|×Necesito a mi bro×|

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Narra Sonny:
– Emily –me separé de ella sin verla a los ojos –Debes irte ahora
– Esta bien, piensalo –besó mi mejilla y desapareció. ¿Todo era así de simple para ella?
Maldije en un susurro.

Caminé hacia la habitación de Liz con las manos sudorosas; pero la puerta semi abierta y una voz masculina me sorprendieron. Había alguien en la habitación. Me acerqué para escuchar.

– ¿Quieres que llame al doctor?
– No, te juro que estoy bien
– No me convense –gruñó. Abrí los ojos incrédulo, ¿Anton...?
– ¡No! Vuelve, no me dejes sola por favor
– Te prometo que hablaré con el sobre esto
– Gracias por tu ayuda, pero es mi lucha no tuya
– Me importas mucho, créeme
– Enserio te agradesco Anton, pero...

Mi enojo no se contuvo más y abrí la puerta con fuerza. La mirada de Liz se posó en mi con amargura.

– Sonny, que mal educado –dijo cortante.
– ¿Ustedes que se traen? ¿Como es que tú la conoces?! –miré a Anton.
– No es de importancia
– Anton, pense que eramos amigos, ¿Que haces? ¿Porque?
– No permitire que le sigas haciendo daño Sonny, jugaste con muchas pero con ella no podrás
– ¿De que mierdas hablas? Yo la amo, ¡es mi novia!
– Me pregunto porque no le dijiste eso a tu rubiecita
– Que rub... –me callé, oh por Dios, ellos me habían visto.
– Eso pense
– Sonny puedes irte, Anton se ofreció a cuidarme, tu ve con Paul, y no se si deba prepararme para el concierto
– ¿Que? ¡Yo iba a cuidarte! ¡Apenas lo conoces...!
– No lo hagas mas dificil, por favor, solo vete
– Liz, te prometo que nada de esto volverá a pasar, ella se irá, no se interpondrá nunca más, solo... confía en mi –me acerqué a la camilla.
– Alejate de ella, ahora –masculló.
– Tu no me diras que hacer
– Eres un idiota
– Y tú un metido
– Al menos no juego con los sentimientos de una chica
– ¡Es que no entiendes!
– ¡¿Entender que?!
– ¡Que yo la amo!
– ¡Chicos basta! –soltó en un grito ahogado. La miramos.
Su nariz sangraba nuevamente y apenas podía mantener los ojos abiertos.
– Oh Dios no, ¿L-Liz? ¡Ve por un doctor! –le grité a Anton y la abracé con los ojos vidriosos. ¿Que había hecho...?

– ¡Llévenla a emergencias! ¡Rápido! –gritó un doctor junto a Anton mientras más doctores entraban a la habitación.

Mi corazón se aceleró al ver la camilla pasar a mi lado con urgencia. Las chicas se acercaron a nosotros casi llorando.
Mi mente solo pensó; necesito a mi bro..

Narra Diplo:
Mi celular sonó entre el bullicio de atrás.
– ¿Hola? Sonny, ¿Esta todo bien?
– No, vengan rapido –dijo en un hilo de voz.

Acelere lo más que pude. La voz de Sonny no era una buena señal.
Nadie había dicho una sola palabra hasta que finalmente llegamos al hospital.
– ¡Ya estamos aquí! ¿Que sucede? –me acerqué a Sonny.
– ¡¿Donde estabas?! ¡Se la llevaron a emergencias! –me abrazó como un bebé llorándole a su mamá. Mi corazón se estrujó.
Sonny era como un hermano menor para mí, siempre cuidaba de él. Pero el apoyarse en mi para llorar era algo nuevo.
– Tranquilo –le di palmaditas en la espalda – ¿Que fue lo que sucedió?
– Fue mi culpa –susurró Anton con la cabeza gacha.
– De ambos enrealidad
– No debí entrometerme, perdoname Sonny, me dejé llevar, como un idiota
– Solo necesitas tiempo, entiendo cómo te sientes, y cuentas con nosotros en todo momento
– Gracias sonny, pero no lo merezco –salió corriendo hacia el patio.
– ¡Anton! ¡Vuelve! –suspiré –Iré a verlo después –musité dándome una idea de lo que había pasado.
– ¿Y la perra donde esta eh? –dijo Justin llamando la atención de los doctores.
– ¿De quien hablan? –preguntó Sonny.
– De emily –respondió girando los ojos.
– Oh, si, estuvo aquí hace un rato –suspiró. Nos miramos entre si.
– Sonny... –hice una pausa ante su mirada confusa – Los chicos y yo llegamos a la conclusión de que, Emily fue quien envenenó el plato de Liz en definitiva
– Yo, ya lo sabía –bajó la mirada.
– ¿Ah si?
– Si, por eso la llamé aquí, había que ponerle un alto
– Entonces por eso venía hacia acá –interrumpió James. Asentimos.
– Bueno, ¿Habrá que hacer algo con ella no? –los miré.
– Vamos a hacerlo chicos, hay que terminarla –dijo Sonny, sonreí de lado y apreté su hombro.
– Ah, pero si lo digo yo es un locura ¿No? –musitó Justin con ironía, reímos – Por cierto, ¿Dónde está María?
– ¡Por acá! –murmuró casi instantáneamente mientras lloraba en un rincon de lejos.
– ¿Bebé, que haces allí? –corrió hacia ella.
– Bueno, iré por Anton, Sonny puedes traer agua de la tienda ¿está bien?
– Claro –forzó una sonrisa y se dirigió a la salida lentamente.
Era un chico fuerte, realmente lo era.

EDITANDO-Con El Mundo En Contra → Skrillex  FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora