"¿Podrías esperar con Jeremy? Ya faltan pocas personas, lo prometo. Te invito un café más tarde." Dijo Gerard mientras se soltaba de nuestro abrazo. "Por supuesto." Contesté antes de bajar las escaleras.
"Al fin joder, cuánta gente." Exclamó Jeremy mientas cerraba las persianas y apagaba las luces. "Gerard debe estar demacrado del cansancio." Dijo.
Entonces Gerard bajó las escaleras y me dirigió una mirada sonriendo. Después fue con Jeremy a darle un abrazo. "Gracias por todo hermano." "No Gerard, gracias a ti. ¿Ya te vas? Para abrir la puerta del estacionamiento." Contestó Jeremy aún apresurado por poner las cosas en su lugar. "Si Jeremy gracias, pero yo salgo por acá. Le avisé a mi gerente que tengo algo que hacer por aquí cerca. Va a sacar la camioneta de todos modos." Respondió acercándose a mí. "De acuerdo bro, hasta pronto. Descansa."
Gerard abrió la puerta de entrada para mí y salí agradeciéndole.
"Gracias Gerard."
"No hay de qué. ¿Te apetece tomar un café en Starbucks?" Preguntó señalándome el Starbucks que estaba cerca, en el cual por cierto, nos conocimos por primera vez. "Claro." Respondí comenzando a caminar a su lado.
"Así que... publicista con éxito." Gerard se dirige a mí soltando una pequeña carcajada y mirándome a los ojos.
"Algo por el estilo. Aunque mi éxito no se compara con el tuyo" Respondí dándole un codazo en el brazo. "Estoy orgulloso de ti." Dice rodeando mi hombro con su brazo. "Y yo de ti, Gee."
Gerard y yo pedimos un latte y nos sentamos en una mesa en la terraza, platicando tranquilos, riendo, disfrutando de un buen momento. Debo admitirlo. Extrañaba nuestras pláticas.
Gee tomó un cigarro y lo encendió. Después tomó la etiqueta de mi maleta y la examinó rápidamente. "Vamos, ____, cuéntame de tu vida en Southampton. Sé que te fue de maravilla. ¡Felicidades!" Dijo antes de darle una calada a su cigarrillo. Yo reí y le di un pequeño sorbo a mi latte.
"No hay mucho que contar. Me hice amigos, te conté de algunos de ellos en las primeras semanas ¿cierto? Bueno, curiosamente ese grupito de amigos se quedó conmigo de inicio a fin. La escuela me postuló para un concurso de diseños para Burberry y resulté ganadora. Creo que ahí comenzó todo. ¿Y tú? Cuéntame del éxito de la banda. No sabes lo contenta que me pone saberlo." Gerard sonrió de lado e hizo una mueca encarnando las cejas. "No sé cómo contarlo. Simplemente fue muy rápido ¿sabes? Aunque tuve un momento algo complicado con... tu sabes, sustancias y alcohol. Nada grave. Sobreviví a ello" Respondió riendo, aunque aquello me provocó un nudo en la garganta. No supe cómo reaccionar ante ello, sólo asentí. No sé cómo pretendía que reaccionara, no podía creer que después de tanto tiempo sin habernos comunicado no se haya atrevido a contarme nada. La sensación, el sólo hecho de imaginarme a Gerard teniendo un "momento complicado" con sustancias hacían que el estómago se me revolviera del disgusto, e incluso de tristeza.Dejé que el silencio incómodo pasara por completo. Gerard probablemente había notado el impacto que su comentario había tenido en mi, pero no dijo nada. En vez de eso, probó su café y me dirigió la mirada de nuevo. "Dime... " comenzó después de un rato. "Sonará muy raro. ¿Te conseguiste a algún inglés por allá?" dejó su taza de café en la mesa. Yo reí un poco. No tenía idea de dónde se había sacado la idea de preguntar algo así. Aquello fue algo incómodo, pero en fin, estábamos reunidos de nuevo, no quedaba más que contar nuestras experiencias personales, ¿cierto? "Se llama Brendan." Gerard encarnó las cejas, de forma casi incrédula. "Fue sólo por un año, aunque créeme, las cosas terminaron bien. Ahora es un buen amigo. ¿Y qué hay de ti?" Pregunté sorbiendo de nuevo mi café y guiñando un ojo, pretendiendo que de verdad me importaba saber con quién había salido en todo este tiempo. "Nada importante. Hace algunas semanas salí con ésta chica, Lindsay. Es bajista. Nada que agregar, es una chica muy hermosa." Sonrió.
Asentí intentando simular que prestaba atención a su historia. No esperaba sentir dolor en absoluto. Lo nuestro había terminado hace tiempo. Pero vaya, creo que es cierto lo que dicen. El tiempo te patea el trasero, cuando crees olvidar todo, de pronto se vuelve más presente que nunca. "¿Por qué dejamos de hablarnos?" Dijo Gerard interrumpiendo el silencio incómodo que había vuelto a inundar el ambiente, acompañándose de un riquísimo aroma a café que confundía mi prioridad en cuanto al momento tan extraño que estaba viviendo en ese momento.
"No lo sé. Supongo que estábamos ocupados." Afirmé.
"O tú estabas ocupada."
"¿A qué te refieres?" dije mientras Gee bajaba la mirada al suelo.
"Debo admitirlo ____, me molesté un poco contigo. Quiero decir, si no te hubieras ido, no hubiera cambiado nada, eso creo." Sinceramente, no podía creer lo que estaba escuchando. Hubo algo en la voz de Gee que nunca había escuchado hasta ese momento. Era un cierto aire de egocentrismo que incluso estaba presente en los gestos físicos que él ejecutaba. En ese momento abrí los ojos como platos esperando a que Gerard retirara lo que acababa de decir, o que al menos hiciera algo que me garantizara que aquello había sido una mentira. Pero no lo hizo.
"No habría cambiado nada Gerard, tienes razón. Yo me hubiera quedado aquí contemplando cómo cumples todas las metas que tienes. ¿A eso te refieres?" Él rió por lo bajo, sin siquiera atreverse a mirarme de nuevo ¿Qué rayos está pasando? Mis manos temblaban, había algo en mi cuerpo que no estaba bien ¿acaso el suelo comenzaba a moverse debajo de mis pies?. "No, no es eso. Me refiero a que fue diferente. El cambio de horario, nuestros intereses, todo mandó nuestras conversaciones a la mierda y de repente no sabía nada de ti. No me escribías, no decías nada... Supongo que entonces encontraste a Brendan ¿no? Fue fácil intercambiarme."
El nudo en la garganta comenzó a hacer más presente hasta que no pude más. Las lágrimas caían por mi rostro y tenía la sensación de que mi corazón se había detenido. A este punto, no podía reconocer al chico que tenía en frente.
El Gerard que conozco jamás habría dicho algo así.
"...¿Por qué me haces esto?" Dirigí mi mirada hacia fuera, esperando encontrar algo que me tranquilizara, al menos que me dijera que Gerard no me estaba diciendo esto en serio, algo, no me importaba lo que fuera, pero por favor, algo que me sacara de esto. Gerard hizo una pausa. Después de ello, podía sentir su mirada sobre mí, pero no estaba dispuesta a darle el gusto y corresponder. Vine a visitarle para felicitarlo por todo lo que había logrado, ¿acaso eso le da derecho de decirme que fue fácil "intercambiarlo"?
"Te extrañé ____. De formas que no imaginas. Después de un tiempo empezamos a dejar de contestarnos, las conversaciones nunca fueron lo mismo, y luego... nada." No me importó en absoluto que 20 pares de ojos nos miraran cuando decidí levantarme bruscamente de mi asiento y tomar mis pertenencias para largarme del lugar lo más pronto posible. No podía soportarlo más. "Gerard, no pretendas ni por un segundo querer decirme que esto no fue difícil para mí. Lo entiendo, pero yo te contaba cosas de mi vida en Inglaterra y hacías como si no te importara. Me cambiabas el tema, como si tú importaras más. ¿Crees que yo no tengo razones para estar enojada contigo? Mierda, he venido a visitarte, a felicitarte porque has logrado lo que querías y vienes a interrogarme sobre si conocí a alguien que no fueras tú. Deja por un segundo de pensar en ti mismo." Dije saliendo de ahí lo más rápido que pude. Mi corazón estaba hecho trizas.
Estaba absorta en mis pensamientos dejando que las lágrimas corrieran libremente cuando una mano me tomó por el brazo intentando hacer que pare. "Suéltame." Grité intentando liberarme del agarre. Gerard me tomó entre sus brazos y me permití recargar mi rostro en su pecho, estaba hecha una mierda. Por un momento pensé que efectivamente todo había sido mi culpa, y sentía que había olvidado cuánto necesitaba de su presencia. Mis piernas no podrían soportar mi peso, mi manos sintieron la necesidad de rodear el cuerpo de Gerard hasta que ambos nos fundiésemos en un abrazo, pero en ese momento no podía hacerlo. Simplemente podía sentir el calor que emanaba su piel mas el ligero aroma a café que me recordó a aquellos días en que disfrutábamos de nuestra presencia con una taza de café y algunos besos repartidos irregularmente en distintos momentos del día.
"Perdóname _____, discúlpame por ser tan idiota." Me quedé en sus brazos llorando, sin responder a su abrazo. "Es sólo que, desde que te fuiste, me hiciste falta. Creí que habías olvidado lo nuestro, te quise siempre, y lo peor de todo, es que creo que todavía te quiero, aunque lo nuestro no funcione." Con un poco de la fuerza que me quedaba, me solté ligeramente de su agarre y lo miré a los ojos. "¿Crees que podrás perdonarme?" Dijo mirándome fijamente. Aquella mirada cristalina que anunciaba la llegada de algunas lágrimas. No podía mas con todo aquello, fue casi automático, y en un solo movimiento me paré de puntas para besarle. No me importaba que estuviera saliendo con alguien más. No recordaba cuánto lo necesitaba. Su mano me apretó contra él. Su otra mano se detuvo a explorar mi rostro y a recorrerlo como sólo él sabía hacerlo. Después de algún tiempo de intercambiar la hermosa sensación de nuestras bocas juntándose y sintiéndose, sus labios se separaron y permití que su lengua explorara mi boca. Con maestría, acarició mi labio inferior con la punta antes de atreverse a ir más adentro para tocar mi lengua y recorrerla suavemente. Carajo, no recordaba cómo se sentía esto. Sus brazos me rodearon, sus labios volvieron a tocar los míos suavemente, intentando no separarse de los míos. "Ven conmigo." Susurró cerca de mi boca con la respiración un tanto agitada. No pude responder nada, sólo sonreí y me acerqué a él de nuevo para darle un beso corto.
Nuestras miradas encontrándose de nuevo fue suficiente para que él se diera cuenta de que mi respuesta era un 'sí'.Chicas, discúlpenme por favor muchísimo por la tardanza, aquí está el nuevo capítulo y muy pronto subo otro.
Antier me enteré del terremoto en México, de verdad estoy muy triste por lo que sucedió y más por no poder ayudar desde aquí en donde estoy. :(
¿Se encuentran bien?
Mucha fuerza, las quiero.
ESTÁS LEYENDO
Demolition Lovers (Gerard Way y tú)
Fanfiction"Entonces, los ojos de Gerard se abren una vez más, sus labios dibujan una sonrisa al escuchar al público cantando, su mirada contempla a cada uno de los espectadores, busca encontrar a cada voz. Y en cuanto me ve, se detiene. Siento sus ojos color...