La ladrona

Capítulo 1

Daniel Ocean caminó y se sentó en la silla. La silla era metálica e incómoda, y podía oír en la distancia al guardia gritando a otros reclusos. Se sentó en silencio y tranquilamente observaba cómo el inspector escribía algo en su papel.

"Buenos días," dijo ella.

"Buenas," dijo él sacudiendo la cabeza a forma de saludo.

"Di tu nombre para que quede registrado," el notó la grabadora sobre la mesa.

"Daniel, Ocean." Dijo alto y claro.

"Gracias. El propósito de esta audiencia es para determinar si, en caso que seas liberado, es probable que rompas la ley de nuevo. Aunque esta ha sido tu primera condena has sido implicado, aunque nunca acusado, en más de una docena de planes y fraudes." Él cruzó los brazos y miro su regazo, como si lo recordara. "¿Qué puedes decirme sobre eso?"

Danny miró sus manos, se enderezó y la miró de nuevo a los ojos. "Como usted ha dicho, señora, nunca he sido acusado."

El hombre a su izquierda habló por primera vez. "Señor Ocean, lo que estamos intentando descubrir es... ¿había alguna razón para cometer este crimen, o para ser atrapado esta vez simplemente?"

Atrapado. A Danny no le gustaba esa palabra. Bueno, no le gustaba la palabra, el significado, o lo que pasaba cuando se le aplicaba a él.

"Mi mujer me había dejado," empezó Danny, repasando la lista mentalmente. "Estaba enfadado, le dije a mi hija que no se involucrara conmigo y me metí en una situación auto-destructiva."

"Si fuera liberado ¿es posible que entrara en una situación similar otra vez?" Preguntó una mujer de aspecto severo.

"Ya me dejó una vez, no creo que lo hiciera otra vez solo para divertirse," dijo él con el rostro inexpresivo.

"Señor Ocean, ¿Qué haría si fuera liberado?"

Ahh, esa era la pregunta ¿verdad?

***

Cuando Danny fue liberado lo primero que hizo, por supuesto, fue comprar un traje nuevo y se dirigió a un casino en Altlantic City, Nueva Jersey. Para que su plan funcionara necesitaba hablar con Frank.

"Fichas, por favor," dijo en cuanto se sentó. Frank debería llegar en un par de minutos, por qué no hacer un poco de dinero.

"Por supuesto," dijo el crupier mientras se las daba. Era el único en la mesa.

"Cambio de 150, ¿prefiere monedas de 5 o de 25?"

"De 25 está bien," respondió sonriendo cuando pensó en su hija. Ella odiaba las de 25 por alguna razón, siempre decía que la gente tenía demasiadas de 25.

El crupier preparó las fichas, "Buena suerte."

"Gracias," respondió Danny sinceramente.

Miró hacia arriba mientras el crupier se ocupaba de alguna otra cosa y se dio cuenta que Frank estaba hablando con quien parecía ser el manager del casino, Frank también le vio a él, su mirada se tiñó de pánico por un momento.

"Veinte," dijo el crupier mientras Frank se acercaba a la mesa, con una sonrisa falsa en su cara "El crupier tiene diecinueve. Buen comienzo."

Frank le dio una palmadita al hombro de la mujer para hacerle saber que la reemplazaría.

"Muy bien," dijo con una sonrisa, "tomaré un descanso ahora."

"¿Cómo está señor?" preguntó cómo si no hubiera visto a Danny hasta ese momento.