Fénix: La Chica con Cicatrices de Oro y Plata

Capítulo #29. Amenazas y recuerdos sombríos

NOTA DE LA AUTORA: ¡Hola! Después una ausencia un tanto prolongada les presento el nuevo capítulo. También quiero informarles que estamos llegando a la recta final de esta primera parte. Espero estén disfrutando su día. Saludos desde México!

-¡Maldita hija de puta!- grito con furia- quiero ver el primer mensaje.

Sin perder más tiempo Anika coloca otra bola de cristal sobre la mesa. Al igual que la anterior una luz roja se proyecta. En primer plano sale el cuerpo de Hayley colgado en una pared, detrás de ella aparece una sombra que al irse acercando se aclara su figura.

Se trata de un horseride, quien no espera más y clava una lanza en el muslo izquierdo de la pelirroja. El grito de mi mejor amiga enciende mi furia y la impotencia me invade al no poder hacer nada para evitar su dolor. Se la llevaron porque saben lo importante que es para mí.

El sonido de algo estrellándose contra la pared que se encuentra a mis espaldas irrumpe en la habitación. No necesito mirar para saber quién fue. El rostro de Alexandra aparece antes de que pueda decir algo.

-Si quieren de regreso a la Allican deberán de entregar a su querida princesa. Tienen un día para llevarla al límite oxicu. Si no lo hacen olvídense de volver a ver a su amiguita.

Acto seguido la imagen desaparece. La secuestraron para poder llegar a mí, por mi culpa mi mejor amiga está en peligro. ¡NO! Otra vez no.

-Yo... yo necesito...

No termino mi frase y salgo de la habitación. A penas soy consciente del dolor en mi espalda, no sé a dónde voy, solo necesito aire fresco. Cuando llego al final de las escaleras no lo soporto más y mi puño se estrella con la pared más cercana. De un momento a otro estoy golpeando el muro sin cesar. Las imágenes de Hayley siendo torturada inundan mi mente.

-¡Basta!- la presencia de Allen a mis espaldas hace que me detenga, segundos más tarde sus brazos me rodean.

Atrapa mis manos con las suyas y hace que las baje. Estoy respirando con dificultad debido al esfuerzo.

-Lo siento, Allen- digo en un susurro.

-¿De qué hablas?- pregunta desconcertado.

-Soy la razón por la cual se la llevaron, ¿no te das cuenta?- digo soltándome y giro para encararlo- es a mí a quien quieren, su objetivo es hacerme daño al dejarla en ese estado- mi mayor temor se ha vuelto realidad y una lagrima resbala sobre mi mejilla.

-Escúchame bien, esto no es tu culpa- dice el rubio tomando mi rostro entre sus manos- la vamos a encontrar.

Asiento en silencio para no terminar de derrumbarme. No puedo permitir que mis temores me dominen. Vamos, Diane. Siempre encuentras la solución. Sin decir alguna palabra camino de vuelta a la habitación, en cuanto cruzo el umbral todos se quedan en silencio.

-¿En dónde queda el límite Oxicu?

-A las afueras de la Outmin a unos 30 km- responde el hombre que no conozco.

-¿Para qué quiere saberlo, alteza?

-Es muy obvio, Anika. Iré a recuperar a mi mejor amiga.

-No puedes ir a ningún lado- dice Dereck tomando mi brazo.

-No estoy pidiéndote permiso- contesto con enojo zafándome de su agarre.