Los ojos que te observan...

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-TU....-

-tranquilo precioso...dime que tal tu luna de Miel...-

-QUE DIABLOS ME HICIERON....-

-tranquilízate...no querrás llamar la atención de tu novio...-

-de que...-

-escucha...no tengo mucho tiempo, solo vine a decirte las reglas....-

-¿reglas?...-el rubio cada vez entendía menos...

Aquel hombre moreno se acercó hasta a él, y con un rápido movimiento lo sometió contra la cama...

-escúchame atentamente....vendrán en un momento por ti, te van a llevar hasta el comedor de este lugar, y será mejor que te comportes...-

-o si no que...me mataran...-

Aquel sujeto le coloco algo en la muñeca.

-ni que tuvieras tanta suerte...-le dijo mientras salía de la habitación.

Aquello lo dejo helado...

Pero no tuvo tiempo de pensar en nada.

Las mismas mujeres de antes, regresaron para llevarlo hasta un gran comedor...

Por la forma en que caminaban, se notaban algo asustadas...

Y el no entendía aun nada...

Pero sentía que si no las seguía, les pasaría algo malo por su culpa...

Y esa idea le carcomía la mente...

El ver a la gente herida siempre había sido uno de sus mayores temores, y el simple hecho de que fuera por él, le destruía...

Es por ello que no dijo nada, solo camino observando los largos y decorados pasillos...

Le recordaban a las de las películas...

Elegante, sofisticadas, con una decoración que desbordaba el gran derroche de dinero que su dueño debía haber hecho.

Y aun así era imposible no admirar todo lo que había...

Las mujeres se pararon frente a una gran puerta de madera, una de ellas toco...

Desde el otro lado se escuchó una voz diciendo adelante...

Las mujeres se hicieron a un lado, dejándole el camino libre.

Pero al ver que no se movía, una de ellas abrió la puerta, mientras la otra lo empujaba...

Y apenas puso un pie en aquella habitación, la puerta fue cerrada con llave.

Y frente a él un hombre apareció, sentado al otro lado de la mesa, la cual tenía un enorme banquete...

-Darling...-

Su corazón latió fuertemente...

No sabía que decir, ni que hacer...

Tenía miedo...

Así que solo atino a recargarse contra la puerta.

Sin dejar de mirar aquellos brillantes ojos azules, que lo veían con ¿diversión?


I would kill for your loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora