Casados por Accidente

7. ¡No puedo besar a mi hermana!

Había pasado una semana entera en mi nueva casa, mi nueva vida.

Aaron no contestaba ningún mensaje, y en la universidad no lo había visto

Por otro lado estaba Jared, quien se había portado como un caballero en su casa, el me dejaba dormir en su cama, mientras él dormía en el sofá de su sala, Está era mi vida de casada

-biissss- escuche a mis espaldas

Gire la cabeza encontrándome a un sonriente Robin

-¿que?- dije cansada

- ¿que harás mañana?- dijo alzando sus cejas castañas

- no se... dormir- mire a la profesora que explicaba acerca de los fármacos que debíamos colocar en diferentes circunstancias

- ¡aguafiestas!- dijo ligeramente en voz alta

- señor.. - la maestra no recordó el apellido de Robin

- Foster- dijo Robin aclarando su garganta

- señor Foster si no le interesa mi clase puede salir, no hay problema- la maestra siguió con su clase, y yo ignore a Robin en cualquier intento de llamar mi atención

Luego de esas dos horas de clases salí en busca de aire, así que me dirigí al patio principal.

- ¡Oli!- gritaron a mi izquierda haciendo que girará

- ¡Hola!- dije notando que era Anto, había pasado más de una semana sin verla

- ¿vas mañana a la fogata?- preguntó sin aliento

- ¿que fogata?- dije sonriendo

- la de la universidad- ahora sonaba tranquila

Tal ves eso era lo que Robin quería decirme

- eh, no se, estoy un poco estresada- dije acordándome que debía hacer unos deberes y a parte no sabía si Jared me dejaría ir, o si iríamos juntos

¡vamos!, no son nada en la vida real

- creo que si ire- calme a la voz de mi conciencia ella sonrió ampliamente

, -¿quieres que te pase a ver?-

- ¡dale!-

- entonces a las cinco pasó por tu casa- y con eso desapareció

Camine en dirección a mi siguiente clase pero no tenía muchas ganas de ir, esta semana en serio me había agotado, y estar en casa, que ahora era estar con Jared era complicado e incómodo

¡Viva el ser incómodo!

¡Esa soy yo!

...

Me puse unos shorts Jeans de tiro alto, una blusa blanca de tiras, unas zapatillas de correa, y ondule mi pelo. Esta lista para ir

Al entrar al cuarto me encontré a un casi desnudo Jared, a no solo por qué llevaba sus bóxers lo hubiera visto como Dios lo trajo al mundo

- ¡perdón!- cerre la puerta cubriéndome los ojos. Mis mejillas ardian de solo recordar su perfecto cuerpo trabajado

- no importa, debes acostumbrarte- abrío la puerta, ahora llevaba una camiseta negra - seremos esposos por un largo rato- sonrió, la verdad este nuevo Jared me sorprendía demasiado, cada día era más gentil, y podía ver más de una ves sus lindos dientes en el momento que sonreía, sus gestos iban evolucionando con el tiempo, y realmente me estaba gustando este nuevo Jared

Solo sonreí, tome una cartera que estaba encima de su escritorio, metí mi celular, dinero y un labial

-¿a donde vas?- pregunto ahora con pantalón