Mi pequeña casualidad (Suga y Tú) (Lemon - Hot)

❤ capitulo 5 ❤

Todo yacía oscuro, como si estuviera con los ojos cerrados sin poder ver nada. Con ambas manos tanteaba al vacío, caminando de un lado a otro con sumo cuidado para no golpearme con algo.

Tú: hola - dije ya cansada de buscar sin encontrar nada. De pronto Jimin apareció bajo una luz tenue, apenas podia ponerse de pie y en segundo cayó al suelo.

Tú: Jimin - grité, mientras corria, llegando a él me arrodillé para rodear su nuca con mi brazo haciendo que este se apoyara en mi regazo. Tenia el rostro completamente ensangrentado, con múltiples golpes, su labio inferior partido, al igual que su ceja, su nariz sangraba, su camisa manchada de sangre.

Tú: ¿que te pasó Jimin? - pregunté desesperadamente, mientras este se agarraba con dolor la parte de su estómago, el cual cubria con ambas manos.

_él......tienes......que.......irte - mencionar cada palabra se le hacia dificultoso, producto del dolor que sentia. Cogi sus manos y las puse a cado lado de su cuerpo, quedando completamente idiota al ver el orificio que tenia por el estómago, producto de una bala.

Tú: ¿quien te hizo esto Jimin? - mis lágrimas no paraban de salir, quien demonios podia haber hecho eso, a él una de las personas mas buenas y tiernas de este mundo. Entonces unos pasos provenintes de la oscuridad me dejaron quieta, estática. No podia ver nada, sentia que esa persona estaba justo en frente.

Tú: ¿quien eres? ¿porque hiciste esto a Jimin? - solo podia escuchar su respiro de esa persona.

_al que le da asco las perras - esa voz era de ......

Tú: Yoon Gi - mientras toda la habitación se iba iluminando poco a poco. Las cuatro paredes donde nos encontrabamos eran negras, igual al traje que traia puesto, solo la camisa que traia tenian una cuantas lineas blancas. Solo lo pude ver por el pequeño foco de luz que apenas se podía ver que colgaba del techo.

Tú: porque hiciste esto, a él, que no te hizo nada - no dejaba de llorar, observando a Jimin recostado en mi brazo, desangrándose producto de aquella bala.

_te advertí - habló dándome la espalda - nadie se mete conmigo - aun seguía volteado, y en un segundo ya estaba mirandonos, me asusté por el objeto que traía en la mano. Tenia un arma en la mano, con el cual nos apuntaba.