Adorable Acosadora [M.Yoongi]

-Noches Frías- «Cap corto»

02:30 am.

Yoongi yacia en su comoda cama, disfrutando de un profundo sueño.

El viento que corría en la ciudad de Seúl, era algo frío, a lo que obligó que se levantara de su cama y cerrara la ventana.

Pff, a quien engaño, Yoongi se envolvió en sus savanas y siguió durmiendo.

— Eso...duerme Oppa — Susurró una voz a sus espaldas.

Abrió rapidamente los ojos y se volteó a ver quien era.

Hye se encontraba en SU cama emvuelta en sus savanas hasta la cabeza con los ojos inchados.

—¿Y ahora qué..?— Preguntó parandose bruscamente de su comoda cama.

— No tenía sueño y la ventana estaba abierta, deberías cerrar tu ventana, tal vez un ladrón violador esté suelto...—Respondió con cierto aire de inocencia.

Pues esa inocencia le importaba una mierda a Yoongi, eran las 02:30 de la madrugada y nadie irrumpía sus dulces sueños.

Si soñar com Kumamon se concideraba soñar dulcemente, enconces Yoongi estaba en el mejor sueño de su vida.

— No hay ladrón-violador más peligroso que tú — Empujó a la chica hasta la ventana.

— P-pero Oppa, no tengo sueño, prometo no cortar su cabello o rastrear su ropa, por favor...—Pidió la chica.

Lo pensó bien un segundo, afuera estaba haciendo frío, no podía dejar que ella durmiera en su balcón. ¿O si?

Miró a la chica, quien hacia un puchero y juntaba sus manitas.

— No, adios —Cerró la puerta de su balcón.

Hye temblaba del frío afuera y sus ojos se estaban humedeciendo.

Le dió una ultima mirada y estaba llorando, se estaba por retirar rendida pero Yoongi se levantó a regañadientes y abrió la puerta para que la castaña entrara.

— O-oppa, ¿p-por qué hizo e-eso? —Preguntó inocente mientras ponía cerrojo a la puerta.

— No dejaré que te enfermes...—Respondió mirando al suelo— Tampoco pagaría las medicinas, ya estas en mi habitación niña, duermete ya o te dejo con el perro.

— No tienes perro.

— Me importa una mierda, duerme.

— Gracias oppa, descansa —Plantó un pequeño y suave beso en la mejilla del peli-rosa, quien yacia de espaldas a la castaña.

Al sentír esos suaves y pequeños labios hacer contacto con su mejilla, automaticamente tomaron un color rosado, pero gracias a la oscuridad de la habitación, la castaña no pudo notarlo.

¿Qué le estaba pasando?

Era la primera vez que Hye besaba su mejilla, o alguna parte de su cara, nunca tuvo esa valentía para hacerlo, sin embargo, esa noche, una barrera se rompió cuando Yoongi demostró que le importaba, un poco quizas, pero se conformaba facilmente.

Esa noche definitivamente demostró un poco de concideración hacia Hye.

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