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Una historia que mostrará que el trabajo es el método mas eficaz de conseguir lo que deseas...




Tengo una hermana llamada Nea de dieciséis años, y vivo con mis padres...hasta hoy...

De pequeño yo era un niño muy tímido, jugaba con los animales del prado, habían dos vacas, gatos salvajes, un caballo y dos cerdos que tenían crías. Nea, en cambio, jugaba más con sus amigas y amigos, y se pasaba el día estudiando. Ella es una chica muy inteligente. Jugaba mucho conmigo, pero ella nunca comprendió tanto a mi madre como yo. Mi madre, también llamada Noelia, es posiblemente, la mejor mujer que conocería.

Mi padre trabaja en una empresa, en Holanda, y mi madre es dueña de una frutería en una ciudad, que por cierto, está a una hora en coche desde nuestra casa, e ir al instituto de allá siempre ha sido fastidioso.

Mi madre siempre me ha enseñado cosas sobre la naturaleza y los animales. Ella siempre me decía que escuchara a los árboles, que debería comer muchas frutas y verduras, y que no diga palabrotas, cosa que tendemos a hacer. Yo siempre le he hecho caso en todo lo que me decía, y no porque fuera mi madre, si no porque cuándo me lo explicaba le miraba a los ojos, y sabía que tenía razón, cuando estaba con ella, "mi alma" se tranquilizaba.

Un día comprendí, y me dije a mi mismo que viviría más implicado en la naturaleza. En mi mente tenía un concepto del verdadero significado de vivir la vida...y es lo que haré...me iré a una aldea, o no, mejor...a una isla, tranquila, sin preocupación, con buen ambiente, poca gente, animales -pensé hace tiempo-.

Me levanté y me vestí, luego me fui al baño para asearme y miré la hora: las ocho y cuarto. Era el dia doce de mayo. Bajé las escaleras y me dirigí al salón, al lado en la cocina se encontraba mi madre cosiendo, y Nea sentada en el sofá haciendo...parece que leyendo.

-Buenos días Nea, ¿qué haces?-le pregunté al ver que estaba con una hoja en la que había un texto muy largo.

-Oh brother, good morning- siempre mete palabras en inglés, es gracioso- Estaba aquí revisando mi evaluación de graduación, y...- me acerca su papel de notas de bachillerato -¡mira que notas!

Eran muy buenas, había obtenido muy buenas calificaciones en matemáticas, física, química y las lenguas. La que peor se le daba era Historia, e irónicamente era la que a mi siempre me había gustado más. Le respondí con una sonrisa.

-Hermano, y tu ¿qué harás?, ¿dónde te irás?

Puso cara de desesperación

-Yo...¿te acuerdas que decidí irme a vivir a una isla no? Eso es lo que haré- aclaré.

-Cariño, ya que has sacado ese tema, tengo los dos mil que necesitas para el viaje- me dijo mi madre acercándose a mi -tu padre me envió el dinero por correo. Sabes que está trabajando muy duro para volver,y le va bien.

-De verdad, no sabes cuánto os lo agradezco...- cogo el dinero y me quedo mirándolo un rato. Mi madre estaba quieta delante mío, y le doy un beso como agradecimiento -Veréis está el puerto en Fuzho que es al que tengo que ir pero...aún no estoy listo.

-Cielo, la isla de la que te hablé, Midway, fuí de noche de miel con tu padre ¿te acuerdas?- me aclaró- Fuimos a Estados Unidos a coger un vuelo hacia la isla, porque por ese entonces China no tenía buena fama. Supongo que habrán vuelos, pero igual allí tendrás que ir por el mar.

-Tengo ahorrados cien euros, ¿es suficiente para la isla?- pregunté.

-Claro que no hijito- tengo veinte años -está lejos.

-Don't worry, yo te prestaré cuatrocientos euros de mis ahorros, pero, me los devolverás tarde o temprano...algún día, okay?

-Muchíssimas gracias a las dos.

Nea había trabajado mucho estos años para poder pagarse la universidad, incluso empezó a trabajar en verano con solo quince años. Como ella pensaba que no le iba a llegar, y por si mi padre no pudiera ayudarla: no por nada, pues siempre se han llevado medio mal medio bien, pues se dedicó a hacer algo de ropa y artículos como pulseras y collares.

No veía el momento de adentrarme en este viaje, del cual tenía miedo, pues estaba muy lejos y estaba solo. Nunca antes habíamos viajado. Bueno si, una vez, a Ámsterdam; de pequeño y porque empezó a trabajar allí mi padre. Estaba nervioso, y dentro de nada lo estaría más, y me gustaría conseguir trabajo, y sería como empezar de cero. No se me fuera a olvidar algo o me daría un ataque cerebral. Primero, prepararme mi tarjeta de identificación, papeles y currículum. Realmente sentía una sensación de melancolía, hacia mi hogar, pero nunca le había dado importancia a lo material, realmente era más el que mi "yo interior" tenía el presentimiento de que, por la distancia, un día, le costaría volver a la isla habiendo vuelto a Soria.

•Harvest Moon•Historia perdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora