17. Morire de hipotermia

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De nuevo era otro día, solo que esta vez Jared si está acostado a lado mío.

Pues ayer había llegado muy de noche, y lo encontré dormido sobre su cama, así que me acosté a su lado, creí que al levantarme ya no estaría ahí, pero lo estaba, y al parecer seguía dormido

Baje mis pies hacia el suelo, cuando estaba apunto de pararme sentí unos brazos en mi cintura llevándome hacia la cama. Reí al instante de sentir el tacto contra mi piel. Mi cabeza sintió de nuevo la almohada, mientras mis ojos miraban los suyos.

- ¿donde estuviste ayer?- preguntó alzando una ceja

- tú ¿donde estuviste?- cruce mis brazos, fingiendo enfado

- yo hice primero la pregunta-

- estaba en casa de mis padres- mire sus labios, se veían tan provocativos, y ahora mi mirada se centró en su pecho desnudo, rápidamente me puse roja

-¿por qué te pones roja?- sonrió de lado, el sabía él porque, y aún así estaba sobre mío

- yo te hice una pregunta antes- apreté mis labios para controlarme, tenía tantas ganas de besarlo

- salí arreglar unos problemas- se empezó acercar a mi

- ¿ahora eres malo?- alcé una ceja juguetonamente

- creo que...- sus labios estaban tan cerca de los míos que no me resistí y lo jale hacia los míos

Él siguió los míos al instante, y corto el espacio que quedaban entre nuestros pechos, el calor de su pecho fácilmente podía sentirlo penetrando la tela de mi pijama, y ahora me sentía como una niña preescolar por tener una pijama de jirafas

¡Si!, jirafas

Mis manos rápidamente se dirigieron a su espalda, sintiendo su piel y cada músculo tensarse con mi tacto. Mi cuerpo pedía más, pero sabía que esto estaba yendo muy rápido así que me escavulli saliendo de ahí. Lo oí soltar una risa.

- debo ir hacer unas compras - dije arreglando mi peinado

-¿me estás invitando?- se volteó a verme, sus manos cruzadas atrás de su cabeza me dejaban notar más sus bíceps y tríceps, haciendo esto una tortura para mi

- si quieres vamos- sonreí antes de salir del cuarto, debía bañarme.

...

Jared llevaba el carrito en el supermercado, mientras yo veo lo que hace falta en el departamento, durante el mes y medio que vivía a fuera de la casa de mis padres me daban dinero para poder colaborar con los alimento en el departamento de Jared, por su puesto que el no se sentía a gusto de que yo llevé comida a su casa, el decía que yo era la invitada, pero yo no me sentía así, abusaba mucho de la confianza y más desde la noche del viernes que él se digno a decirme que le gustaba.

-¿que es esto?- preguntó Jared tomando unas fundas que contenían polvo adentro de estás

- droga - solté una risita que casi se atora en mi garganta

- entonces me llevaré todo esto- fingió seguirme la corriente, el empezó a reír, en un momento donde el aspiro aire el polvo que al parecer era pimienta molida se metió en sus fosas nasales, empezó a maldecir y a frotarse la nariz fuertemente.

Me acerqué para poder hacer algo pero no se me cruzaba nada por la cabeza, no sabía qué hacer, no tenía Ni idea como quitarle el malestar. Él sacudió la cabeza tal vez con el pretexto de sacarse la pimienta molida, acción que me hizo acercarme hasta él rápidamente y tratar de soplar para minimizar su molestia

Casados por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora