Siete años después...
Mi marido caminaba hacia mí sonriendo, con nuestra hija de tres años en brazos, dormida. Nuestro hijo de casi seis años estaba haciendo volar una cometa en el parque donde estábamos haciendo un picnic un domingo cualquiera.
—¿Cómo estás, cariño? —susurró en mi oído al sentarse a mi lado en la manta.
—Cansada y pesada —me quejé tocando mi enorme panza de siete meses de embarazo.
Él acomodó a nuestra nena en la manta y empezó a hacerme masajes en la espalda. Yo ronroneaba de placer.
—No hagas eso, que me estoy empalmando —sugirió riendo.
—Cielo... ¿tú crees que alguno de nuestros hijos será Peregrino del Tiempo como nosotros? —pregunté curiosa.
—No lo sé, amor... solo ellos podrán descubrirlo cuando crezcan y nuestro querido enano los lleve a cada uno a su puerto en la forma particular que les toque vivir esa experiencia —se encogió de hombros—. Puede ser confuso, pero saber que te tendré durante todas mis reencarnaciones es lo único que me mantiene feliz, Sevgili. Tú eres mi eternidad.
—Y tú la mía, mi bayim.
FIN
Relato corto, forma parte de la Antología "Cita a Ciegas"
Regalo por el día de los enamorados Feb./2017
http://www.amazon.com/author/gracelloper
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Peregrinos del Tiempo
RomansaRELATO COMPLETO (lectura libre) Eulalia tenía claras dos cosas: era periodista y no tenía vida amorosa, menos aún citas a ciegas. Entonces... ¿cómo haría para escribir el siguiente artículo encomendado por su jefe sobre ese tema? Investigando sobre...