Capitulo 3. Un sabio consejo.

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Comenzaba a hacer un poco de frio se dieron cuenta apenas una inconfundible brisa les recorrió

el pescuezo a todos por igual. La situación era tan divertida, los cuatro nuevos amigos contaban con helados de diversos sabores, el clima misteriosamente comenzó a cambiar y se les habia quitado el apetito.

La primera en protestar fue Amy que iba escondida entre los brazos de su novio, Sophie en cambio iba a una moderada distancia con Brad, quien no despegaba su mirada de su helado sabor a frutilla con salsa de chocolate.

-¿Te lo vas a comer? - La pregunta de Sophie lo saco de sus pensamientos haciendo que diera un pequeño saltito y ambos comenzaron a reir.

- Veo que se estan llevando bien.. - Fué la voz de Amy la que hizo que Sophie reaccionara al instante en defensa.

-Basta Amy no se de que hablas.

-Pero si te has puesto roja. -Volvió a decir la rubia antes de que Sophie la fulminara con la mirada, ella se rió y se volvió a girar para seguir caminando con su novio.

Se detuvieron en el pasillo principal, Paul con su novia comenzaron una escena romántica de besos apasionados, Sophie puso los ojos en blanco y se giro para darles la espalda, Brad imitó su última acción y la miró de reojo, la chica estaba mordiendo su labio inferior tratando de aguantar la risa.

-Bueno chicos, nosotros.. nos vamos. Buenas noches.

Fue extraño verlos desaparecer "juntos" hacia la misma habitación, ya era tarde y tenian clases al otro día.

-Bueno Sophie te dejo, duerme bien. ¿Si? - Dijo Brad despidiendose con la mano en alto.

-Ahám, no te preocupes, ah, y gracias por cierto, hoy me subiste mucho el ánimo.

Brad alzó la mirada y se dió la media vuelta para emprender rumbo a su habitación, dejando sola a Sophie en la oscuridad que prolongaba la noche.

Comenzó a subir las escaleras rumbo al segundo piso que era el lugar donde quedaba su habitación pero ya no recordaba muy bien el número de la puerta, pidió ayuda mirando la llave que tenía en el bolsillo y vió los números "167" grabados en ella.

Su habitación estaba a un par de puertas hacia la derecha; en el camino se topó con varios estudiantes que entraban de a dos en una habitación, o que fumaban y bebian libremente. West High School por las noches era el significado de libertad, cuando se volvían exigentes era en pleno período de clases.

Algo le llamo la atención, en la habitación un número después de la suya, en el suelo cerca del tapete había un gorro gris de lana que le pareció conocido, se aproximó a recogerlo y golpeó reiteradas veces la habitación "168" pero nadie parecia estar adentro. Tomó prisionero el gorro entre sus dedos y dió un par de pasos a la izquierda para ir a su habitación,  sacó la llave y la giró sobre la cerradura.

Algo le llamo bastante la atención, el hecho de que su mirada se desviara unos segundos al pasillo, ahí venía la silueta de Aiden caminando lentamente, la vista de Sophie se nubló por un instante, todas las demas personas desaparecieron frente a sus ojos y solo lo pudo ver a él, lo notaba tan claramente y también notó que se aproximaba a ella, sus rodillas temblaron, finalmente no supo como reaccionar ni que decir.

Su mano izquierda reposaba adentro de la habitación pegada a la puerta con el gorro de lana gris en ella, por lo tanto no dejaba a la  vista la prenda.

Aun estaba mirando al muchacho, quien se detuvo al lado de ella, no lo creyó real, pensó... haber pasado todas esas vergüenzas y rabietas y ahora tenerlo a su lado, no sabia exactamente que hacer, eran dos completos desconocidos.

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