La vida puede cambiar en cuestión de segundos.

Capitulo 5

Valentina Pov

Después de acompañar a las chicas a la salida fui a la cocina en donde encontré a mi madre llorando.

-¿Qué pasó mamá?,¿Qué tienes?- pregunté preocupada acercándome, ella al verme se limpió las lágrimas rápidamente.

-Nada mi niña,no te preocupes- dijo restándole importancia.

-Mamá ya no soy una niña,estoy suficientemente grande como para saber que te pasa algo y para entenderlo- dije abrazándola.

- Ya se que no eres una niña, pero no quiero que te agobies por algo que no es seguro- dijo acariciando me la mejilla- solo quiero que recuerdes que dónde sea que esté, siempre te estaré cuidando y apoyando- dijo y una lagrima rebelde salió de su ojo derecho.

-No entiendo,¿Por qué me estás diciendo todo esto?-dos golpes a la puerta impidieron que ella hablara.

-Te están esperando, ve tranquila.

-No, yo no me voy a mover de aquí hasta que me digas que te sucede- dije cruzándome de brazos.

-Por favor ve, te prometo que estaré bien- dijo intentando sonreír.

-Está bien, pero esta platica queda pendiente- dije y le di un beso en la mejilla a modo de despido, abrí la puerta y lo primero que vi fue a Mike recargado en su auto con la vista en su celular, la verdad se veía muy guapo con es traje tan elegante, al parecer sintió mi mirada ya que volteó a verme, no pude evitar sonrojarme.
Caminé bajando la cabeza evitando que viera mi rostro que ahora era rojo.

- Hola- dije en apenas un susurro.

-Hola, sube- dijo con su usual tono serio, subió al auto y yo hice lo mismo, el camino fue silencioso, y algo incomodo, cuando por fin llegamos abrí la puerta y y mi vista se encandiló por todos los flashes de las cámaras.
Mike entrelazó nuestras manos y no pude evitar sentir una leve corriente eléctrica de mi cuello a mi espalda y un cosquilleo en mi estómago,lo mire confundida pero mejor no dije nada, después de pasar por la inmensa cantidad de gente y paparazzis, logramos entrar al evento todo era tan fino y elegante nada que ver conmigo, sentía que no encajaba en esto, él separo nuestras manos,y sus padres llegaron.

-Buenas tardes Señorita Zenere- dijo el Sr. Ronda amablemente.

- Buenas tardes Sr. Ronda- dije con timidez, la señora Brooke me tomó de la mano y me guío hacia un lugar con menos gente.

-Gracias por venir, por cierto te ves hermosa- dijo sonriéndome.

-No se preocupe y muchas gracias- dije con una sonrisa.

Después de unas horas, decidí ir al baño, después de hacer mis necesidades, me lavé las manos y revisé que no se me hubiera corrido el maquillaje.
Una vez lista salí de ahí para dirigirme a la mesa en la que estaba sentada.

-¿Hija?- preguntó alguien detrás de mi, no quiero voltear, no quiero verlo, se que si lo veo a los ojos no podré soportar y explotare, trate de ignorarlo pero me tomó del brazo haciendo que girara.

-¿Qué pasa?- pregunté fría.

-¡Hija!, no sabes lo mucho que te extrañe- dijo abrazándome pero yo me aleje.

-No tenga el descaro de llamarme así- dije con seriedad.

-Hija déjame explicarte.....

-¡Qué no me digas hija!!, Soy Valentina para usted señor.- dije enojada.

-No me digas señor, soy tu padre- dijo mirándome con tristeza.

-No, el día en que decidiste irte y cruzar esa puerta, desde ese momento dejó de ser mi padre, desde ese momento dejó de significar algo para mí.