18. Brownies

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Robin hablaba de su cita con Anto, mientras yo pasaba mis dedos sobre el traste que contenía mi comida, me daba algo de asco meterme una cucharada de ese espagueti chino en mi boca, el sabor a soya me disgustaba demasiado en este momento al igual que el vaso de jugo de naranja que estaba sobre la bandeja

-¿te comerás eso?- señala Robin a mi postre, pero niego con la nariz fruncida, ahora el pie de Limón no es mi preferido

- ¡hola chicos!- escucho a mi hermano sentarse en nuestra mesa

Raro,muy raro

Desde que entramos a la universidad, Aaron empezó con su campaña de no hermanas pequeñas, así que eso de demostrar cariño hacia mí no se le daba muy seguido, en efecto había poca gente que sabía que éramos hermanos

Aaron metió sus manos en mi plato para sacar un brócoli - me enteré que Dean regreso a la facultad de negocios-

Mis ojos se abrieron de repente, y ahora toda él hambre qué tal vez pude tener se quito en seguida.

Esto solo significaba una cosa, Dean se quedará por un largo rato, eso no me ayudará a dejarlo en el pasado, sigo teniendo algunos sentimientos por el

Les contaré lo que Dean significa para mí.

Cuando entre a esta universidad, era una extraña, mi timidez no me permitía relacionarme con nadie, así que las chicas de mis clases simplemente me ignoraban, y pues Robin estaba en la facultad de medicina así que lo veía muy poco. Dean fue la primera persona que me hablo, el era muy bueno conmigo, a veces sabía pasarme retirando de casa para traer a clases, él fue el que me dio el valor para retirarme de negocios y seguir medicina. Después de un tiempo la relación entre nosotros empezó a mandar señales de amor, así que cuando empeze mi segundo año en medicina nos hicimos novios, me gustaba demasiado y con el pase muchas cosas que la timidez me había robado en mi adolescencia. Pero cuando este nuevo ciclo empezó él dijo que se iría a Madrid a seguir su carrera allá, tuvimos muchas peleas por eso, pero lo más cruel y bajo que pudo hacerme fue besarse con Samantha, la rubia que había traído loco a mi hermano desde niño, y eso acabo con toda relación entre nosotros. Al día siguiente de verlos a los dos besándose en la biblioteca Robin hizo esa fiesta en su casa, y fue aquel día donde termine casada con Jared, todo se había vuelto algo complicado.

-¿cariño?- escuche la voz de Jared a un costado mío, gire el rostro algo desencajado y traté de darle una sonrisa

No tenía ni la más mínima idea como Jared se había sentado a un lado mío

-¿que sucede?- preguntó viendo a mi hermano y a Robin, pero estos dos negaron y se levantaron dejándome sola con Jared

- nada, estábamos hablando de un amigo de mi hermano que regreso- dije disminuyendo la importancia de Dean en mi vida

- ¿segura?, te veo un poco pálida- dijo tocando mi rostro

- ¿pálida?- baje la mirada - me siento bien, tranquilo - le di un beso y luego ambos caminamos a una de mis clases

- esperare por ti en el carro- beso mi mano haciéndome sentir ligeras cosquillas

- hmmm- me acerque a sus labios, ahora las muestras de cariño en público me daban igual, a mi solo me gustaba besarlo

- no aquí- dijo mordiendo su labio inferior - nos pueden ver -

Lo jale hacia un espacio que había entre la puerta y la pared, algo muy pequeño, donde apenas podíamos alcanzar mi cuerpo y el suyo, me pegue a sus labios y le di uno suave y corto, al sepárame lo mire abrir lentamente sus ojos

- no conocía esta parte de ti, Olive- sonrió de lado

Salí de ese espacio pequeño y entre a mi última clase del día.

...

Toda la tarde pase haciendo deberes, leyendo un poco, así que había decidido descansar.

Tome un saco y me lo puse, camine hacia la cocina, percatándome que no había nadie, Emily se había arreglando con Aaron y pues de nuevo ella había noches en la que no llegaba, con los ojos busque a Jared pero no lo encontré por ningún lado.

Saque harina, huevos, chocolate en polvo, nutella, y otros ingredientes para hacer brownies, desde ayer tenía unas ganas locas de comerme uno, y eso que a mí no me gustaba mucho el dulce.

Puse todo en un traste cuando escuche la puerta abrirse. Mire a mi costado notando que era Jared. Él sonrió al verme en la cocina

-¿qué haces?- dejo un canasto sobre el piso

- cocino- sonreí de lado

- ¿acabaste deberes?- su mano la puso sobre el mesón

- me falta uno, pero entregó la próxima semana...-

-¿que cocinas?- metió su mano en el traste y luego la pasó por su boca, dejando un poco de chocolate es su labio.   - ¿harás un pastel de nutella?-

Negué - brownies- sonreí, tome dos tasas y puse todo el contenido en estas, las metí en el microondas y espere a que este me diera la señal de que estaban listas

- Esto sabe muy bien - dijo metiendo otro dedo de la mezcla en su boca, se veía demasiado sexy haciéndolo , mis hormonas alborotadas querían saltar sobre el y retirar cada trozo de chocolate que se había quedado en sus labios

- creo que si- me senté sobre el mesón, tome la bandeja donde estaba restos de la mezcla y metí un poco en mi boca para sentir la nutella y el chocolate en mi paladar

Jared miró cada movimiento que hice, y cuando él iba hacer lo mismo (otra vez), lo tome del cuello de su camiseta y lo atraje a mi, violentamente. Mis labios al instante de tocar los suyos se movieron rápidamente devorando cada resto de nutella que había en sus labios, la sensación era placentera, y sentí como mi corazón se aceleró más

Las manos de Jared llegaron a mi cadera, mientras que mis pies lo abrazaban apegandolo más a mi, ahora mis labios buscaban más del resto de nutella así que mis labios se movieron entre los suyos sincronisadamente, solté un quejido cuando sus dientes mordieron mi labio inferior.

Se apartó rápido de mi, apegando su espalda a la pared. Respiro rápidamente, al igual que yo. Le agradezco por separarse por qué se que yo no lo hubiese hecho

- ya mismo van a estar los brownies- dijo jadeante

Asentí, mis ojos se volvieron a unir con los suyos, y esta vez el era el que se acercaba a mi, su labios no tardaron en juntarse con los míos en un acto de necesidad, mis manos recorrieron su espalda, mientras sus labios descendían por mi cuello. Esto estába por descontrolarse, tal vez algo tenía mi mezcla que hacia que nos portemos con personas irracionales

El sonido del microondas hizo que se aparte de nuevo de mi, baje del mesón de la cocina y camine hacia los brownies, respire profundo recobrando La Paz interior y alejando las ganas locas de volverlo a besar.

Caminamos al cuarto, empezó a comer mi brownie, mientras por mi mente solo pasaba la idea de que si el microondas no sonaba, tal vez esto no hubiera pasado, y estaría sobre el devorándolo como el está con el brownie

Esta sensación de sentirlo no me había pasado nunca, ni con Dean, y la verdad era que me daba algo de miedo.

Casados por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora