Capitulo 3 (PARTE 1) La llamada

429 2 0
                                    

Carlos

Tan solo medía hora mas tarde de haberme sentado en la mesa. Marta ya me estaba incordiando hasta el punto de querer quitármela de encima, como si fuera una mosca en mediados de otoño, prácticamente pululaba sobre mi, desplegando sus artes de seducción. Para mi gran alivio las dos se levantaron para ir juntas al servicio.

-Carlos, apenas has dicho cuatro palabras desde que has llegado.- Sebastián me miró, y entretanto yo bebía de mi botellín, ignorándole.-no me digas que sigues dándole vueltas al mensajito.- fue una afirmación.

- Me a tocado las pelotas que viniera Marta.- contesté a desgana.- no estoy de humor para aguantarla, tu la has visto?- le miré asqueado.

- Pensaba que te gustaba.-

- Y me gustaba, hasta que ha perdido la cabeza.-  Me gustaba que no me hicieran caso, o que parecieran inaccesibles, pero en cuanto pasaban por la piedra, se volvían insoportables y perdía todo el interés...

-Ya estamos aquí.- dijo una voz cantarina a mi lado.- Carlos puedo hablar contigo, ¿A solas?- no perdió el tono cantarín, pero ya no parecía tan alegre.

- Claro.- me levante sintiendo que era mi momento para darle puerta. Agarré mi cazadora y salimos del local. Nos apartamos un poco de la gente que fumaba en la terraza.

- Te noto un poco distante conmigo. Hace unos días no eras así...-  Hablaba mirándose las manos, pero por lo menos iba directa.- Es que he echo algo?- Joder, la tía se ha pillado más de lo que esperaba, no me gustaba toparme con mujeres así. Complicaba mucho las cosas.

- Nena, ha estado bien, pero no me apetece tener nada serio, creía haberlo dejado claro.- La mire, estaba pálida. Mierda, tengo que huir antes de que me monte una escena. Me cerré la cazadora y metí las manos en los bolsillos- Puedes despedirte de los demás por mí, me voy a casa.- me di la vuelta y sin más me alejé calle arriba, decidido a llegar a casa lo antes posible.

"Soy un cabrón", lo sabía desde hacía algún tiempo. Desde que perdí la cuenta de las veces que he tenido que repetir la misma frase, pero parece que las mujeres de hoy en día, ven a un hombre difícil, que les da duro y automáticamente pierden la cabeza.

"Grey me has complicado la vida"

Llegué a casa y poco minutos más tarde sonó el telefonillo, no tenia ganas de contestar y no lo hice. Encendí el televisión y puse el canal de vídeos musicales en el momento que la despampanante Niky Minaj movía su enorme trasero con la canción " bang bang" acompañada de dos mujeres más. No pude evitar quedarme mirando hasta que terminó el vídeo. Entonces fui capaz de apartarme de la pantalla e ir a prepararme un bocadillo para cenar. Pero unos golpes en la puerta me interrumpieron. Ahora no podía hacer ver que no estaba, la musica debía escucharse desde fuera.

Recé por que no fuese Marta, me acerque a la puerta y me asome por la mirilla. Sebastián levanto una mano en forma de saludo, sonreí al verlo con la cabeza abombillada a causa del efecto del pequeño cristal. Abrí la puerta y me encamine a la cocina. Sebas entró y me siguió cerrando la puerta tras de si. No dije nada pero agradecí que viniera solo.

- Oye, no me voy a quedar mucho, tengo a una rubia cachonda esperándome en el coche.- Me dijo apuntalandose en el marco de la puerta.

-Pues no se a que vienes aquí.- Le respondí pidiendo paso y el se apartó.

- He venido a asegurarme de que estás bien, ésta mañana ya estabas raro, pero esta noche no parecías tú.- mi dijo ¿preocupado?.

-Desde cuando te completas como una tía?- le contesté con una mueca.

Ésta vez vamos en serioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora