Narra Megan.
El frió de octubre estaba haciendo de las suyas, el invierno está próximo. Mire a la derecha topándome con Mason que seguía en el mismo sillón, la misma ropa, su ojo está morado y tenia dos puntos en su frente, no sé porque estaba así y no me lo quiso dar a saber pero sé muy bien que eso es por una pelea y no quiero saber con quien pero extrañamente Wayne apareció ayer con su labio roto y también un ojo morado.
Mi pierna esta bien, ya la puedo mover, toda mi vida y la de esta familia esta de cabezas. Me enteré del estado de Lissa, como estaba, todo lo que recibió por Isabella pero lo único que me reconforta es que Isabella y su bebé están bien.
-Megan. --un susurro me distrajo del techo que miraba mientras pensaba. William abrió un poco la puerta y entró, caminó hasta mi, mirando a Mason todavía dormido. --Te ves mejor.
-Me siento mejor. --él sonrió.
-¿Recibiste los chocolates que te envié?
-No. --mire a Mason que se movió y después recordé lo que había pasado ayer.
Lucca había venido a visitarme, me dijo que me traía un ramo de flores y también chocolates pero que Mason no lo dejo, colocando la escusa barata de que él era el único que podía hacerme esos regalos y pues así lo hizo, la habitación tenia 4 ramos con peluches, ayer me había traído unas tortillas con una salsa muy picante, dijo que era típico acá en México, todavía estamos es este país.
-Bueno, igual no importa, el chocolate casi no me gusta ya. --mentía claramente.
-Me alegra que estés bien, y que ese pequeñín también lo esté. --William hizo un puchero hablándole a mi vientre.
-Quieto camarada. --Mason habló llamando nuestra atención.
William no alcanzo a tocar mi vientre por la advertencia de Mason, éste se levanto del sofá y llego hasta mi. Creo que Mason disfruta ver el nerviosismo de William siempre que le habla, al contrario de Wayne que se mantiene firme ante Mason y ante cualquier Kozlov.
-Que tengan buena tarde, señor y señora Kozlov. --William dio la vuelta, agacho la cabeza y salió.
-Lo asustas, no hizo nada. --gruñí.
-No, pero hay que estar prevenido. --me sonrió pero eso no hizo que lo dejara de mirar mal. --El medico le dijo a Ethan... a Wayne que dentro de dos días ya podrías salir.
Mason se puso serio al instante.
-¿Cómo está Kim? --no quería discutir en ese momento con Mason y menos en un hospital.
-En Rusia, vigilada por agentes de la CIA y míos. --vi como toco los anillos en su mano. --Esta mañana hable con ella y está bien.
-Mason, no tienes necesidad de ocultarme nada, antes que pasara todo este asunto yo supe todo, por mi propia cuenta. --Mason suspiro pesadamente.
-Solo quiero que ustedes estén bien, no quiero que estén en todo esto por mi culpa, mira lo que ha pasado desde que estás a mi lado. --cogió mi mano izquierda mirando los anillos. --Quiero que estés bien, eso solo ocurrirá si estas lejos de mi. --termina besando mi mejilla.
-Te amo. --susurro.
-Prometí amarte y lo estoy haciendo. Te amo. --termino con una sonrisa.
Se acercó a mi hasta darme un beso, pude sentir todo lo que me demostraba en ese beso.
Dos días después...
En la habitación están el medico, William en una esquina, Ignazio, Mason, Wayne y por supuesto yo sentada en la cama.
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Los Hermanos Kozlov. ||Terminada|| SIN EDITAR ||
Teen FictionLa vida de las tres amigas: Megan, Isabella y Lissa cambia por completo cuando en una de las tantas subastas, en la academia que han sido educadas, son compradas por tres hombres ancianos. Al despertar, se dan cuenta que han sido compradas por los h...