Aunque me cueste decirlo me fue muy difícil no seguirle el beso. Cerré mis ojos y por unos segundos disfrute del beso hasta que me di cuenta este beso no era como el anterior como ya dije era dulce, demasiado. Me aparté de él.
- Trevor, ¿has bebido?.- que pregunta mas estúpida, pensaba que no lo estaba pero al verle los ojos rojos comprobé que estaba como una cuba.- ¿porque haces esto?.- sonrió.
-¿Qué mas voy hacer pelirrosa?, sentarme en un sillón y ver como miles de personas beben y se divierten, ese no es mi estilo.- me quedé muda.
-¿Enserio estas borracho?.- sonrió.
-Aguanto Harmony, uno aguanta después de tantas veces.- miré el suelo y suspire.- ¿Porque no estas dentro?.
-Tire sin querer mi bebida en la camiseta de tu hermano.- se río a carcajada limpia.- No te rías fue muy vergonzoso.- y patético, pero no podía quedar peor de lo que ya estaba.
-Eres increíble.
-¿Gracias?.
-De nada, ¿te apetece entrar de nuevo?.- negué.- Esta bien.- miró la pantalla de su teléfono y sonrió al ver un mensaje.
-¿Novia?
-hermana mayor.- tecleó algo y se guardó el teléfono en el bolsillo del pantalón.- No se que te apetece hacer a ti pelirrosa pero yo se que tengo un hambre enorme así que, ¿ te apetece comer algo?.- sonrió.
-por fin nos entendemos.- nos levantamos a la vez y nos fuimos calle abajo antes envíe un escueto mensaje a Tabi
"Estoy con Trevor, tranquila"
Mientras escribía me choqué con la espalda de Trevor y me di cuenta de que estábamos en frente de un restaurante mexicano.- Puedo decir sin mentira alguna que este es mi sitio favorito.- el restaurante "La Mexicana" tenia luces de colores y cuando entramos todo era luces brillantes y colores llamativos. Las camareras llevaban unos vestidos tradicionales. Se notaba que era un sitio relajado.
-¡Gringo de mi corazón!.- un señora que atendía una mesa salió disparada hacia nosotros.- Chaparrito cuanto tiempo sin verle por acá.- hablaba tan rápido que me costaba entenderla.
-Hola señora Sofia, ya ve necesitaba probar de nuevo sus tacos.- por primera vez la señora se fijo en mi.
-¿Y esta linda muchacha quien es?.- me sonroje.
-Me llamo Harmony, un placer.- sonrió, le iba a tender la mano pero ella me dio un efusivo abrazo.
-¡Bueno tengo que seguir atendiendo las mesas, sienta se como en casa lindos!.- nos sentamos en una mesa y pedimos unos nachos con queso y unos tacos. En cuanto llegaron empecé a comer.
-dios esto esta buenisimo,le da mil vueltas a Taco Bell.- rodó los ojos.
-estos son caseros no me insultes y claro son los mejores, hace unos meses encontré este pequeño restaurante.- le miré, ya no tenia los ojos rojos y ahora lo que pensaba era en besarle pero era imposible.
Al final salimos del restaurante y yo con un cabreo del mil ya que el quiso pagar y pagó. El ego de los tíos no tiene fin.- ¿Te apetece un postre?.
-niño tu tienes un contenedor de basura como estomago,¿no?.- rió.
-Claro, pero es nuestro secreto, ¿eh?.- Sonreí.- ¿Entonces quieres?.- asentí. Caminamos más y cuanto mas lo hacíamos se veían las luces de la ciudad me alegró salir de esas calles oscuras que lo único que la iluminaban era "La Mexicana".
Nos paramos y miré el sitio al que me había llevado.- ¿Un Target?.
-Clarop.- ¿Como que "clarop"?, este niño estaba tonto aparte de que ya estaba cerrado, me apuntó con unas llaves.
-Soy amigo del dependiente y siempre me deja las llaves.- abrió la tienda y yo miraba como lunática todo.- Tranquila las cámaras están apagadas, solo que no enciendas las luces.- asenti aunque no me podía ver.
Encendió la linterna que tenia su móvil y miré todo.- Vamos a la sección de dulces.- me cogió de la mano y mi pulso cardíaco subió. Al fin después de un largo tiempo lo encontramos, la sección de dulces.- Elige el que quieras.- cogí un trozo de tarta de queso con mermelada de frambuesa, estaba buenisimo, el en cambio escogió dos cupcakes de chocolate. Nos sentamos en el suelo y empezamos a comer con la luz de la linterna al lado.
-Gracias.- dije después de
Encendió la linterna que tenia su móvil y miré todo.- Vamos a la sección de dulces.- me cogió de la mano y mi pulso cardíaco subió. Al fin después de un largo tiempo lo encontramos, la sección de dulces.- Elige el que quieras.- cogí un trozo de tarta de queso con mermelada de frambuesa, estaba buenisimo, el en cambio escogió dos cupcakes de chocolate. Nos sentamos en el suelo y empezamos a comer con la luz de la linterna al lado.-Gracias.- dije después de un rato de acabarme el dulce.
-Voy a por unos refrescos, quedate aquí.- se le veía inquieto, demasiado.
-Claro.- el se fue y yo rápidamente encendí la linterna de mi móvil. Me arrepentí al momento. Delante de mi donde se había sentado Trevor había una pequeña bolsa con polvo blanco.- Idiota.- el no lo era, lo era yo por creer que una persona diferente. Pero dios si no lo conozco.- Tendrás tu merecido.- cogí la bolsita y me la guardé y después de escabullir me por los pasillos sin ser vista encontré la salida. Escuché unos pasos acercándose a donde estaba así que apagué la linterna para no ser vista mas y salí corriendo.
Ahora estaba montada en un autobús que con suerte me dejaría a unas calles de la casa de Tabi. Que por cierto me había llamada tropecientas mil veces así que al final la tuve que llamar y decirle que estaba de camino. Eran las dos de la mañana y me sentía mal por dejarlo ahí pero mas por lo que tenia en la manos. Esa mierda que colocaba y metía en un circulo vicioso a las personas que lo consumían.
Llegué a la casa de Tabi a las dos y media. Esta estaba viendo un programa en la televisión del salón al verme di un saltito.- ¡Har, cuanto tiempo gracias por dejar a tu amiga sola!.- Sonreí.
-lo siento, nunca mas lo haré.- hicimos promesa de meñique.- Tengo un sueño terrible.
-Uh, que habrás hecho para estar así.- le lancé una de los cojines del sillón.- ¿Que tal con el niño nuevo?.- bueno me besó, se lo devolví después comimos tacos y por ultimo entramos a una tienda a escondidas y ah, a que no sabías Trevor se droga.
-Bien supongo, solo paseamos un poco ya que estaba un poco mareado.- ya acostadas en su cama ella me miró un poco intrigada.
-¿Estaba drogado?.
-No lo sé, ¿por?
-corre el rumor que lo expulsaron de su antiguo colegio por ir colocado a clase.- apagué la luces de su cuarto y me metí bajo las sábanas.
-Tabi ya sabes que solo son rumores, estaba pasado de copas solo.- cerré los ojos y me dispuse a dormir.
-Me encontré con Dave, solo me dijo que quería hablar contigo por la mañana, le di tu teléfono.- me di la vuelta para mirarla ella se estaba quedando dormida.
-Bueno, espero que me escriba yo no lo pienso hablar.- abrió los ojos y me miró.
-Harmony, ¿estas bien? Se supone que te gusta.- Alcé una ceja.
-no me gusta.- esta vez fue ella la que se dio la vuelta.
-Ya claro, buenas noches Har.- imité su gesto.
-Buenas noches Tabi
¡waooooo después de un año (ja, sorry tenía que hacer el chiste Mel a vuelto y con las pilas cargadas! ¡Lleguemos a los 50 votos y a los 20 comentarios!, besazos Mel
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¡Hey, pelirrosa quiero un hijo tuyo!
De TodoCuándo menos te lo esperas un idiota puede caerte del cielo (mejor dicho del tejado) y pedirte un hijo. ¿Verdad? ¿No me creéis? Preguntárselo a Dave, el idiota que intentó volar y pedirme un hijo, ¡un hijo!