Capítulo 2

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Andaban a través del edificio lleno de archivos, repasando el diseño de los planos de los casinos que pretendían robar.

"La caja fuerte del Bellagio." Empezó Danny.

"Si estoy leyendo esto bien, y me gusta pensar que lo hago," Rusty ojeó el papel, "esto es probablemente la caja fuerte menos accesible que ha sido diseñada."

Ambos estaban inclinados sobre la mesa, mirando los mapas.

"Sip," coincidió Danny.

"Dijiste tres casinos," dijo Rusty, intentando recordar el dinero que ganaría si este ridículo plan funcionaba.

"Estos alimentan al Mirage y al MGM Grand, pero cada moneda va aquí." Danny apuntó con su dedo, Rusty siguiéndolo con sus ojos.

"El Belagio y el Mirage." Rusty enumeró, intentando recordad qué tenían en común esos dos casinos.

"Estos son edificios de Terry Benedict." Miró a Danny, cuya expresión no había cambiado.

"Sí, lo son." Danny miró a Rusty, quien soltó una gran bocanada de aire, "¿Crees que le importará?"

"Más que bastante".

***

Diez minutos más tarde Rusty estaba sentado en una mesa repasando todo lo que necesitarían.

"Necesitaras como mínimo 13 personas con combinaciones."

"Pero, ¿tú qué piensas?" Rusty se frotaba la esquina de la boca con su mano, devanándose los sesos.

"Así a primera vista, diría que estamos frente un Boesky," miró hacia arriba, "un Jim Brown, una Miss Daisy, dos Jethros y un Leon Spinks. Por no mencionar la más grande Ella Fitzergald. En la vida. ¿De dónde sacarás el dinero para financiar esto?" Miró a Danny, quien tenía una cara seria.

"Si atracamos esos tres casinos tendremos nuestra financiación. Benedict tiene una larga lista de enemigos."

"Pero, ¿enemigos con mucho dinero y nada que perder?" Entonces rió. "Ah, Rueben."

"Hey!" Les llamó un guardia desde la otra punta de la sala, iluminándolos con su linterna. Ambos levantaron sus brazos para bloquear la luz brillante, haciendo una mueca.

"Oscar, baja eso, ¿quieres?" Dijo Danny calmadamente.

Oscar se disculpó, apagando la linterna "¿Habéis terminado aquí?" preguntó "¿Habéis encontrado lo que buscabais?"

"Iba a llevarme estos a casa para hacer algunas copias." Danny levantó los diseños de la caja fuerte del Bellagio, Oscar probablemente no entendía la importancia de estos.

"Lo que necesitéis."

"Gracias."

***

Danny y Rusty estaban fuera del ascensor, esperando a que las puertas se abrieran. Rusty se frotó la mandíbula con la mano izquierda, sonriendo con suficiencia.

"¿Qué?" Preguntó Danny.

"Necesitaremos a Marina." Rusty dijo. Danny se rió, respondiendo inmediatamente.

"No."

"Venga, Danny. ¿Por qué no puede venir? Antes la traías a cada golpe." Danny puso los ojos en blanco.

"Sí, y antes tenía mujer."

Rusty suspiró. "Lo último que he oído es que estaba de mochilera por Europa, robando a cada millonario de pequeña ciudad que puede encontrar. Ella amaría esto, y necesita saber que has salido."

Danny le miró, entonces al techo, y luego a las puertas del ascensor. "Está bien." Murmuró.

"¿Qué?" preguntó Rusty. Danny había hablado muy flojito.

"Está bien, puedes llamarla. ¿Cuánto crees que tardará en llegar aquí?" Danny le miró.

Rusty se rió, y las puertas se abrieron, "Con sus recursos, probablemente nos ganará la carrera a Las Vegas."

Ambos entraron al ascensor. Callados.

"¿Qué está haciendo en Europa, de todas formas? Ella solo habla inglés."

Rusty se giró hacia Danny, "En realidad, mientras estabas entre rejas aprendió francés e italiano con fluidez. Me dijo que estaba trabajando en su ruso."

Danny sonrió con orgullo, pensando en su aparentemente muy talentosa hija.

"Nos vendrá a mano."

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