La vida de las tres amigas: Megan, Isabella y Lissa cambia por completo cuando en una de las tantas subastas, en la academia que han sido educadas, son compradas por tres hombres ancianos. Al despertar, se dan cuenta que han sido compradas por los h...
Había pasado una semana del entierro de Kris, todo fue muy sombrío, Kim había aceptado la partida de su madre fácilmente. Isabella tenía más de cuatro meses y Megan apenas cumplía los cuatro, sus vientres habían crecido.
Mason se levanto de la cama, abrió el ventanal y salió al balcón, Megan dormía placidamente, los cambios de humor le estaban afectando mucho ya que de completa felicidad pasaba a enojo y después a tristeza y así, Mason se ganó varios regaños de su parte pero no le importaba, cuidaba de ella y su bebé, era lo único que le importaba ahora.
La miro, su miraba bajo por las piernas descubiertas, las pijamas que antes usaba ya no le quedaban bien así que Mason le había prestado una de sus camisas, Mason no se pudo contener y había deseado tenerla y besarla, probar de nuevo el paraíso pero Megan se había negado diciendo que podría hacerle daño al bebé. Megan últimamente no se sentía bien con su físico ya que decía que se veía como una pelota de playa.
Mason volvió a la cama, subió la camisa dejando ver el vientre abultado de Megan.
-Hola bebé. --susurro para no despertar a Megan y ganarse un regaño. --Estas cada día más grande, pero no hagas sufrir a mami, se bueno con ella. --tocó el vientre y le dio varios besos. --
Se acostó al lado de Megan abrazandola, se veía más hermosa que nunca ya que tenía un brillo en sus ojos pero sabía que no todo sería así para siempre y menos por su oficio.
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(...)
-¿No te parece que es mucho? --Lissa pregunto un poco asqueada al ver el "desayuno" de Isabella.
-No, claro que no. --Megan se unió a ellas mientras Rosa sólo escuchaba.
-Eso se ve delicioso Isabella, ¿habrá más para mi? --Megan pregunto al ver el plato de Isabella, Lissa blanqueó los ojos al escucharla.
-¡Ay Dios! Eso se ve asqueroso. --dijo mientras se sentaba en la barra.
-Tú no nos entiendes, es cosa de embarazadas. --Dijo Megan ganando la aprobación de Isabella.
-Tienen razón, es cosas de ustedes pero yo si se utilizar algo que ustedes no. --dijo Lissa detrás de la barra, ellas la miraron expetantes. --Condones. --dijo con un gesto obvio.
Rosa río por lo bajo al escuchar eso. Kim llegó con su peluche a la cocina, se sentó al lado de Lissa todavía sobandose los ojos.
-¿Cómo amaneciste, Kim? --pregunto Rosa dándole un tazón con chocolate.
-Igual que siempre, Stephan casi no me deja dormir. --las amigas se miraron, Rosa miro a Lissa y ésta alzó los hombros.
-¿Por qué? ¿Qué te hizo? --habló Megan.
-Estaba hable que hable, diciendo muchas incompetencias. --habló tomando más chocolate.
-Incoherencias. --corrigió Megan. --Dile que yo le mando a decir que te deje dormir.
