After Meeting You.

Capítulo #11

La imagen de Andrés saliendo del baño no me deja en paz. Cada vez que sus ojos se encuentran con los míos, me ruborizo, lo peor, es que él se da cuenta.

Estar cenando con mis abuelos y Andrés es incómodo. No puedo evitar verle, porque cada vez que levanto la mirada ahí está, sentado justo al frente mío.

— ¿Qué opinas de tu habitación, Andrés? —pregunta mi abuelo rompiendo el silencio que reinaba en la mesa.

Andrés me dedica una mirada y luego mira a mi abuelo.

—Es muy agradable.

—Me alegro que te guste, ¿cómo están tus padres?

Cuando volteo a ver Andrés noto que cambia de humor.

— ¿El desgraciado de mi padre?, bien, y mi madre murió hace unos meses—dice con desprecio.

¿Qué? ¿Por qué trata tan mal a su padre? Qué extraño, éste chico cada vez me intriga más.

—Oh, perdona, lo lamento—dice mi abuelo disculpándose—no debí preguntar.

—Está bien, necesito un poco de aire, si me disculpan—dice Andrés levantándose de la silla.

Cuando sale de la casa, nos quedamos callados.

—Que chico más maleducado—dice mi abuela.

Pongo los ojos en blanco, y la miro de mal modo.

— ¿Qué? —pregunta mi abuela al ver mi actitud.

—Déjalo, tiene problemas—interviene mi abuelo.

—Bueno, creo que me voy a dormir.

Me levanto y me despido de mis abuelos. Comienzo a caminar hacia mi habitación, pero me detengo al final del pasillo, miro las gradas que están al frente mí y la puerta principal por donde salió Andrés. Desvió la mirada hacia atrás, y observo si mis abuelos me están mirando, pero no lo hacen, salgo de la casa haciendo el mínimo ruido, y comienzo a buscar a Andrés.

Ya lo sé, me estoy entrometiendo, pero es que éste chico cada vez es más misterioso.

Luego de buscarlo en el jardín, me rindo y me voy a sentar a los columpios.

— ¿Qué haces aquí afuera? —me estremezco al escuchar su voz, volteo para poder mirarle.

—Lo mismo que tú.

— ¿Y qué se supone que estoy haciendo?

—Mmm, tomando un poco de aire fresco.

—Por una parte sí, pero por otra no.

— ¿Y a qué se debe la otra?

— ¡¿Sabías que eres muy entrometida?! —dicho esto, se da la vuelta y empieza caminar a la cabaña.

— ¡¿Por qué reaccionaste así cuando mi abuelo pregunto por tus padres?! —en el momento que las palabras salen de mi boca él se detiene.

— ¿Qué? ¡No vuelvas a preguntar eso, no tienes el puto derecho de preguntarme sobre ello!

—Yo solo quería ayudar, soy tu amiga.