Alma.
Había estado toda la tarde estirada en el sofá cuando escuché que se abría la berja de casa, seguro las chicas ya habían llegado.
-Ya estamos en casa!!- escuché saludar a Irene y Laura mientras se acercaban a la cocina.
- Espero que estés preparada para esta noche- me dijo Laura en tono cantarín y moviendo el culo a la vez que me enseñaba una bolsa con varias latas de cerveza.
Laura no había dejado de incordiarme toda la semana con que saliéramos el viernes, y como llevo haciendo los últimos tres meses, me he negado cada vez que lo proponía, pero por lo visto hoy iba a ser más dificil mi negativa.
-Te he dicho que no pienso salir, menos aún beber- le dije mirando hacia la bolsa que acababa de dejar sobre la isla de la cocina.
- No te ha preguntado si estabas de acuerdo, levantate del sofá que se nos hace tarde.- me dijo esta vez Irene.
- Pero... Tu estás de su lado?- le pregunté sorprendida, por lo visto Laura la habia convencido.
Normalmente ella se quedaba en casa. Al contrario de Laura, que era la típica golfa que sale siempre que puede, Irene siempre habíe sido una chica muy ermitaña, demasiado seria para andar fiesta o tontear chicos porque si.
- Llevas seis meses sin hacer nada Alma, solo sales de casa para trabajar- me quedé mirandola pensativa sin saber que contestarle.
Vale, quiza tenía razón, habia pasado toda la tarde mirando la tele, y lo mismo llevaba haciendo todos los dias desde que regrese a vivir con ellas.
- Alma ya es hora de que te diviertas un poco- continuó al darse cuenta de mi momento de debilidad. - Espabila que cenamos por ahí y luego iremos al pub de Lucas, haber si con un poco de suerte, conoces algun machote que te alegre el cuerpo.-
Sabiendo que contra Irene no tengo nada que hacer me levanté del sofa.
- Hoy iré pero lo del machote os puedeis ir olvidando que no esta el horno para bollos, y el fin de semana que vine me dejais en paz- les dejé claro, mas que nada porque no tenia nada de ropa interior que me quedara decente, pensé mientras suvia las escaleras que daban a las habitaciones.
Fui directa a rebuscar en mi armario, en los ultimos seis meses había perdido casi siete kilos y la mitad de mi ropa me quedaba enorme. Pero si me negase a salir con el tonto pretexto de no tener ropa, capaz es Irene de sacarme en pijama a la calle... o peor aun, obligarme a ponerme algo de Laura, casi siempre... demasiado... Demasiado todo.
Tras ducharme,y decidirme por el vestido negro con adornos brillantes. Para que engañarnos, sólo lo usaba cuando no sabia que ponerme. me acerque al espejo para examinarme, afortunadamente aún me quedaba medianamente bien. El maquillaje obraria el milagro sobre mi rostro ojeroso.
Cuando estaba terminando de maquillarme escuché a las chicas poner musica desde el salón, eso queria decir que ellas ya estaban listas.
Esperaba no arrepentirme de salir aquella noche, la ultima vez que salí con ellas me encontre con Manu, mi novio desde hacía dos años, liandose con Natalia, una monitora de nuestro gimnasio.
Precisamente fue el ultimo dia que lo vi, y también fue la primera noche que pese en la que era mi casa cuando iba a la universidad, por la mañana la chicas trajeron absolutamente todas mis cosas y ya habían pasado seis meses desde entonces.
Unos toques en la puerta me despertaron de mis ensoñaciones.
-¿Te falta mucho Alma?, tardabas tanto que creiamos que te habías rajado- me preguntó Laura asomando la cabeza por la puerta.
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Ésta vez vamos en serio
RomanceEstaba tan cansada de sentirme vacía, cada día se repetía la misma rutina. Buscar trabajo, dormir y comer, en ese mismo orden de prioridad, el apetito había desaparecido de mi vida y era algo que debía agradecer al cabrón de mi ex. Por no mencionar...