Entre al instituto y note que alguien me miraba por atrás, rodee los ojos al saber quien era, voltee y la rubia estaba sonriendo abiertamente para luego caminar a mi y que yo pudiese fulminarla con la mirada de inmediato.
—Eres insoportable Jennifer. —Bufe molesta, esta río y la mire seria.—Bien, ya es hora de que me digas como es que mis insultos no te afectan. Suéltalo. —La mire molesta, ya me tenia cabreada.
—Se que tienes problemas Nathalie, y es por eso que no me afecta tu odio, se que lo haces por que nunca en la vida has recibido amor y el que yo te lo de para ti es extraño. —Dijo y la mire raramente para luego querer darle la espalda, pero en el momento que me voltee Adam estaba hay mirándome con una abierta sonrisa.
—Lo que dice mi pequeña hermanita es verdad cariño, deveria dejar que te entreguen amor. —Sonrío y beso cortamente mis labios para luego entrelazar nuestras manos y caminas hacia el campus del instituto. Lo mire extrañada.
—Historia esta hacia el otro lado Adam. —Dije siendo seguida por Jennifer y mirarla por encima del hombro.
—Lo sabemos. —Me respondió sin permiso la rubia. —Vamos a escaparnos para que dejes de odiarme. —Suspiro y beso mi mejilla. Me limpie rápidamente con asco y ella sonrío aun mas, cada día la odio mas.
—Adam... creo que esto no es correcto. —Solté. Esperen ¿Yo dije eso? Este me miro con preocupación y paro en seco.
—¿Te sientes bien? —Pregunto tocando mi frente y luego mis mejillas, empuje su mano de un golpe y sonrío divertido. —Lo siento linda, es que eso es raro de ti. Ahora, cierra el pico y vamos. —Me dejo con la palabra en la boca y me saco del instituto prácticamente arrastrándome, obviamente con la compañía de la teñida inútil de Jennifer.
Salimos del lugar y caminamos, nada, ya que insistí en que quería subirme a la Ducati de Adam, este se dio por vencido y el y yo nos fuimos en la hermosa Gloria como el le había puesto, y el estorbo —Jennifer— se fue en su auto color magenta tras nosotros. Creo que estuve abrazando a Adam por aproximadamente una hora y media antes de que llegáramos a la playa, una a la que yo al menos, nunca antes había venido.
—¿Que hacemos aquí? —Pregunte mirando a Adam. Este quito mi pañuelo del cuello, lo paso a mi cintura por atrás y me acerco a el para hablar en mi oído de forma tierna pero aun así con algo de sensualidad en cada silaba.
—Divertirnos... Y mi camisa te queda bien. —Río divertido y beso por tras mi oreja.
—Dejen se mostrarme películas pornográficas en 3D y vamos al agua. —Río de forma tierna la pulga y la seguimos hasta el agua para que el imbécil de Adam me empujara al agua y mi cara quedara pegada a la arena. Me levante y reí, me olvide de todo, completamente todo.