por el lugar, para que conocieran y miraran a las mujeres en un día normal, y seguramente fijaran la vista en una de ellas.
Avanzaron y a lo lejos se escuchó una canción, Mason al principio le molesto pero por petición de sus hermanos se acercaron para ver a algunas mujeres.
-Este es el salón de danza, alguna se retiran ya que no lo encuentran muy entretenido. Díganme caballeros, pero yo creo que no hay cosa más placentera que una esposa que se sepa mover muy bien y solo para su esposo. -Sam sonrió ampliamente.
-En eso estamos de acuerdo Sam. -fue Ignazio el que respondió.
Llegaron hasta una de las puertas del amplio salón que poseía espejos al frente y encontraron una escena muy movida, las mujeres no notaron su presencia, estaban gustosos de verlas.
Mason miro su reloj aburrido, ya que las canciones y los bailen no eran lo suyo pero sus hermanos estaban con amplias sonrisas al igual que Sam al sentirse orgullosos de sus muchachas. Mason miro desprevenidamente la escena hasta que se topó con ella, una mujer que por mucho llegaba a 1,60 de altura, cabello negro brillante y piel blanca. Ella se movía al compás de la música, tenía una camiseta muy grande que no dejaba ver su cuerpo y eso no le gustó a Mason, se mordió un labio inconscientemente y sintió como su zona baja se movía al verla moverse de esa forma tan insinuante, su camisa tenía el número 35 y desde ese momento ese sería su número favorito. Vio por el rabillo del ojo como sus hermanos entablaban una conversación con Sam y se alegró que solo él la estuviera viendo.
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Los Hermanos Kozlov. ||Terminada|| SIN EDITAR ||
Teen FictionLa vida de las tres amigas: Megan, Isabella y Lissa cambia por completo cuando en una de las tantas subastas, en la academia que han sido educadas, son compradas por tres hombres ancianos. Al despertar, se dan cuenta que han sido compradas por los h...