Capítulo 6: Nieve y cuarteto de tontos.

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Querido diario:

Volvieron, por fin. Sólo estarán durante las vacaciones de navidad pero lo importante es que llegaron. Debemos tratar de no hacer ruido mientras te cuento porque pasan de las cuatro de la mañana y se supone que debería estar dormida pero no quería irme a la cama sin decirte todo lo que pasó.

Fuimos a recoger a Lily por la mañana, Severus estaba con ella, me acerqué y los abrasé a ambos y mamá y papá lo invitaron a él y la Señora Snape a que vinieran a la casa a comer. En cuanto terminamos de comer corrimos al parque, ahí estuvimos jugando mientras ellos me contaban cosas maravillosas de Hogwarts.

Hablaron del Bosque prohibido donde que se encuentra en el exterior del colegio y dónde habitan toda clase de criaturas y cosas espeluznantes, del quidditch que es el juego oficial del Mundo Mágico y que a Severus no le agrada mucho, de encantamientos que reparan cosas al instante y transforman animales en copas, todo fue increíble, no terminaría nunca de nombrar la cantidad de cosas que me dijeron.

Quería que me mostraran algo de lo que aprendieron pero sabía que era imposible, la ley para la regulación de la magia en menores les prohibía usar sus poderes fuera del colegio. Severus y Lily me dieron como mil obsequios, grajeas de todos los sabores, ejemplares del "Profeta" (el periódico de los magos), postales con descripciones detalladas de todo lo que veían, había una de un lugar llamado Hogsmeade (es el único pueblo cien por ciento mágico de toda Gran Bretaña ¿fantástico no?) y de otros como "La casa de los gritos", "Salón de té de Madam Pudipié", "Honeydukes" y de un millón más.

Lo que más me gustó de todo, fueron los libros que me dieron. Eran los que habían utilizado en Hogwarts con sus comentarios respectivos de cada asignatura, en especial los libros de Severus tenían muchísimas anotaciones. Me hizo sentir tan feliz que se tomaran tantas molestias por mí, sabía que no era parte de su mundo pero tener todo esto me hacía sentir que eso no importaba pues los tenía a ellos y eso era un trillón de veces mejor.

La verdad es que lo más maravilloso del día ocurrió a media tarde. Mamá le pidió a Lily que la acompañara a comprar unas cosas y la Señora Snape le dijo a Severus que lo esperaría en casa así que nos quedamos solos. Al principio, lo noté algo incómodo con mi presencia, era normal pues no estaba acostumbrado a estar solo con alguien que no fuera Lily y aunque ya fuéramos amigos, gracias a las cartas que hemos estado compartiendo desde su llegada a Hogwarts, nunca habíamos pasado tiempo juntos.

Lo que hice para "romper el hielo" fue, literalmente, "romper el hielo". Me levanté y, sin que pudiera reaccionar a tiempo, le lancé una enorme bola de nieve directo a la cara. Me vio furioso, hasta pensé que explotaría o algo, me arrepentí de haber hecho lo que hice e iba a pedirle disculpas cuando otra bola de nieve golpeó mi mejilla derecha y escuché sus carcajadas. Sobra decir que los dos terminamos empapados de pies a cabeza pero no nos importó. Jugamos a las escondidas, a la búsqueda del tesoro, a las atrapadas, hasta inventamos un juego que consistía en formularnos preguntas sobre el Mundo Mágico (a Severus casi le da un ataque cuando gané).

El tiempo pasó demasiado rápido y mamá y Lily volvieron, me entristecí porque mamá dijo que ya era muy tarde y que Severus debía volver a casa. No quería que se fuera y parecía que él tampoco quería irse, aunque al ver cómo miraba a Lily, supe que no era por mí. Al final, mamá accedió y llamó a la Señora Snape para preguntarle si Severus podía quedarse a dormir en casa y ella aceptó. Cenamos y tomamos chocolate caliente con malvaviscos.

Estuvimos jugando un rato más hasta que Lily se quedó dormida, entonces Severus me contó sobre cómo era estar en Slytherin. Al parecer a los chicos de esa casa no les agradan los hijos de padres muggles, los llaman "sangre sucia", y dicen que no deberían permitirles entrar a Hogwarts, Severus me aseguró que él no comparte sus ideas pero que es realmente difícil ponerse en su contra pues sería algo así como tener que estarse cuidando la espalda todo el tiempo y ya tenía suficiente con los tontos de Gryffindor que lo molestaban.

"Los merodeadores", así se hacían llamar pero no eran más que una pandilla de niños tontos y desubicados que disfrutaban de molestar a los demás, en estos momentos, su víctima preferida era Severus y siempre le hacían la vida imposible ya sea que se burlaran de su físico (que a mí me parecía perfecto) o de la ropa que usaba (es vieja pero ¿eso qué más da? Lo que importa no es cómo luces por fuera sino por dentro), él trató de ignorarlos pero se dio cuenta que eso no funcionaba y comenzó a atacarlos también aunque Lily siempre los salía defendiendo con la excusa de que "sólo eran unos inmaduros".

Pues déjame decirte que inmaduros o no, desde ya, odio a esos cuatro y si pudiera les haría pagar todo lo que le hacen a Severus, estoy segura que ellos no son perfectos, ni de cerca. Ooops, debo irme, escucho pasos, seguramente es papá, dejé a Severus en la sala hace pocos minutos y seguramente me escuchó entrar a la habitación. Te dejo y si llegas a tener alguna idea para vengarme del cuarteto de tontos, por favor, házmela saber.

Nox.









*Hola, hola, sólo quiero darles las gracias a los que leen esta historia, la hago con todo el amor y, de verdad, espero les guste. También aprovecho para decirles que los siguientes capítulos, al igual que este, tendrán grandes saltos en la línea temporal pero hay una poderosa razón para ello y la entenderán cuando llegue el momento, lo prometo. Gracias por sus votos, gracias por sus coments, gracias por leer. Nox.

La tercera Evans.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora