Capitulo 3

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Los Woltri no son criaturas ordinarias que algún loco haya mutado por aburrimiento. Estos animales nacieron en Ø, y la razón por la que su especie no se ha extinto es gracia al instinto asesino que estos seres poseen. Los Woltri, según los relatos de los híbridos que trabajan con esta especie, son seres que detectan a sus presas a más de cuatro kilómetros de distancias. Y gracias a que su pelaje que es de un verde casi negro, de contextura delgada, tienen la agilidad, la fuerza y la rapidez suficiente para jugar y devorar a sus víctimas a como deseen. 

— ¡Aquí vienen! —Exalté y Jackson, quién conducía como un loco, carcajeó con gusto cuando el Woltri  revolcó el X.1 nuevamente. Rose, en estado de pánico, pegó un grito ahogado que me dejó sorda. Miré al rededor y me ví al resto muy  tranquilos.

— ¡Tenemos que salir de aquí, Jackson!

— En eso estoy. —Masculló y, sin dejar esa sonrisa maniática, giró el volante a ciento ochenta grados. Tomando la dirección contraria a por dónde íbamos.

— ¡Jackson! —Gritamos ambas, ya hartas de tanto ajetreo.

— Lisa, linda. —Me miró y mi lado psicópata estaba queriendo salir a flote— ¿Te gusta la adrenalina?

— ¿Me has llamado, "linda"?

— Linda. —Afirmó y JB me sostuvo de las caderas una vez supo mis intenciones, sentándome de nuevo en mi asiento para no ir a estrangular a su amigo.

— En cuanto te descuides te voy a estrangular con mis propias manos. —Amenacé y Jackson dibujó una estúpida sonrisa.

— Me encantan las mujeres agresivas, eso me excita. —Contestó y apretó hasta el fondo el botón del nitrógeno del X.1, acto que evitó que me lanzara sobre él.

— ¡Si tu no lo matas, yo lo mataré Lisa! —Juró, desesperada por no saber que hacer ante la presión que causaba el auto con la velocidad. Casi ni respirar se podía.

JB, quién se encontraba en medio de las dos, tampoco sabía que hacer. Ambas estábamos tan asustadas qué, al mirar a todos lados, lo único que salía de nuestros labios eran maldiciones y amenazas directas hacía Jackson, el cual se divertía mucho al escucharnos mientras una manada de Woltris nos perseguía con una enorme sed de venganza.

— Sus chillidos no ayudan. —Dijo, en tono calmado, acto donde tuve que agarrarle de la pierna. JB se sobresaltó.

— Tampoco ayuda que nos estemos muriendo por la presión. Somos humanas. —Señalé, enojada, mientras una frenada en seco me sorprendió a tal punto de darme cuenta que una mano evitó que me impactara contra la ventana del auto. Miré a JB y suspiró.

— Que alivio.

— Tomen aire, haré algo peligroso. —Avisó Jackson y la adrenalina volvió fugazmente. Esta vez Jin intentó calmar a Rose mientras como Jackson cruzaba un madral de montañas para perder aquellos salvajes animales.

— ¡JACKSOOOON!

A pesar de vivir experiencias muy alocadas en mi corta vida, nunca pensé verme en ese estado. Pensé verme muerta. ¿Pero de qué modo? Pensé, aferrada al cuerpo protector de JB. Necesitaba respirar, calmarme, pero respirar. Ojalá mis padres estuvieran aquí viéndome, cruzados de brazos, esperando que les diera respuestas de mis acciones antes de regañarme. Sólo así me sentiría menos culpable al no pensar bien mis actos antes de cometerlos. Bendita sea Rose por subirse primero a esta máquina.

— ¿Lisa?

— ¡¿Qué?!

Sabía que estaba llorando mientras temblaba pero no me importo que ellos vieran esa versión débil de mí. Es más, ser débil me ha hecho fuerte. Además no había pasado mucho tiempo desde los sucedido con mi familia. La imagen de mis padres, aferrados el uno al otro, asustados, aún está viviente en mis memorias. Seung Lee... Juro que vengaré la memoria de mi familia. Pensé y sentí como los brazos de JB me estrechaban más hacía su cuerpo, acto que me hizo entender que leyó mi mente. Me sonrojé.

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