4. Sentimiento inexplicable

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Ross

Ya había pasado un mes desde que Laura empezó a trabajar conmigo, raramente yo comencé a llegar a horario y de buen humor. Mis compañeros estaban encantados con la llegada de Laura a la oficina, los hombres demasiado para mi gusto.

 Hace un mes me vengo diciendo "Una noche más y esto se termina" pero cada mañana que llego a la oficina y ella está allí con mi café y sonriente no puedo evitar desearla y mantenerla a mi lado ¿Tenía sexo con otra que no fuera ella? Ya no más, y eso me estaba llevando a un grave problema. Laura no podía ser la única, simplemente no podía. Pero cada vez que intentaba acostarme con otra pensaba en ella, estaba jodido. Muy jodido.

Cuando llego a la oficina me encuentro con Aaron en la puerta de ésta mirando divertido para adentro. Laura seguramente estaba ahí ¿Haciendo que? Vaya uno a saber. Me acerco a él y Aaron no parece percatarse de mi llegada, estaba demasiado encantado admirando a Laura. Jodido imbecil, yo me acostaba con ella no él.

— ¿Qué haces aquí, Aaron? — pregunto serio, aunque quiero sonreir en cuanto escucho la voz de Laura cantando.

— Got me looking so crazy right now, your love's
Got me looking so crazy right now in love
Got me looking so crazy right now, your touch
Got me looking so crazy right now your touch
Got me hoping you'll page me right now, your kiss
Got me hoping you'll save me right now
Looking so crazy in love's
Got me looking, got me looking so crazy in love. — se escucha cantar a Laura en la oficina mientras me prepara el café y cuando asomo la cabeza veo que está moviendo las caderas alegremente.

Me molestó aún más ver a Aaron admirandola en cuánto me doy cuenta por qué está admirandola. Iba a despedirlo si lo veía otra vez mirando a Laura, era mía.

Joder, jamás me he sentido celoso así que dudo que ahora lo esté por Laura pero sentía algo inexplicable, unas ganas de moler a golpes al idiota de Aaron y alejarlo de Laura. Yo no quería a Laura, de eso estaba seguro o casi seguro. Pero la necesidad de querer protegerla, cuidarla y hacerla feliz siempre estaba presente. Necesitaba una explicación y urgente.

— ¡Oh, Ross! No sabía que ya habías llegado. — responde él sacando por fin la vista de Laura.

— Eso es porque estabas muy entretenido mirando a Laura. — me cruzo de brazos y Aaron me da una sonrisa inocente. Que te den, Aaron.

— ¿Te molestaría si invito a salir a tu secretaria? Es realmente hermosa y se nota que es una persona maravillosa, es perfecta. — me pregunta él sonriendo como un idiota, ganándose un gruñido disimulado de mi parte pero me obligo a sonreir antes de contestar.

— Laura es lesbiana, la otra vez la encontré despidiéndose de su novia en la puerta del edificio antes de entrar a trabajar. — respondo y me siento orgulloso de lo creíble que soné.

Su sonrisa se borra y la mía aparece.

— Oh... ¿En serio?

— Sí, una verdadera pena para todos los hombres pero así es la vida. — me encojo de hombros y entro a mi oficina para después cerrarle puerta en la cara.

— ¡Looking so crazy in love, you got me looking so crazy in love! — canta Laura sonriendo sin percatarse de mi llegada mientras sirve el café.

Espero a que termine de servirlo para abrazarla por atrás y besarle la mejilla, ella se saca los auriculares y se da la vuelta sonrojada provocandome una sonrisa. — Cantas muy lindo por las mañanas, Laura. — le digo y le guiño el ojo.

Laura se sonroja más pero me rodea el cuello con sus brazos y me besa.

— Buenos días, Ross. — me responde contra mis labios y yo la siento en el escritorio, ella parece estar de acuerdo con mi idea y me rodea la cintura con sus piernas para después besarnos.

Era algo típico de nosotros estar así cuando ella y yo no teníamos nada de trabajo, Laura debía estar arreglando la sala de juntas pero yo siempre la retenía para que no se fuera y le daba algún trabajo tonto en mi oficina hasta que yo terminara con algún papeleo.

Me separo lentamente de ella y veo que está sonriendo nuevamente. — Buenos días, Laura... ¿Se puede saber por qué estás tan feliz esta mañana? — le pregunto divertido.

Laura siempre estaba de buen humor a pesar de tener una vida de mierda, porque estaba seguro de que tenía una vida de mierda. Nadie que tuviera una vida feliz y hermosa se quedaría llorando en medio de la lluvia por un despido, todavía me seguía doliendo y enfureciendo la imagen de ella débil bajo la lluvia mientras lloraba. Me prometí nunca más dejar que eso le pase, la ayudaría en todo lo que ella necesitara.

— Mi novio me llamó. — me responde y mi mañana se arruinó con esas cuatro palabras.

Me alejo de ella. — ¿Tu novio te llamó?

Me aterra ver lo mucho que me enfurece y me afecta saber que tiene novio. Laura no podía gustarme más allá de lo físico, no podía quererla.

— Sip, nos vamos a ir a Italia de vaciones pronto.

¿Se va a ir a Italia? Seguramente su novio se acostaría con ella. Jodido imbecil.

— Ah. — asiento sin poder evitar mi mal humor y ella se ríe.

— Me llamó mi ex novio pidiendo que regresemos... — comienza ella.

— Y tú le dijiste que si, ahora te vas a ir a Italia con él. Bien por ti, Laura. Recuerdo que me usaste para olvidarlo, ya lo tienes de regreso así que ya no me necesitas. — la interrumpo y odio cada palabra que dije. Mierda, yo solo era él que la hacía olvidar del estúpido suertudo ¿Por qué me molestaba este hecho? No podía molestarme, no debía molestarme.

— Tienes razón. — asiente ella sin dejar de sonreir ¿Cómo podía sonreir? Yo quería romper algo.

— Bien. Arregla la sala de juntas, Laura. Tengo trabajo que hacer. — me dirijo a mi silla pero la mano de ella me para, Laura me atrae hacía ella y me besa profundamente. Joder, no podía negarme. Le acaricio la cintura mientras le correspondo el beso.

Que se joda su novio. Laura me pertenecía.

— Déjame terminar. Me llamó mi ex novio pidiendo que regresemos y yo lo mandé a la mierda. No dejo de sonreir por ello, se sintió tan bien mandarlo a la mierda. No es propio de mi esa conducta, soy de las que perdonan todo pero realmente necesitaba hacerlo.

Sin darme cuenta suspiro aliviado y vuelvo a besarla. — ¿Y tu viaje a Italia?

— Solo jugaba. — se encoje de hombros y me saca el saco para después desabrocharme la camisa. — Ahora apúrate, tenemos veinte minutos antes de que alguien toque la puerta para la reunión.

— "No voy a ser de esas secretarias que se follan a su jefe". — digo divertido mientras le bajo el cierre del vestido.

— Si alguien se entera voy a negarlo.

Río. — Claro, Laura.

— Menos charla, más acción. Por cierto, estás de mejor humor últimamente ¿A qué se debe? Asusta.

A ti, Laura. — Hoy viene un empresario muy importante que quiere cerrar un trato conmigo.

— ¿Quién es el afortunado? — pregunta ella.

En realidad me daba igual el empresario que venía, se debía a ella mi buen humor de hoy. Por lo general yo era serio y sin sentido del humor, pero por las mañanas yo sonreía y me reía con Laura. Luego durante el resto del día era el mismo de siempre, estaba convencido de que mi cambio de humor se debía al sexo. Si, debía ser eso.

— Damiano Marano. — le respondo y ella me suelta mientras abre los ojos como platos. — ¿Laura, estás bien?
 

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Sé que es corto pero debo alistarme porque en una hora viene mi papá, quise subir este capítulo ya que hasta el lunes seguramente no suba. No sé cuantos capítulos tenga la novela pero tengo varias cosas planeadas. Sé que dije que Ross era malhumorado y sin sentido del humor, pero recuerden que en el prólogo se habló del cambio que ella traería. Ross sigue siendo como es pero con ella no por la personalidad que Laura tiene.

Solo queria aclararlo😊 Espero que les haya gustado el capítulo. Las amooo  ❤

One More Night | Raura TERMINADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora