EDITANDO-Con El Mundo En Contra → Skrillex Fanfic

|×No quiero morir soltera×|

Narra María:
Las chicas ya habíamos llegado al hospital y los chicos investigaban sobre Emily. Eso nos dejaba a cargo de las visitas y Liz, jamás habíamos estado más nerviosas.
Llevábamos unos minutos sentadas en el tenso ambiente, así que decidí romper el hielo.

– Eh, oye, te queda el cambio –la miré.
– Gracias
– Te ves diferente pero linda –dijo Noemí.
– Gracias –sonrió moviendo su cabello hacia un lado.
Se trataba de nuestra chica nerd. La que tenía las mejores calificaciones y siempre era puntual, esa chica había cambiado su color de cabello y al parecer forma de ser también.
– Señoritas –un doctor llamo nuestra atención.
– ¿Diga? –Valeska lo miró.
– ¿Podrían hacer silencio?
– No le prometemos nada doctor –respondió Kristel de forma retante.
Las miradas incrédulas de todas se mezclaron.

– ¿Que? –rodó los ojos.
– Estoy tan orgullosa de ti –susurró Pricila fingiendo llorar.
– Entonces puedo decirle a la señorita Ellie que puede pasar a la habitación
– ¿Por fin salio Sonny? –me levanté.
– ¿Ellie esta aquí? –me siguió Noemí.
– Si, el señor Moore ya salió, pero ahora es el turno de ella –sonrió con malicia.
Nos sentamos resignadas.
– Esta bien, pero ¿Después quien sigue? –preguntó Kristel.

El doctor miro los papeles que traía consigo un momento.

– El señor  Zaslaski, zaslsvki, zasvilaski –siguió intentando pronunciar.
– Zaslavski doctor
– Si, él –sus mejillas se tornaron rojizas.
– Entonces luego seguimos nosotras ¿no?
– Así es –sonrió con vergüenza para irse nuevamente.
– ¡¿Zedd esta aqui?! –soltó Noemí apenas el doctor se fue.
– Es increíble, ¿Cuando conoceremos a Eminem? –dije sarcásticamente e hice puchero.
– ¿Es aquel de allá no?
– ¿Eminem? –miré a Catherin asustada.
– No, Zedd
– ¿Como puedes decirlo de lo mas normal? –preguntó Noemí.
– No es para tanto, nosotras le cortamos el cabello a un familiar de Mitchel Obama –sonrió pricila chocando los cinco con su gemela.
– Y Simon Cowell quiere contratarme –las miré burlesca.
– ¡Pero es verdad! –gritaron. Reí – ¡Es verdad! ¡Es verdad! ¡En serio...!
– Hola –la voz del famoso Dj las interrumpió.
– Hola –respondió Kristel. ¿Y la timidez?, pensamos.
– ¿Son amigas de Liz?, Ellie me llamo hace un rato, dijo que podrían necesitar ayuda y con respecto a Sonny, aún más –sonrió. Vaya que era un tierno chico.
– Oh, pues gracias por venir, luego de ella sigues tú
– Cierto
– No tardes mucho –la ahora rubia le guiñó el ojo.
– N-no lo haré –respondió anonadado. Miramos a Kristel con una ceja arqueada.

De repente Ellie pasó a nuestro lado mientras hablaba por teléfono, parecía realmente ocupada.

– Voy yo –le gritó Anton.

Ellie lo miró y le dijo que no en una seña; Anton juntó sus manos en forma de súplica e hizo puchero. ¿Quien se podría resistir a eso? Sonreímos.
Finalmente Ellie aceptó y lo dejo entrar.

– ¿Que fue eso? –volvimos a Kristel y su comportamiento coqueto.
– ¿Yo? –se señaló.
– Nadie más le guiñó el ojo a Zedd aquí ¿O si? –la miramos con ironía.
– Solo, no quiero morir soltera –intentó sonreír con inocencia, más no pudo y empezó a reír.
– Me parece bien –dijo Keren. Reímos con ella.

[...]
– Oigan, ¿Donde estará Sonny? –pregunté después de un rato esperando.
– ¿Con Zedd no? O tal vez solo quiso desahogarse –Valeska se encogió de hombros.
– Estoy de acuerdo con ella –añadió Kristel.
– ¿Alguna vez no lo has estado? –la miré con cara de aburrida.
– Si, al principio, ¿Recuerdan que siempre le gustó el regue?
– Agh si, las peleas de Electronica vs Reguetón eran imparables –dijo Noemí.
– Liz nunca te dejaba ganar ¿Eh? –Keren le dio un pequeño golpe en el hombro. Reímos.
– Era solo porque la mayoria estaban con ella –bufó.
– Olvídalo, te queremos con todo y tus gustos raros, y por raros también me refiero a Jonny –reí bajito.
– Oye, el no es raro, el es... edición limitada –sonrió con ternura.
– Mírenla, jamás la había visto así –revolví su cabello.

[...]
Habían pasado al menos 20 minutos, y no había señal de Zedd o Sonny, ni siquiera Ellie, quien después de hablar por teléfono se había ido rápidamente.
Estaba por levantarme para preguntar cuando un grupo de doctores pasó corriendo por nuestro lado, posterior Anton estaba con nosotras sin poder casi hablar.
– ¿Q-que está pasando? –pregunté temblorosa observando cómo en unos pocos segundos la sala de espera se convertia en una habitación llena de gritos y llantos incontrolables.
Incluso después de que los chicos llegarán nada estaba en orden, y nada lo estaría en un largo tiempo..