Nostalgia.

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Narra Frankie:

Luego de que Holmes se fuese a su habitación, me quedé pensando.
Toda mi etapa de la escuela me habían molestado con aquél seudónimo. "Frankstein."
Pude recordar a un chico que me gustaba mucho. Todos lo sabían, incluso él. Un día me acerqué y apesar de que yo sabía que él sabía, me declaré. Fue un desastre. Toda la clase comenzó a reír y él, humillantemente me dijo:

-¿Tú crees que me podría gustar una Frankstein sin cerebro como tú? Seguro fuiste adoptada por unos locos, tal como él. ¡Ja ja! Sólo me gustan las chicas guapas y tú, no caes en esa categoría. -mi moral se estaba yendo a pique.- Porque mira ese cuerpo, estás tan gorda que no te cae nada. Nunca podrás ser como tus compañeras. Mejor, mátate.

Fue... Doloroso. Él fue el más hiriente de todos. También recuerdo que esa misma tarde cuando volvía a casa, a fueras de esta me quedé parada en la calle. Venía un auto y no quise apartarme. Mi padre corrió hacia mí, y juntos caímos en la vereda.
Entramos en la casa y mis padres me interrogaban. Estaban muy preocupados.

Ese incidente había ocurrido en 4to medio y fue el que cambió mi vida radicalmente. Yo era una persona muy dulce y cariñosa, pero, me transformé en frialdad y sarcásmo.

Odiaba a todos mis compañeros. Agradecí a Dios que por fin ya me graduaba y no los volvería a ver jamás.

Luego de salir me vino una depresión. Me miraba en el espejo y ya no tenía deseos de alimentarme. Mis padres me llevaron al psicólogo, al doctor, al nutricionista, sin embargo, nada pudo ayudarme.

Después de aquél tiempo, en verano llegó John otra vez a visitarnos y yo estaba muy cambiada. Demacrada, delgada a más no poder, débil... Y él se sorprendió demasiado.
Ese día John me dijo que no podía seguir así. Que enfermaría y moriría. Tenía que luchar y dejar de pensar en las opiniones negativas de la gente. Debía ignorarlos.

Ese consejo me hizo despertar. De a poco fui volviendo a la normalidad. Ingresé a la universidad, tuve amigos increíbles, sonreía, pero, mis facetas nuevas no se iban de todos modos.

Holmes me recordó demasiado a aquél chico. Me embargó una nostalgia e impotencia en aquél momento. No quería y el recuerdo era muy infantil, pero, empecé a llorar y traté de no hacer mucho ruido.
No era la primera vez que lloraba por culpa de Holmes en ese corto período de tiempo.
De pronto, la Sra. Hudson entró en la habitación contenta. Traía algunas bolsas y cuando me vio, corrió hacia mí.

-¡Cariño! ¿Estás bien? -me preguntaba desesperadamente.

-S-Sí... Siempre lo estoy... -respondí. Pero, las lágrimas no se detenían.

-No puede ser así... -me abrazó.

Alguien había abierto la puerta de abajo y subió las escaleras.

-¡Oh, que tonto soy! ¡Olvidé las llaves del box, ja ja ja! -rió John. Se detuvo en seco apenas nos vio y su expresión cambió.- ¿...Frankie?

Lo miré con los ojos encharcados y su rostró se volvió un poco triste. La Sra. Hudson nos dejó solos.
John se acercó rápidamente y me envolvió en sus brazos.

-¿Qué pasó, Frankie? -me dijo preocupado- Me fui hace poco, vuelvo porque olvidé algo y estás llorando. No lo entiendo.

-No es... Nada. -le mentí.

-¿Sherlock ya se fue? -me preguntó curioso.

Me quedé en silencio, limpié mis lágrimas y miré por la ventana.

-Todas las veces que te he visto llorando han coincidido en que Sherlock está en casa. -me dijo seriamente- Estoy seguro de que te ha hecho algo. ¿De verdad no te ha molestado?

No respondí. Odiaba a Holmes, pero, no haría que la relación de estos peligrara. No era tan mala. No quería que después no pudiesen llevar un lindo noviazgo.

-Huh... -suspiró John tocando el puente de su nariz.

Narra Sherlock:

Me había puesto a leer cuando de repente sentí que alguien lloraba. Llegó una persona y otra según oí. Me asomé un poco y John abrazaba a una Frankie que seguía en ropa interior mientras lloraba. ¿Qué había sucedido? No creo que haya llorado por mi culpa, nunca lo había hecho.
Me encerré en la habitación durante el resto del día para no causar más disturbios, si es que había sido yo. Otra vez esos celos me llegaron, pero, fueron combinados con tristeza creo... Aquí vamos otra vez. ¿Yo? ¿Triste? Eso parecía.

Narra Frankie:

Cuando ya me había calmado le dije a John que se fuera, pues se le haría tarde para el trabajo. No muy convencido se fue, aunque no sin antes obligarme a que me duchara, vistiera y fuese a pasear. Que no debía estar encerrada, no me ayudaba en nada, dijo John.

Narra Sherlock:

Miraba por la ventana cómo Frankie se iba cabizbaja a pasear. Lo que más quería era que estuviese en casa y la obligué inconscientemente a que se fuera. Otro error.

Estaba resolviendo casos hablando por teléfono con Lestrade. Todos estaban muy simples.

Ya eran las 19:00pm y me llegó un mensaje.

"Sherlock, te espero en la cafetería dentro de 30 minutos.

John"

"Es tarde... Bueno, ya.

SH"

Me preguntaba qué era lo que querría John. Quizás le había pasado algo, o a Frankie. Me arreglé y partí a la cafetería donde me esperaría John.
Entré, lo busqué con la mirada y estaba en un rincón con una expresión más bien seria. Estaba sólo. Me acerqué y le pregunté curioso:

-¿Y, Frankie?-me senté.

-Le dije que saliera. Seguramente está en el cine viendo una película en estos momentos. -dijo cuidadosamente.

-Mm... Bien. -observé su mirada. Me iba a decir algo que obviamente me involucraba.

-Sherlock, sabes... Hay algo de lo que debemos hablar. Es importante. -John dudaba. -suspiró. Sabía que en la mayoría, yo tenía que ver.

-John, creo haberte dicho que estoy casado con mi trabajo. Olvídalo. -blanqueé los ojos.

-Rídiculo, ni que fuera gay. -blanqueó los ojos también y luego rió.- No es eso a lo que me refiero. Tengo una pregunta...

-Hazla ya. Me aburro. -dije bostezando.

-Bien. De casualidad... Hoy... ¿Discutiste con Frankie?

-Corrección. Conversamos y cada uno dio su opinión. -le expliqué.

-Ó sea que sí fue así... Sabes, hoy lloraba desconsoladamente. Así que puedo suponer que no fue nada suave. -dijo serio.

-John, por favor. -rodeé los ojos.- Sólo le dije "Frankstein sin cerebro" y sería. Nada más. -le sonreí.

-Oh, Dios... Nada más... -John se colocó una mano en la frente.

-¿...John? -pregunté inclinando la cabeza hacia un lado.

Hearts Away. [Sherlock Holmes]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora