Capítulo 19: Un disparo, dos cuerpos.

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-¡¡Nada!! ¡Eso es lo llevamos hasta ahora, han pasado cinco días sin ver a mi mujer! --Mason estalló contra Hiroshi.

-Primero te calmas, segundos no me grites, ¿acaso se te olvidó con quién estas hablando? --Hiroshi se acerco a Mason desafiante.

-Señores, vamos a calmarnos. --Oliver les habló. --Mason te entiendo pero tienes que tener paciencia, tienen que tener paciencia. --se dirigió a los demás hermanos.

-¿Qué ha pasado con el rastreo? --pregunto Pietro.

-Nada, parece como si estuvieran bajo tierra, no hay señal de ellas. --Ignazio respondió.

-Estamos igual que el principio. --Lucca habló.

-Mejor vámonos de aquí. --Hiroshi miro a su alrededor. --La sangre está manchando mis zapatos favoritos.

Salió del charco de sangre. Estaban en una bodega abandonada siguiendole el paso a Kirill y habían hecho de las suyas. Empezaron a salir de la bodega mientras Ignazio trataba de ignorar todo, él era el encargado de administrar otros tipos de negocios ya que la sangre y él, no se llevaban muy bien.

Después de una hora de viaje llegaron a la mansión, al entrar Mason se fue directo a su habitación mientras Ignazio y Lucca se quedaron en la sala con Rosa y Kim.

Ethan está exclusivamente rastreado a las mujeres de los hermanos con dos hombres de su total confianza.




(...)

-Isabella, ¿cómo estás? --pregunto una vez más Lissa.

-¡Ya, por favor! ¡No aguanto más! No quiero que me pregunten como estoy, estoy embarazada mas no enferma o invalida y ustedes también están mal. --Isabella se paro de la cama.

-Estamos preocupadas por ti y ese bebé. --Señaló Kris el vientre de Isabella que según sus cálculos era de casi cuatro meses y apenas se asomaba.

-Tenemos que salir de aquí, no podemos esperar ser damicelas en peligro esperando ser salvadas. --sentenció Megan.



(...)

-Mason, ¿puedo pasar? --Rosa tocó la puerta de la habitación de Mason y Megan.

No se escucho nada, Rosa tomó el pomo de la puerta y la hizo girar. Se encontró con un desastre total y a Mason en un rincón de la habitación con una bata negra en su mano y en la otro un vaso.

-Mason para. Eso no traerá de vuelta a Megan. --habló suave dirigiendose a él.

-Lo sé, pero esto me ayuda a tranquilizarme. --Mason bajo la cabeza. --No sabes como me siento, y saber que le pueden hacer daño a ella o a nuestro hijo. --una lágrima resbaló por su mejilla.

Rosa no habló, se quedó callada ante tal confesión.

-Tienes razón, no sé como te sientes pero sé que a ella no le gustaría verte así, bebiendo y haciendo otra cosas. --habló mirando la jeringa a su lado.

-Entonces, ¿que hago? ¿Esperar hasta que me manden alguna parte de su cuerpo? --miro con rabia a Rosa. --¡Juro que pagaran con sus miserables vidas todo lo que están haciendo!

La puerta es tocada desesperadamente, sin esperar a ser abierta, Lucca la abre.

-Tuvimos una señal. --



(...)

-Esto no me parece bien, tú tienes que ir con nosotras. --Isabella tomó la mano de Megan.

Los Hermanos Kozlov. ||Terminada|| SIN EDITAR ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora