Cocktail Real, entre besos y mentiras #Descontrol en la realeza 4

Capítulo 14

—¡Tengo a Nina en videollamada! —Exclamó Charlotte llevando la computadora portátil hasta la cama de Geraldine y enfocó con la cámara hacia su hermana y Caroline que la ayudaba a arreglarse.

—¿A dónde van que están tan bellas? —Inquirió Nina observándolas por la cámara en directo desde Oxford—. ¡Wow, Dina te vez espectacular!

Charlotte y Caro soltaron una carcajada al mismo tiempo.

Char tiró la portátil y la giró hacia su lado. —Nunca vas a adivinarlo, pero inténtalo, vamos.

La frente de Nina se arrugó y Charlie volvió a apuntar hacia su hermana que no dejaba de verse al espejo mientras se peinaba y terminaba de maquillarse.

—¡Ya deja de hacer tanto escándalo, Char! Esto no es una cita.

—No tienes que decirme eso a mí, Dina. Sino a ti. Eres tú la que lleva dos horas y media arreglándose —replicó Charlotte sin poder borrar su sonrisa burlona.

—Yo no puedo imaginar a nadie —agregó Nina recordándoles que todavía estaba allí—. ¿Con quién vas a salir, Dina?

—Es solo una cena —volvió a recalcar Geraldine y se giró para mirar a su amiga—. Charles y yo vamos a cenar porque somos amigos de nuevo. Eso es todo. Y me arreglo como lo hago siempre. ¿Qué tiene de malo?

—¿Charles? ¿Mi hermano Charles? —Inquirió Nina frunciendo el entrecejo y alzando la voz más de lo normal.

Charlotte rodó los ojos a pesar de saber que Nina no podía verla. —¿Quién más sino?

Nina la ignoró y siguió indagando. —¿Por qué vas a salir con mi hermano, Dina? Quiero decir, ¿por qué van a tener una cita? ¿Desde cuándo se ven en ese plan?

—No es ninguna cita. Solo vamos a cenar juntos como amigos. Volvimos a ser amigos después de mucho tiempo y tenemos que festejar —explicó como si fuese lo más racional del mundo y las demás estuviesen locas por no comprenderlo.

Terminó de acomodarse el cabello y le dio un último retoque de brillo a sus labios antes de volverse hacia la portátil y tomarla sobre sus piernas al sentarse en la cama.

—¿Por qué te molesta, Nina? No voy a robarte a tu hermano. Aunque para ser justas, tú tienes al mío, así que...

—No me molesta, Dina —dijo Nina aunque su expresión de recelo no decía lo mismo—. Es que Charles... Charles es especial, ¿sí? Él no es como Duncan o Eric. Cuando Charles comienza algo, se lo toma en serio.

Dina soltó una risita. —Ya lo sé, Nina. No te preocupes, no es como si fuésemos a empezar una relación o nada parecido.

Charlotte hizo una mueca hacia Caroline quién se la devolvió en coincidencia. Las dos pensaban igual con respecto a las palabras de Dina.

Desde el otro lado de la pantalla, su amiga le apuntó con un dedo. —Entonces hazme caso en algo, Geraldine. No le des señales cruzadas. No lo confundas.

La rubia negó con la cabeza mostrándose sería y convencida. —No tienes nada de qué preocuparte, Nina. Me portaré bien. Lo prometo.

***

Cuando Dina bajó las escaleras, Charles ya estaba esperándola abajo. Con él también se encontraba Alioth y los dos parecían estar tan entretenidos hablando entre ellos que no se percataron de su llegada hasta que estuvo a pocos metros.