Disclaimer: Alice in Wonderland pertenece a sus respectivos dueños. Sólo escribo por placer y sin fines de lucro
Capítulo 7: La elección
―Hazle beber esto.
La Reina Blanca le tendió una botellita de líquido verde oscuro al Sombrerero en cuánto volvió a la habitación. Alicia seguía con los ojos cerrados en la cama.
―Ella habla conmigo― le dijo el Sombrerero, tomando la botellita ―. Puede escucharme, Mirana.
― ¿Qué quieres decir?
―Que hasta hace un rato estaba hablando con ella.
El Sombrerero se pasó la mano por la frente y miró a la chica en la cama. La respiración de ella se estaba acelerando y se podía ver que estaba haciendo fuerza con las manos, sujetando con fuerzas las sábanas blancas.
―Dale la pócima, Tarrant― ordenó Mirana ―. Ahora, antes de que empeore.
El hombre destapó la botellita con cuidado y la acercó a los labios de Alicia. Con cuidado para que no se ahogara, vertió el contenido en su boca poco a poco. Ella se sacudió, como si intentara correr.
[...]
Alicia miró seriamente hacia abajo, cerró los ojos, tomó un respiro y se dejó caer hacia adelante. Por un segundo, le pareció sentir el sabor de un líquido extraño en la boca.
― ¡Alicia, no!― gritó su madre, en un intento desesperado por atraparla.
Las personas que estaban en la azotea gritaron del susto y por más que Helen corrió hacia su hija, no la alcanzó. La muchacha cayó y cayó, lo sentía en el viento que le daba en la cara. La caída duró más de lo que debería haber durado, o de lo que esperaba que durara, mientras el mundo en el que estaba, comenzaba a desvanecerse a su alrededor.
Y así como si nada, ella despertó. Ya no caía. Ella sintió su cuerpo estaba recostado entre algunas sábanas cálidas. Abrió los ojos. La luz blanca le encegueció al principio, pero luego se formó ante ella la expresión preocupada del Sombrerero. Tarrant observó a la joven abrir y cerrar los ojos muy lentamente, ya que ambos creyeron estar soñando.
―Alicia― susurró él, tomándole la mejilla ―. Estás despierta.
―He vuelto― dijo ella, sonriéndole alividada ―. He vuelto para quedarme.
Se abrazaron con fuerza. El aroma a té invadió los sentidos de Alicia, mientras él la rodeaba con sus brazos. Ella notó que la Reina Blanca los observaba de pie, enternecida.
―Reina― le dijo, en cuánto se separó de Tarrant.
― ¿Estás mejor?― preguntó la albina reina.
―Me siento de maravillas― Alicia se sentó en la cama. Se dio cuenta de que su estómago, en dónde tenía los puntos ya no le dolían, cuando antes le daban punzadas con sólo moverse un poco.
―Revisa tus puntos― dijo Mirana, confiada. La chica hizo caso y pasó las yemas de sus dedos por dónde estaba la herida, a través de su camisón. No sintió nada extraño. No podía ser. Se levantó un poco la ropa de dormir, con cuidado para que no se viera nada más que su estómago y vio qué los puntos de su herida ya casi no eran visibles en su piel.
―¡Mira, me curé!― le dijo al Sombrerero, emocionada.
―La pócima que te dio Mirana ha funcionado, lo único que estaba mal contigo eran tus pesadillas― la miró con dulzura ―. Y parece que ahora estás mejor.
―Eso parece.
Ellos se quedaron en silencio, compartiendo una mirada. La Reina Blanca se dio cuenta de lo que sucedía y se excusó de la habitación. Ahora estaban solos.
―Pero, no lo entiendo― el Sombrerero fue el primero en hablar ―. En verdad pensé que elegirías tu vida de arriba en vez de esta. ¿No era acaso ese el mundo al que perteneces?
―En efecto, allí pertenecía, pero en tiempo pasado― Alicia le sonrió a su extraño amigo ―. Sombrerero, ¿Quieres saber un secreto?
―Sí.
Ella se acercó a él, como quien le contaría un secreto a alguien al oído. Tarrant sintió algo de nerviosismo teniéndola tan cerca.
―Tú eres mi razón para quedarme y tú eres el mundo al que pertenezco― susurró ella.
El Sombrerero dejó salir un suspiro de alivio y se puso a reír histéricamente de la felicidad.
― ¡Qué suerte que volviste, Alicia!― exclamó luego, volviendo a acariciarle la mejilla a la chica ―. Esta vez, realmente me había asustado.
Alicia puso sus manos en el rostro de Tarrant.
―No tienes que preocuparte ahora. No pienso dejarte y las pesadillas ya no serán un problema.
Se acercó al hombre loco de quien se había enamorado y lo besó. Él le devolvió el beso. Esta vez ambos estaban seguros de que nada malo les sucedería.
Una Alicia murió en Inglaterra, otra Alicia renació en Infratierra. Una fue considerada como una loca suicida que no podía ser salvada, la otra estaba ahora en los brazos del hombre más demente y caballero del mundo. Ambas Alicias eran la misma persona, pero eran tan diferentes a la vez. Alicia tenía dos vidas. Arriba y abajo. Ella tenía que elegir una de sus vidas y eligió la que la hacía verdaderamente feliz. Ella prefirió quedarse con el sueño que la perseguía de niña y rechazó la cruel realidad. Ella ahora sí podía ser feliz y el Sombrerero ahora era su razón para quedarse en Infratierra para siempre.
Fin
Si te interesa leer más sobre Alice in Wonderland, entra a mis historias "La igualdad entre el cuervo y el escritorio", "La historia del Sombrerero" o "Colección de One Shots AliciaxTarrant"
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Cereza Queenie
ESTÁS LEYENDO
Sueños [AliciaxSombrerero]
FanficAlicia es fuerte y valiente. Luchará por la Reina Blanca. Y debe decidir si se va a quedar en Infratierra con el Sombrerero o si va a volver a su aburrida vida. Pero tiene un problema, luego de una herida grave en la batalla, los sueños y la realida...