Capítulo 15

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Mi respiración se mantuvo agitada. Mi pecho dolía pero un sonido descabellado volvió a impulsar mis miedos. La selva se mantenía infinita mientras corría con la adrenalina al cien. No podía detenerme, no quería. Algo me estaba persiguiendo y darme un descanso podría costarme la vida. Pero un tropezón, una caída de rodillas, me revoloteó del pánico. Cerré los ojos con fuerza y me levanté de golpe. Las náuseas se hicieron presentes y me ví obligada a ir directamente al baño. Los recuerdos de anoche llegaron a mi mente y el malestar no se me quitó hasta después de un rato que me senté en el suelo, con la cara oculta entre mis manos.

— ¿Lisa?

— No entres. —El sonido de la puerta se detuvo y respiré ondo antes de hablar: — En un momento salgo. Sólo no entres.

Kook no dijo nada pero sus pasos se oyeron lejanos. El cuerpo me traicionaba, obligándome de nuevo a vomitar lo que ya no tenía por expulsar. Una vez de pié y limpiado el desastre, Kook entró al baño. Sus brazos me rodearon en un cálido abrazo y me guió hasta la ducha. El agua caliente me estremeció pero me acostumbré mientras recuperaba el aliento. Las horas en las que pasamos en silencio, no nos incomodaron. Por lo qué, ya vestidos, saliendo de su habitación, volvimos en sí.

— ¿Me queda bien? —Giré sobre mis talones, modelando su cómoda ropa que tuvo que prestarme. Kook sonrió y tomó mi mano.

— Te vez hermosa. —Dijo, caminando conmigo hasta la cocina donde nos encontramos a Jin hablar con Jisoo.

— ¿Agua tibia? —Su amabilidad me sorprendió un poco pero aún así le agradecí tomando entre mis manos la taza. Jisoo no hizo ningún gesto, solo se sentó sobre la mesa y bebió de su agua de hierbas mientras Jin se sentaba a su lado.

— ¿No deseas comer algo? —Kook me despertó de mis pensamientos y le negué, acompañado al par en la mesa. Minutos después, Kook se sentó con nosotros.

— ¿Todo eso te vas a comer? —Jin señaló más que sorprendido.

— Hoy desperté con hambre. —Confesó al darse el gusto de probar de su primer bocado.

El olor era soportable pero oírlo masticar atrajo mis náuseas de nuevo. Sin beber de mi agua, me levanté y terminé expulsando un líquido viscoso sobre el lavado. Las manos de Kook sobre mis hombros hicieron notar su preocupación. En mi mente sólo recordaba haber comido antes de beber. Todo después estuvo bien. ¿Que me pasa entonces? Me pregunté al encontrarme sentada frente a Jin, quién riguroso tomaba apuntes mientras una máquina mostraba el análisis de sangre.

— Bueno, todo parece estar bien. —El mayor recargó su espalda contra la silla y miró a Kook— No hay nada que  indique que algo anda mal.

— Será mejor que descanses. —Asentí, tomando su mano para colocarme de pié.

El resto de la mañana la pasé en cama mientras Kook ayudaba a Yoon y Seok ha instalar algunas cosas en la nave. Durante la tarde, ya más aliviada, me encontraba sentada a lado de Nam, ayudándolo archivar unos documentos a la computadora.

— Tienes mucha información sobre cada animal. ¿Por qué?

— Por su ambiente y comportamiento. —Me pasó otra papel— Son datos que nos ayudan a tratar con las criaturas de este planeta. Después de todo, el porcentaje de esta población tienen partes de estos animales.

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