Casados por Accidente

24. Te esperare

Había pasado casi cuatro días desde el día que estaba en el hospital, la verdad era que me sentía mejor, tomaba las vitaminas y seguía al pie de la letra la receta del medico, ¿como no hacerlo?, yo sigo para ser doctora no sería menos correcto no hacer caso a los doctores

Con referencia a mis padres no sabía nada de nada, ellos al parecer me habían olvidado, por mi lado yo seguía trabajando de niñera, no ganaba mucho, pero me bastaba con conseguir la comida y alguna golosina que quería, lo bueno era que mi ciclo estaba pagado, pero el problema era el que venía, ese me preocupaba, a pesar de que tenía una beca mayor del 50% sería demasiado la paga. No sabía cómo aumentar mi beca, estaba trabajando, al igual que estudiando, a penas podía ver a Jared...

Mierda... seguía enfadada con el desde el día que lo vi charlando con su ex y luego abrazarla, no lo daba a notar o ¿si?, la cosa era que me concentraba en mis estudios y el trabajo, cuando llegaba a casa era para dormir, y a penas cruzaba palabra con el

Se que sueno como una niñita resentida, pero a pesar de que Jared diga que me quiere y me mime no logra quitar lo que sentí cuando los vi abrazados. Se que exagero, pero yo no ando abrazando a Dean...

Cierto él... el se había cruzado en varias ocasiones en la universidad pero ahora yo no lograba acercarse, por otro lado Anto dejo de hablar de Dean en el momento que le conté todo lo sucedido, su reacción fue esta:

"Ese hijo de perra!, diciendo que tú fuiste la que le engañó, mentiroso... como mi pequeño biscochito engañaría" luego me mordió el cachete, si... suena algo lesbico

Deje mis libros sobre el escritorio de Jared, eran las 7 de la noche de un viernes, estaba algo cansada, esta semana di algunas pruebas, y quería recostarme sobre la cama. Recogí mi pelo en una coleta. Me decise de mi saco color café. Estaba lista para alzar la blusa color perla, cuando siento las manos de alguien en mi cintura

- por fin estás aquí- su voz seductora choca contra mi oído haciendo que mi corazón bombee rápidamente. En un solo movimiento hizo que este en frente de el.

- ¿qué tal tu día?- pregunte enfocándome en sus ojos, debía mantenerme solo en ellos, porque si veia que sonreía o el simple hecho de hablar me harían besarlo

- mal- note como sus ojos que estaban en un celeste cambiaron a un azul más oscuro - toda esta semana he pasado mal...- su mano retiro un mechón que se había escapado de mi oreja - todavía sigues enojada ¿verdad?- su mano rozó mi mejilla en el momento que colocó mi mechón en la oreja

- ehm...- me sentía incómodo entre sus brazos

No sabía qué decirle, seguía molesta, pero me encanta Jared no quiero perderlo, y como digo, parezco una niña al seguir peleada con el, y tal vez lo soy, pero tenerlo así al frente mío me a hace dudar de lo que estaba pensando, por esto lo había evitado todo la semana

- no debes estarlo- se fue acercando, su frente se posicionó sobre la mía - te quiero Oli, cada día me sigo enamorando de ti- cada palabra chocaba contra mis labios haciendo que mi autocontrol desaparezca y quiera besarlo, no lo había hecho durante una semana y ya necesitaba de su sabor. - me perdonas- dijo alejándose de mi

Asentí y al instante de hacerlo me beso, sus labios eran de Nuevo desconocidos para los míos, necesitaba recorrerlos espacio por espacio, rincón por rincón.

Mis manos se enrollaron en su cuello, mientras sus manos recorrían mi espalda. Este beso estaba yendo a otro nivel, mi temperatura estaba aumentando y necesitaba retirarme la ropa que estorbaba, alcé la blusa arrojándola por el piso.

Ahora no sabía quién se iba a separar, quién tendría el auto control, de un momento a otro el dio un gran paso hacia atrás.

Lo mire confundida, no quería que se alejara, mi pecho subía y baja al igual que el suyo.