Capítulo 29 : Asegura el campo

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POV Marinette.

Metí la mano con furia dentro del bolso para sacar mi cajetilla.

Necesitaba un buen cigarro para eliminar el mal sabor que había dejado la confesión de Adrien, y la decepción de analizar mi presente; pero unos dedos enrollándose en mi brazo me detuvieron.

- Marinette. -exigió molesto.

Apreté los dientes dejando la cajetilla en mi bolso y me detuve para enfrentarlo.

- Te dije que te alejarás, Félix. -gruñí antes de intentar escapar de nuevo, y fallar al notar que su mano se negaba a soltarme.

- No pienso hacerlo hasta que hablemos.

- ¿Hablar de qué? No hay nada que hablar, y menos contigo...

Entonces antes de que pudiera continuar sacó un sobre doblado de su bolsillo.

Las palabras en mi boca se enredaron al reconocerlo, sintiendo miedo y olvidando por un segundo que estaba molesta con él.

- ¿Lo reconoces? -preguntó sujetándolo con rabia.

No respondí evitando demostrar cualquier emoción.

- Por lo que veo, sí. ¿No preguntarás cómo lo obtuve?

- No me importa que sigas en contacto con Lila. -Escupí arrepintiéndome al instante y esperando que Félix no notara los celos en mi voz.

"Estás enojada con él." Me recordó Ate.

- ¿Puedes explicarme esto? -continuó Félix.

- Si alguien debería explicar algo eres tú.

Con fuerza empujé su pecho logrando alejarme de él.
Su confusión fue casi imperceptible en su rostro de póker.

- Adrien me lo confesó. -expliqué- Arruinaron todo por lo que había trabajado. ¿Como pudieron? Destruir mi carta, matando mis oportunidades en Gabriel's. ¿Y después te atreves a preguntar porqué hice un informe sobre ti?

Félix no supo responder.

- ¡Ese informe me protege de ti! Me protege de todos tus juegos y manipulaciones, Félix Agreste.

Su mandíbula se apretó.

- ¿Entonces parte de tu protección es contar todos nuestros secretos a Anouck Hautbois?

Mi garganta volvía a cerrarse dejándome muda.

¿Cómo era posible que supiera eso?
«Era imposible esconder la verdad tanto tiempo, y lo sabes» molestó Ate.

Y tenía razón, aumentando mis nervios, preocupada de lo que pasaba por la mente de Félix en ese momento.

- ¿Te das cuenta de que estás destruyendo a Gabriel's, la empresa por la que hubieras soñado entrar?

Fruncí el ceño.

«Hipócrita»

- ¡Empresa que no adherí por tu culpa!

- ¡Empresa que desaparecerá por la tuya!

Las pocas personas que caminaban cerca nosotros apresuraron su paso.

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