El túnel de la cueva. Carter me indicó cómo abrirlo, el hombre no tenía las herramientas fuertes, adecuadas para romper un muro tan robusto. Me dijo "sírvete, puedes investigar y coger lo que quieras y encuentres. Seguro que te ayudará trabajar aquí". Es duro el trabajo, más de lo que puede ser en la granja. Almenos por ahora. Usaba el pico, uno grande, y el martillo. Habían tantos minerales, de pequeños fragmentos y de pedazos grandes. Pero a todo momento solo sacaba rocas, y polvo de rocas. Aún así cuando sacaba un trozo de plata, me sentía satisfecho. Y el tiempo pasaba rápido ahí metido. Pero con esos minerales conseguía trabajo para otras personas, y eso me aliviava. Me dijo Flora, que en Ciudad Mineral, en la herrería de Saibara el herrero, podría mejorar las herramientas con diferentes materiales. Nombró el mystrile como la materia más fuerte. "Mystril", no lo había oído nunca. ¿De veras existe? En cualquier caso, se supone que si voy con la cantidad adecuada podré mejorar cualquier arma. Si tan solo encontrara.
Un saco pequeño lleno de plata y algo de oro. Pensaba nada más llegar a casa ponerlo para envío. De momento no creo que necesitara mejorar ningún arma. Es más importante poder tener un poco de dinero ahorrado por si acaso. La gente de aquí es hospitalaria. No quiero abusar de esto.
Takakura me vió dirigiéndome a casa y se acercó a mi, con un caballo, lo cogía de una cinta que envolvía su hocico.
-¿Cómo estás? Bueno, de hecho tengo un pequeño problema- el hombre se acerca al caballo y le toca la cara -Parece que éste se perdió y terminó en la granja, pero cuando le dejo salir, vuelve al momento. Kenji, ¿te importaría cuidarlo? Tienes una cuadra algo pequeña, pero es más que suficiente para un solo caballo. A mi éste pequeño me parece sano y bueno. Se puede montar, y creo que puede ayudarnos con las tareas...
-Ah, bueno, no, no hará falta montarlo. Me lo llevaré de paseo y me ayudará a cargar algo de peso. Si. Mi mochila es algo pequeña y si le pongo dos sacos no muy grandes a cada lado me puede ayudar mucho- la cra del caballo era grande y tenía una expresión tierna, me miraba a través de su liso cabello moreno -¡Ah! Su comida, tendría que ir a comprar heno, y supongo que le gustará las zanahorias.
-Bueno, como prefieras entonces. Seguro que lo cuidarás bien. Nos vemos- Takakura se va, y yo me acerco a coger al caballo.
-Qué bonito eres- el caballo mueve la cola y respira firmemente -te voy a llamar Cábay.
Lo guié hasta la cuadra y lo hice entrar para que conociera el sitio. Tiene dos puertas, muy típicas de las tabernas del viejo oeste. Lo llamé desde afuera para ver si salía, y cuando caminaba por fuera y paseaba, cogí adentro dos sacos. Tenía un sillín, asíque se lo quité e hice un apaño para enganchar las bolsas. Lo preparé para cuando necesitara llevarlo conmigo, ponérselo.
Quería descansar, era tarde y fuí al lago tortuga. Creí que me encontraría con Nami, pero ahí estaba Gustafa. El músico de gafas redondas, barba y pelo largo, con ese sombrero puntiagudo que tiene una margarita en el centro tan simpática. Estaba sentado, hasta que me puse justo a su lado a observar el lago y se levantó.
-Hey Kenji, ¿no es este un maravilloso día? Quiero decir, naturaleza ¿verdad? Woah.
-Si- río -Desde luego, agradable. ¿Quieres hablar un rato?
-¡Oh si! Tengo algo que estuve esperando para preguntarte- le miro intrigado -Yo me siento muy orgulloso de lo que hago. Si no, no sería capaz de hacer ninguna buena canción. Creo que la mayoría de gente está orgullosa de lo que hace- *bueno...si supieras fuera de aquí...* -¿Qué hay de ti?
-Yo- me guardo las manos en los bolsillos -Yo me siento, por así decirlo, realizado con lo que hago. Después de años de búsqueda, como todos, he encontrado lo que me hace feliz.
-Por supuesto...- su sonrisa se aviva -No tenía ninguna duda. Tio, ¡estoy de buen humor hoy!- de repente se pone a cantar -Hey Kenji, mira cómo anocheche. Todo se ve tan diferente por la noche. Las estrellas se ven hermosas reflejando sobre el agua. Es como un pequeño universo justo delante nuestra. El sonido del viento es más suave por la noche también.
-Qué cierto...Por el día o por la noche, el valle es completamente increíble- él suspira.
-Qué agradable- se pone a cantar -Bueno, perdón si te he entretenido mucho, ya es hora de irme. Me pondré a escribir canciones- él empieza andar -Nos vemos Kenji, ha sido genial conocer qué persona eres. Gran granjero. Espero que tu pasión siga igual de ardiente todos los días- se aleja cantando.
-Es agradable: hablar a quien conoce la riqueza de este lugar.
Tampoco era muy tarde, pero debería arreglar todo el heno que había en la cuadra y cenar. Cuando llegué casa, el perro estaba oliendo alrededor del estanque, y enseguida vino a mi. *Chico, debes tener hambre, vamos a entrar a casa a cenar*. Qué haría hoy. Verduras...Una tempura con pan de curry. Rápido de hacer. Tendría que hacer un poco más para el perrete. *Creo que te voy a llamar Tete. ¿Te gusta? Mueves mucho la cola, tengo que buscar alguna pelota para que juegues aquí adentro*.
La luz era ténue dentro de la casa. Tete comía alegre del pequeño plato. Nada más acabar se fué a oler su cama. Me cambié y me puse el pijama. Bueno, eso de dejar la ropa doblada sobre una estantería tampoco está tan mal. Tengo tres camisas, una blanca, una roja clara con líneas horizontales y verticales más oscuras y una caqui. Un peto vaquero muy cómodo, y unos pantalones verdes oscurso que me suelo poner con tirantes. Un par de botas de montaña marrones, y otras negras de trabajo. Ah si, mi pañuelo, es un pañuelo rojo que aveces me pongo. Y muy importante, una chaqueta para el invierno, es azul marino, casi negro, que por dentro tiene un material muy cálido. El pijama...el pijama es una camiseta a cuadros. No me suelo poner pantalones, tengo la costumbre de dormir en calzoncillos. Mi hermana siempre ha dicho que es raro. Esta ventana que está al lado de la cama me recuerda a mi antiguo hogar. Cada vez que me acostaba, ahí estaba, la ventana, justo al mismo lado que está aquí. Quiero llamar a mi madre, y a mi hermana, y contarles de mis primeras semanas aquí...
-Hola mamá...Estoy bien, tuve un pequeño accidente pero estoy en la isla...Si claro... Cogí un bote y llegué...Tengo ya casa, si. También he encontrado trabajo...Ya, yo tampoco esperaba que fuera tan rápido a conseguirlo...De granjero...Si, como cuando era niño...Pues estas tres semanas se me han pasado lentas...Si, trabajo bastante...¿Gente? Si bueno, conozco bastantes personas...¿Ricardo? No, no conozco ningún Ricardo...Ah, ¿es el de vuestro hotel? Pues ni idea...Mamá...Jajaja, no pasa nada...No, tranquila...Pues quería llamar a Nea...¿En el extranjero?...Ya, ya veo...¿Cuándo volverá?...Ah bueno...No quiero que te quedes sola...Me imagino, si...Si, volveré algún día...La verdad es que si, me encanta este lugar...Vale mamá...Buenas noches, te quiero...
-¿Nea?...¡Hola!, ¿qué tal?...También...Ya, lo siento...Tuve un pequeño accidente pero estoy bien...Claro, tu dinero me ha ayudado mucho...Me va bien, tengo trabajo, estoy llevándolo bien...¿Qué tal en Londres?...Qué guay...No...no hace falta que hables de mi...Bueno...ya pero tampoco es para tanto...Me alegro que me veas así...Pues esfuérzate mucho hermanita...Eres muy inteligente...¿Que vendrías?...Bueno, solo cuando puedas, céntrate en lo más importante...Si...Vale, cuídate mucho...Buenas noches...
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•Harvest Moon•Historia perdida
FantasyKenji es un chico de 20 años con un sueño, vivir cuidando su entorno. Tendrá que trabajar duro para conseguir una buena vida no solo para él, si no para toda una comunidad de personas, y para la misma tierra que pisa. Al largo del viaje se encuentra...