QUINCE

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Habían pasado varios dias desde aquel encuentro, Candy cada día estaba más desesperada. Las cosas con Albert seguían igual ya que éstano había podido hablar con él, quien seguía de viaje.

 Las cosas con Albert seguían igual ya que éstano había podido hablar con él, quien seguía de viaje

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Estuvo varías veces a punto de marcar el número de Terry, pero siempre colgaba antes de hacerlo.

Él estaba en su despacho intentando trabajar, pero era incapaz de concentrarse. Cada vez que cerraba los ojos le venía a la mente imágenes de aquella noche, de aquel cuerpo, de aquellos besos, caricias, suspiros... sin poder soportarlo más cogió el teléfono y marcó el número de su pecosa.

 sin poder soportarlo más cogió el teléfono y marcó el número de su pecosa

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Un tono, dos tonos, tres tonos...

—Si?—se oyó una suave voz.

—Necesito verte...—dijo al reconocerla.

—Terry...

—Candy, no podemos seguir evitándonos.

—Aun no he hablado con él. Necesito tiempo para arreglar ésto. No la sigamos empeorando.

—Y yo qué. Estoy desesperado.—la voz de él revelaba lo frustrado que se sentía.

—Por favor.—suplicó.

—Estoy haciendo mi mayor esfuerzo por no arrojarme cada vez que nos vemos en el colegio.

—Estoy haciendo mi mayor esfuerzo por no arrojarme cada vez que nos vemos en el colegio

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MI MAYOR TESORODonde viven las historias. Descúbrelo ahora