34. No lo hare, pequeña

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Mi pecho descansaba sobre el suyo, permitiéndome sentir su corazón latir. Sentía como inhalaba el aroma de mi pelo haciéndome sentir ligeras mariposas por las piernas y los brazos.

El me permitía sentir sus respiraciones y sentir paz con tenerlo tan cerca.

Me había hecho olvidar que la abuela Carol estaba en un mejor lugar, que estaba cansada y que mi estomago rugia por lo que no habia comido en dias.

¿Que pasaba por mi cabeza?

Tener dinero para poder arrendar y poder pagar la universidad, pero a este punto ya estaba dando mi brazo a torcer, estaba cansada de dormir dos horas por las jornadas del bar y por tener que estudiar. Realmente estaba cansada hasta de respirar.

Alce mi rostro despegandolo de su pecho, mire sus ojos abiertos a la espera de que diga algo, lo único que buscaba era grabar de nuevo sus ojos en mi memoria, ese azul grisáceo que no había podido ver por un largo tiempo.

- No me dejes sola-

Esas cuatro palabras salieron de mi boca sin antes ser pensadas y procesadas.

Mire como sus ojos se llenaban de un brillo anormal, mis manos empezaron a sudar sobre su pecho y ahora tenia miedo de ser rechazada de nuevo, ya no soportaria con el dolor.

- no lo hare, pequeña- dijo alzando su rostro para asi unir nuestros labios en un beso corto pero significativo.

Baje de nuevo mi cabeza a su pecho y me relaje entre sus brazos, dejando que el estres y la tristeza no se apodere de mi.

[...]

Abrí los ojos después de haber dormido mas de lo que hacia este ultimo mes, sentía que ya no cargaba con la culpa, la tristeza de no tener a Jared.

Por cierto, ¿Donde esta?

Me estire en la cama para luego pararme y darme cuenta que el ya no estaba, lo busque en el departamento y seguia sin estar.

Al parecer el "no lo hare, pequeña" fue una mentira.

Sin ánimos me metí en la bañera, debía estar lista para el velorio y para la reunión del abogado con la familia quien iba a decir lo de la herencia. Lo raro de todo era que me habían pedido que estuviera ahí, siendo que yo era la nieta no la hija.

Pase la toalla por mi cuerpo al acabarme de bañar, sali y camine por mi cuarto en busca de un sosten y una braga, me lo puse y luego deje la toalla en el suelo, ahora debia buscar un vestido negro.

- lo vi por aqui- dije sin darme cuenta que hablaba sola. - ¡Aqui esta!- dije emocionada al ver el vestido en mis manos. Estaba por ponermelo cuando escuche que alguien giraba la manija de la puerta de afuera, luego de eso unas llaves y por ultimo unos pasos

- ¿Quien esta ahi?- aprete el vestido a mi cuerpo y me apegue a la pared. Estaba por gritar cuando note al casi rubio entrar a mi cuarto

- fui por comida- alzo una bolsa y yo sonrei - no tienes nada en la cocina- recorrio con sus ojos mi cuerpo casi desnudo y se le dibujo una sonrisa, mientras que en mi rostro el rojo no se podia ocultar.

- crei, que eh- lo mire acercarse y mi corazon tuvo pequeños botes en mi pecho - ¿que haces?- temblé ligeramente contra la pared, el siempre iba a ocasionar estas cosas

- no se, dime tu- topo mi mejilla y con eso sonrió mas amplio de lo normal - Oli te amo- dijo antes de que sus labios se unan con los míos para solo formar uno.

Mis manos dejaron de sentir el vestido y se dirigieron a su cuello, mientras sus manos traviesas a mi cintura. Su tibias manos recorrieron mi espalda apegándome a el.

El aire se volvia necesario para mis pulmones, pero a pesar de ello lo seguia besando, no queria dejarlo de hacer, tenia miedo de que esto sea un sueño y que el me deje otra vez.

Luego de un buen rato nos separamos por la inmensa necesidad de respirar, mis pulmones no me dejaron estar mas a su lado.

- ¿puedes repetirlo?- pregunte jadeante entre sus brazos

- ¿que cosa?- estaba por responder cuando volvió hablar - ¿Que te amo?-

- yo también- lo bese tiernamente y me aleje, - ahora voy atrasada para lo del velorio- dije agachándome para tomar el vestido.

- Antes de nada te vas a tomar y comer lo que te traje, estas mas delgada de lo que recuerdo-

- gracias, estaba haciendo una dieta- sonrei y el nego

- no se por que las chicas hacen dieta, te ves bien - paso por un lado y lo oi en la cocina

- ¡Gracias!- volvi a gritar y me dispuse a vestirme y maquillarme.

Después de un buen tiempo entre a la cocina y lo vi sentado en una silla que tenia cerca del mesón.

- ¿Oli?- alzo la vista - ¿por que no pediste ayuda?- lo mire confundida, no se de que estaba hablando

- ¿ehm?-

- se nota que este mes la has pasado mal, no has comido, y no digas que si lo has hecho porque se nota lo palida que estas, y segundo este deparamento es deprimente- se acerco a mi

- no queria regresar a casa, sabia que si lo hacia debia dejar de estudiar Medicina y sabes que eso no haria nunca- el me envolvio en sus brazos

- y tus amigos, por que no te quedaste ocn ellos-

- vivi con Anto por quince dias, pero no queria molestarla-

- perdon... - bajo la cabeza - perdon por dejarte ir-

Lo tome de la barbilla y lo alce - lo importante es que estas ahora conmigo- sonrie y di un pequeño beso

El asintio y me llevo a comer un batido con donas. Luego de desayunar ambos fuimos a su departamento para que se cambiara, después fuimos al velorio, la ceremonia fue muy linda, di unas pequeñas palabras al parecer era la unica nieta que conocia bien a la abuela Carol.

Al acabar l ceremonio, Jared me llevo amdonde el abogado habia acordado la cita con la familia Finegan.

Todos nos encontrabamos sentados a l espera de saber que era lo que la abuela habia dejdo. Cabe recalcar que mis tios al igual que mi padre seguian soprendidos de que a mi me pidieran estar ahi.

Al cabo de dos horas en donde se leyo la carta y el testamento, sali muy sorprendida de esa sala, dejando a mis tios y padre igual de sorprendidos.

-¿que tienes?- pregunto Jared tomando mi mano

- ya no tendré que trabajar en el bar ni en el parque de diversiones- dije feliz

Pues en medio de la lectura del testamento, la abuela habia dejado pagando toda mi carrera en Medicina, sorprendiendo asi a mis tios y padre, obviamente se negaron, pero el abogado no podia hacer nada para cambiarlo, eso era mas que un hecho.

En ese momento, agradeci a la abuela en cualquier lado que este.

- ¿que?- Jared me miraba confundido

- mis estudios están pagados- el en un momento no entendió pero luego me rodeo con sus brazos.

Me bajo y ambos nos dispusimos a salir de esas oficinas.

Después de todo el drama del ultimo mes, mi vida estaba de vuelta, tenia al amor de mi vida de nuevo a mi lado, mi carrera estaba pagada, y con eso mis padres no tenían presión sobre mi, y yo estaba bien con el resto.

Casados por AccidenteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora